El Rey de España, Juan Carlos I, ha dedicado unas significativas palabras a Latinoamérica en su tradicional discurso de Navidad. El Rey ha trasladado, “de corazón”, a las naciones iberoamericanas “nuestra cercanía, nuestra admiración y respeto hacia sus respectivas y sólidas identidades”.
El texto completo del Mensaje del Rey Juan Carlos I lo puedes leer en PDF pulsando aquí.
“Nada de lo que afecta a América nos es ajeno”, ha asegurado el jefe del Estado español.
Estas palabras han adquirido esta noche un significado especial, habida cuenta del desencuentro entre el Monarca y el presidente venezolano, Hugo Chávez, durante el Plenario de la XVII Cumbre Iberoamericana, celebrada el pasado mes de noviembre en Santiago de Chile.
Como hiciera horas antes el presidente del Gobierno, Don Juan Carlos ha expresado también su “reconocimiento” y “gratitud” a cuantos sirven a España en el exterior, en particular a los miembros de las Fuerzas Armadas y Cuerpos de Seguridad que participan en “sacrificadas misiones” que hacen efectiva “nuestra entrega a la paz”. “Mi emocionado recuerdo a los soldados que este año perdieron la vida en cumplimiento del deber y a sus familias”, ha manifestado.
Unidad frente al terrorismo
El Rey ha hecho un llamamiento a la necesidad de crear cuanto antes “una cultura de unidad que haga efectivo el compromiso de todos los demócratas para acabar definitivamente con el terrorismo”, un “inaceptable ataque a nuestros derechos y libertades”.Además, ha recordado que el año que ahora termina -en el que se rompió el diálogo con ETA y se intensificó el enfrentamiento de Ejecutivo y oposición en torno a este asunto- comenzó con “la rabia, indignación y sufrimiento” por el brutal atentado de Barajas, y termina con “el profundo dolor y firme repulsa del vil asesinato de dos guardias civiles”.
El Monarca ha vuelto a insistir en que acabar con el terror es “un objetivo urgente e imperativo para el Estado, un deseo de los ciudadanos, una obligación de todas las fuerzas democráticas y un deber frente a las víctimas y sus familias, a quienes nos debemos y recordamos con el mayor afecto en estas fechas”.
El Rey ha reclamado que se pongan todos los medios, contando con la “abnegada labor” de las fuerzas de seguridad, con la Justicia, con todos los instrumentos del Estado de Derecho y la cooperación internacional”, para responder “a la barbarie terrorista.
Don Juan Carlos se ha mostrado convencido de que “si ponemos la voluntad y los medios para ello, juntos lograremos las soluciones precisas”, tras lo que ha reclamado a los partidos políticos mayores esfuerzos para alcanzar el necesario consenso en los grandes temas de Estado.
Además, ha tenido unas palabras para la Carta Magna, de la que ha recordado que el próximo año cumple su 30 aniversario. Tres décadas, ha asegurado el Rey, de progreso que deben avalar nuestra confianza en el provenir de España.
Preocupado por los jóvenes y los mayores
El futuro de los ciudadanos, principalmente el de los jóvenes y mayores, también preocupa al Rey, que ha indicado que en un país con una envidiable trayectoria de crecimiento las fluctuaciones económicas “deben llevar a las distintas Administraciones a redoblar sus esfuerzos para atender sus carencias“.Entre estas carencias Don Juan Carlos ha incluido el desempleo, la carestía de la vivienda, los salarios más bajos, las desigualdades o las diversas necesidades sociales y asistenciales.
Se ha referido también a cuestiones importantes para abordar sin demora, como elevar la calidad de la educación, prevenir a la infancia de ciertos contenidos televisivos, frenar los devastadores efectos de las drogas, hacer frente a la violencia y malos tratos, tomar medidas para rebajar las muertes y lesiones que provocan los accidentes de tráfico y proteger el medio ambiente.
Inmigración
También ha dirigido unas palabras a la comunidad de inmigrantes que se ha instalado en España “en un afán de mejora personal y familiar” y que, además de contribuir a nuestra prosperidad, propician que “nuestros vínculos con muchos países se hayan estrechado y ampliado“.
En su discurso ha animado a destinar los “mejores esfuerzos a promover y apoyar los intereses de España en el mundo con la fortaleza y credibilidad de una acción exterior ampliamente consensuada. Nuestra seguridad y nuestro progreso dependen cada vez más de ello”.
Además de reiterar el compromiso de España con la integración europea, reiterado tras la firma en Lisboa de un nuevo Tratado, Don Juan Carlos ha resaltado la “intensidad” de los vínculos “que nos unen a nuestros vecinos del Mediterráneo, nuestra amistad y plena cooperación con sus legítimas ambiciones de mayor desarrollo y bienestar”.
El Rey ha agradecido “las numerosas muestras de afecto personal e institucional” a la Corona recibidas en un año en el que la institución monárquica ha vivido hechos insólitos. A lo largo de los últimos meses, los Reyes y sus hijos han sido protagonistas -casi siempre de manera involuntaria- de una serie de acontecimientos que han marcado el devenir de un 2007 que podría ser calificado -al igual que hizo en su día la Corona inglesa- como annus horribilis.
El fallecimeinto de la hermana pequeña de Doña Letizia, Erika Ortiz, la caricatura que retrataba a los Príncipes de Asturias en la portada de El Jueves, la quema de fotografías de los Reyes en Cataluña, las peticiones de abdicación hechas desde diferentes sectores radicales, las polémicas visitas a Ceuta y Melilla, la separación de los Duques de Lugo o el “¿Por qué no te callas?” del Rey a Chávez, han desencadenado gestos de apoyo que el Monarca no ha querido dejar de agradecer en una noche tan señalada.
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