viernes, 21 de diciembre de 2007
EL FBI RASTREO A RODOLFO WANSEELE POR UNA COMPRA PERSONAL
SOSPECHOSO. EN EL DIBUJO, WANSEELE ES EL CUARTO HOMBRE, DE ESPALDAS.
El ingeniero uruguayo que se delató con la tarjeta de crédito
El ingeniero uruguayo Rodolfo Wanseele tiene un Ford Escort blanco, modelo 2003. Un auto muy básico para esta ciudad de Miami repleta de bólidos exclusivos y Humvees tan poderosos como un remolcador. Con ese auto discreto fue a buscar el 27 de octubre al aeropuerto de Miami a Antonio Canchica Gómez, un agente del DISIP, la central de inteligencia venezolana. Y un día más tarde lo estaba llevando a una reunión supuestamente secreta en la que el agente se encontraría con el em presario Antonini Wilson para arreglar los detalles de la entrega de dos millones de dólares a cambio de que se hiciera cargo de los 800.000 dólares.
De acuerdo al fiscal Thomas Mulvihill, Wanseele es un experto en informática que ya había trabajado para el gobierno venezolano y que ese día estaba haciendo tareas de vigilancia e inteligencia para el agente Canchica. Su abogada de oficio, Sowmaya Bhagathi, cree que el uruguayo es un simple empleado de la compañía de envíos de encomienda XL Worldwide que fue a la quiebra con su propia empresa de exportación e importación, Wancap. Hoy, gana unos 50.000 dólares al año y no puede pagar un abogado privado.
El fiscal asegura que Wanseele llevó a Canchica hasta la cafetería Starbucks de Plantation, a unos 45 minutos al norte de Miami, que entró para hacer un reconocimiento del lugar y luego hizo señas al agente para que entrara. Allí Canchica se aproximó a Antonini y le dio el nombre en clave que habían convenido: "Christian". El agente venezolano le pidió a Antonini que le diera un poder al abogado Moisés Maionica (también implicado y preso en Miami) para ayudarlo "de la manera más hábil y discreta". Y que él era "el último eslabón" para formalizar la entrega de los dos millones de dólares con los que sería recompensado. Antonini estaba "todo cableado" y el FBI logró grabar la conversación y tomar fotos. "Fueron 47 minutos de reunión de los que tenemos todas las evidencias, audio, fotos y video", dijo el fiscal.
Luego, Wanseele realizó una maniobra de distracción. Llevó a Canchica hasta el Hard Rock Casino, ubicado a apenas unas cuadras del Starbucks. Y es allí donde el agente venezolano comete un grave error. Usa su tarjeta de crédito para hacer una compra. Es así como lo identifica el FBI, que desconocía su identidad.
El martes 11 de diciembre, Wanseele se llevó la gran sorpresa. Estaba viendo el noticiero de la cadena hispana Univisión en el living de su casa, cuando dos agentes del FBI golpearon a la puerta. Apenas tuvo tiempo de abrocharse la camisa antes de que le pusieran las esposas.
Gustavo Sierra. ENVIADO ESPECIAL
http://www.clarin.com/diario/2007/12/20/elpais/p-00602.htm
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