El vicefiscal federal Tom Mulvihill indicó hoy que el dinero incautado a Antonini estaba destinado “a la campaña presidencial de Cristina Kirchner”. Igualmente datos del caso revelan que Durán amenazó a Antonini con “la vida de sus hijos” y que fueron apresados cuando estaban a punto de huir en un avión.
La información se dio a conocer durante una audiencia para acusar a cuatro hombres de no haberse identificado ante el gobierno estadounidense como espías de otro país que intentaron un encubrimiento y amenazaron un testigo involucrado en el caso. Los fiscales federales sostienen que el plan involucra a altos funcionarios del gobierno del presidente venezolano Hugo Chávez.
Fernández, la esposa del presidente saliente Néstor Kirchner, se juramentó en el cargo apenas el lunes. En Buenos Aires, la oficina del vocero de la presidencia argentina informó el miércoles que no posee información sobre la acusación hecha por fiscales federales de Miami. “No tenemos la menor idea. Vamos a averiguar”, respondió a AP una funcionaria gubernamental que pidió no ser identificada.
Argentina solicitó a Estados Unidos poco después la extradición de Antonini bajo acusaciones de fraude, pero el caso que se le sigue en Miami sugiere que el empresario venezolano-estadounidense ha pasado de ser sospechoso a testigo clave. No se supo de inmediato el miércoles cómo iba a reaccionar el gobierno estadounidense al pedido de Buenos Aires.
La queja presentada en la corte federal en Miami indica que no se han dado a conocer los nombres de la “fuente real”, e inicialmente, tampoco la del destinatario de esos fondos. Sin embargo, una declaración jurada el FBI indica que los sujetos identificaron al candidato y la forma en que impactarían sobre su campaña los informes de la existencia del dinero.
Los sujetos, acusados de no haberse identificado ante el gobierno estadounidense como espías de una potencia extranjera, son los venezolanos Moisés Román Majonica, de 36 años; Franklin Durán, de 40 y Carlos Kauffmann, de 35, así como el uruguayo Rodolfo Wanseele, también de 40.
Todos ellos continuarán detenidos hasta que sean presentados para una audiencia de fianza el lunes, y se espera que sean presentados ante la corte para que hagan sus declaraciones de inocencia o culpabilidad el 28 de diciembre.
Un quinto sujeto se encuentra prófugo, pero no es el hombre que portaba el portafolios, el venezolano-estadounidense Guido Alejandro Antonini Wilson, a quien le fue incautado el dinero por la aduana argentina en agosto.
Kenneth L. Wainstein, subsecretario de Justicia para la Seguridad Nacional, dijo que previamente al anuncio de Mulvihill que la denuncia “subraya el plan de agentes del gobierno venezolano de manipular a un ciudadano estadounidense en Miami en un esfuerzo por ocultar un creciente escándalo internacional. Estos arