domingo, 16 de diciembre de 2007

Las mazmorras chavistas


Para los que no lo sepan, en Venezuela hay prisioneros políticos, presos de conciencia, exilados, perseguidos, gente viviendo en la clandestinidad para proteger sus vidas y la de sus familiares, de esto se dice muy poco, el aparato de propaganda del gobierno trata por todos sus medios, y usando el dinero de los venezolanos, de presentar al tirano Chávez como un humanista y un hombre de nobles sentimientos que busca la paz en los escenarios internacionales. Su reciente papel como mediador en el caso de los secuestrados de las FARC, en Colombia, no fue sino un fallido intento de utilizar a unos gobiernos preocupados por el tema humanitario, a unos familiares destrozados por la incertidumbre y el dolor y unas pobres víctimas del terrorismo para relanzar su caída popularidad como paladín de la justicia, detrás de esta bochornosa intervención se ocultaba la intención de continuar con su plan de desestabilización de los gobiernos de la región y hacer de palanca para que grupos subversivos ganasen espacios políticos y le debieran favores. Chávez en realidad es un hombre cruel, que no le importa la vida humana excepto para manipular y acrecentar su poder. Su fama y su gloria, si alguna, consiste en haber escalado posición montado encima de mucha gente explotada y dejada atrás como si fueran basura. Este militar convertido en mandatario tiene un grueso expediente de violaciones de derechos humanos en contra de una multitud de personas a los que ha agraviado, herido, matado y encerrado principalmente por venganza, por oponerse a sus designios torvos que tienen que ver con acumular poder y perpetuarse como líder de una revolución continental. Los venezolanos hemos padecido de una nueva forma de terror político, donde el Estado y sus principales funcionarios envueltos en presupuestos progresistas, humanistas y de respeto a los derechos humanos se han convertido precisamente en todo lo contrario, en unos animales de presa dispuestos al sacrificio máximo si sus deseos no son cumplidos, de allí su culto a la muerte, la violencia y la destrucción. Chávez por acción u omisión ha enlutado cerca de la mitad de las familias venezolanas, su complacencia ante el crimen y la corrupción han hecho de nuestra patria uno de los países más violentos del mundo, el control que ejerce sobre el aparato policial, judicial y sobre los medios de comunicación, su brillante habilidad de mimetismo y engaño, superan con creces la posibilidad de defensa y alerta de personas e instituciones que caen subyugadas por el encanto locuaz de un estafador. Todavía hay mucha gente en el mundo que lo admira y tienen su revolución como un ejemplo a seguir, Dios los guarde.

Pero finalmente su fachada ha empezado a resquebrajarse, el pueblo ha luchado con mucho sacrificio e inteligencia para recuperar sus espacios de libertad y participación sin morir en el intento, por fin la comunidad internacional está percibiendo al monstruo en su verdadera esencia, el olor a azufre que dijo haber sentido en las Naciones Unidas y atribuyéndoselo a otro mandatario era en realidad sus fétidas emanaciones infernales.
La sociedad civil en Venezuela vive momentos muy peligrosos, el monstruo está herido tras la derrota electoral en su intento por perpetuarse en el poder; la única estrategia posible es la de la concordia, el llamado a los socialistas y comunistas sensatos que están en el gobierno al diálogo, a que no se hagan cómplices de las torturas, aislamiento y persecución en contra de venezolanos hermanos, pero para que esto sea posible tenemos que exigirles que liberen a nuestros presos políticos y que pongan fin a los procesos judiciales y usos de listas que alimentan el "apartheid", es por ello que este es un llamado a la comunidad internacional, a que acompañen a los partidos políticos de la oposición política venezolana, a los estudiantes y organizaciones de derechos humanos, a nuestros militares conscientes del grave momento que vive la República, a quienes informamos con el alma en vilo para que por todos los medios posibles, utilizando la presión internacional, sienta Chávez la necesidad de liberar a esos hombres y mujeres que los tiene condenados a las mazmorras, que están perseguidos por la policía política, que sufren la discriminación de un Estado que pretende la sumisión y el pensamiento único. Esta es una meta que los ciudadanos libres de Venezuela nos hemos propuesto, no puede haber un avance en la democracia de nuestro país mientras exista una persona privada de su libertad por sus ideas y opiniones, y qué mejor momento que las celebraciones de la Navidad para hacerlo posible.

Este llamado lo hago con aprehensión, el gobierno ha incrementado sus agresiones en contra de periodistas y medios de comunicación, sus bandas armadas están creando más caos y terror en las calles de Venezuela, los tribunales y jueces han iniciado una nueva ofensiva en contra de destacados líderes políticos de la oposición, todo parece indicar que las amenazas proferidas por el autócrata Chávez se van a convertir, nuevamente, en sangre y dolor para el pueblo de Venezuela. Tenemos nueve años luchando en contra de la intolerancia y el despotismo, por primera vez vemos una luz en la larga noche, hagamos que su brillo llegue a los que están en las peores condiciones, ayúdennos a liberar a nuestros presos políticos.

Saul Godoy Gómez

http://opinion.eluniversal.com/2007/12/16/opi_34079_art_las-mazmorras-chavis_16A1257415.shtml

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