sábado, 29 de diciembre de 2007

Los Kirchner: grandes "oligarcas" jugando con valijas



Pedro Lastra
afirma hoy, en su columna que los Kirchner y Chávez “temen la verdad que desde un tribunal de La Florida les ha reventado en el feo y sucio rostro”. Recuerda la forma en que los Kirchner amasaron su fortuna y afirma que “La justicia tarda, pero llega”.

Esta es su columna:

Ya es famosa y conocida la forma y manera cómo los Kirchner se enriquecieron y engordaron su fortuna a la sombra de las políticas económicas de Martínez de Hoz, el ministro de la economía del General Rafael Videla: trabajando de cobradores de entidades bancarias, financieras y prestamistas en la ciudad de Río Gallegos, en el sur de Argentina.

Recién egresados de la universidad de la Plata, no se sumaron a la lucha clandestina contra la dictadura militar. Eso quedó para los “idealistas” del ERP y los extremistas montoneros. Ellos, astutos y ambiciosos, escogieron una ciudad alejada de los tormentos dictatoriales, montaron su bufete de abogados y se dedicaron a perseguir morosos acuciados por las elevadas tasas de interés impuestas por la política hambreadora de la dictadura. Y como disponían de información privilegiada de las empresas a las que servían, se apersonaban a las víctimas del sistema y les ofrecían comprarles sus propiedades, a punto de ser embargadas, a precio de gallina flaca. Luego renegociaban la deuda con sus compinches.

Así se hicieron de innumerables bienes inmobiliarios, base de una fortuna que, puesta luego al servicio de sus ambiciones políticas, dio con el imperio montado desde la gobernación de la provincia de Santa Cruz – en la que se hicieron famosos por sus comisiones, sus negociados y sus corruptelas - y con la presidencia de la república argentina para ambos cónyuges. Si tuvieran hijo o hija a punto de asaltar el poder, serían los próximos presidentes. Es una práctica propia de un país que vive una grave crisis política y moral desde antes, incluso, de la toma del poder por Perón. Es el sistema mafioso de pandillas, caudillos y crímenes que caracteriza la vida política argentina, en donde no se sabe dónde termina la economía y comienza la política. Están tan íntimamente entrelazados, que la política es la mejor plataforma para enriquecerse y la riqueza la mejor manera de entrar al turbio y tenebroso mundo de la política.

Sólo faltaba que ese sub mundo de la corruptocracia argentina entrara en contacto con el inframundo del caudillaje venezolano, para montar el dúo dinámico de la corrupción y el pillaje. Hace un siglo ya Laureano Vallenilla Lanz hablaba de las similitudes entre el llaneraje salvaje de las pampas argentinas con el llaneraje salvaje de nuestra Venezuela. Tan astutos, indolentes, indisciplinados, prepotentes, ladrones y hablachentos los unos como los otros. ¿Néstor Kirchner o su mujer renuentes a aceptar maletines cargados de dólares para mantener y afianzar su poder y seguir pegados a las ubres del compinche venezolano?

Hoy se asocian en el montaje de una maniobra de lavado de imagen. Instalan un circo de dos pistas: allá, la Fernández, aquí Hugo Chávez. Néstor, el trapecista bizco en candilejas. Temen la verdad que desde un tribunal de La Florida les ha reventado en el feo y sucio rostro. Y corren a ponerse el parche, auxiliados por la patota izquierdosa que ha asaltado el poder de pobres repúblicas tercermundistas. Payasos que ofenden la memoria de quienes dieran sus vidas por liberarse del yugo colonial. Más temprano que tarde deberán pagar sus fechorías.

La justicia tarda, pero llega.

LOS PATOTEROS
Pedro Lastra

http://www.noticias24.com/actualidad/?p=10736


Argentina pide nueva extradición de Antonini por un delito más grave

Argentina realizará hoy un nuevo pedido de extradición de Antonini. Un funcionario de la Cancillería lo llevará a Washington y será presentado en el Departamento de Estado, entre el lunes y el miércoles. El documento amplía un pedido cursado en agosto por el delito de contrabando a blanqueo de capitales. Así lo dice un reporte de Natasha Niebieskikwiat en Clarín.

El nuevo pedido de la Justicia argentina a los Estados Unidos para que extradite al venezolano-americano Guido Alejandro Antonini Wilson por el delito de lavado de dinero será enviado hoy a Washington. Según confiaron a Clarín altas fuentes diplomáticas, lo llevará en mano un funcionario de la dirección de Asuntos Jurídicos de la Cancillería. Y el lunes, la Embajada ante EE.UU. lo entregará al Departamento de Estado, que debe cursarlo a su vez a la Justicia de ese país.

La causa contra Antonini en Argentina se abrió después de que dejara rápidamente Buenos Aires sin impedimentos judiciales, el 7 de agosto, tres días después de su intento frustrado de ingresar por Aeroparque una valija con US$ 800 mil en efectivo.


El nuevo exhorto que se enviará hoy a Washington es una ampliación del pedido de extradición efectuado a fines de agosto por la jueza en lo Penal y Económico, María Marta Novatti, que lleva la causa. Entonces, la magistrada acusó a Antonini de intento de contrabando. Y ahora como pidieron hace un mes los fiscales Mariano Borinsky y María Luz Rivas Diez también lo acusa de intento de lavado de dinero.

Ayer, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, que junto a Cristina, y al ex presidente Néstor Kirchner, capitaneó el contundente rechazo oficial a la investigación estadounidense volvió a definir ayer como “operación de inteligencia asombrosa” lo que “hace Estados Unidos”, en el caso de la valija. Fernández a su vez juzgó de “disparate formidable” los dichos de Victoria Beresziuk, de que Antonini había participado de un acto en la Casa Rosada. Beresziuk es la ex secretaria de Claudio Uberti, el despedido funcionario del ministro Julio De Vido, que viajó en el mismo avión que el venezolano-americano, y que aún no ha sido citado por la Justicia local para declarar.

En torno a esta noticia el mismo Clarín acompaña 2 comentarios interesantes:

En el primero, Walter Curia se pregunta por qué la justicia argentina no ha citado a declarar a los funcionarios argentinos que iban en el mismo vuelo:

La mirada de la Justicia argentina sobre el empresario de origen venezolano y pasaporte estadounidense se ha ido endureciendo. Al principio no despertó más sospechas que las de un infractor de aduanas, por lo que se lo dejó ir del país sin dificultades; luego se lo sospechó de contrabando y finalmente, se lo vinculó a una operación de lavado de dinero, la imputación que acompaña el pedido de extradición. Nada se sabe en cambio de la mirada que la Justicia tiene sobre los funcionarios argentinos que invitaron a Antonini a compartir el vuelo del 4 de agosto: el desplazado Claudio Uberti, del entorno del ministro De Vido y quien “llevaba” la relación comercial con Venezuela, y Exequiel Espinosa, actual titular de Enarsa. Con la llegada de la feria, la pregunta es la misma: ¿Por qué los jueces argentinos no los citan a declarar?

Por otra parte, Ricardo Roa, en un artículo titulado: “Valija rápida, Justicia pausada” cuestiona la nueva imputación a Antonini:

Casi 5 meses tardaron aquí en darse cuenta que Antonini Wilson, el venezolano de la valija, podría haber cometido un delito mucho más grave que una simple infracción aduanera o contrabando. La Justicia envió a Estados Unidos un nuevo pedido de extradición, acusándolo esta vez por lavado de dinero.

La diferencia es tan grande que una cosa es sancionada por el código aduanero y la otra es un delito penal, reprimido además por una ley en sintonía con normas internacionales. Y el paso supone algo más serio: que los fiscales argentinos hayan investigado y comprobado que los famosos 800 mil dólares encubren delitos anteriores cometidos aquí. En eso consiste el lavado y de eso deberían tener pruebas.

Si hubo lavado y el dinero vino de Venezuela, una de las primeras cosas que debieron haber hecho es reclamar información a ese país. Y lo que también está por verse es si aquella madrugada los funcionarios de la Aduana violaron los deberes de funcionario público.

Interceptaron en un avión fletado por el Estado 800 mil dólares en billetes de 50 y no encendieron ninguna luz de alarma.

Lo mismo le cabe a Claudio Uberti, el funcionario clave en la relación con Chávez que llegó con Antonini y vio lo que estaba pasando.

Estaba obligado legalmente a reportar algo que era a todas luces sospechoso. Y no lo hizo.

Antonini viajó invitado por hombres del Gobierno, se le descubrió una asombrosa maleta llena de dinero y salió del país sin que nadie le pidiera siquiera una explicación. La secretaria de Uberti declaró que hasta estuvo en la Casa Rosada. Es el mismo Antonini que hoy, cinco meses después, es acusado por un delito que no sólo le pega a él sino que salpica a funcionarios.

http://www.noticias24.com/actualidad/?p=10731

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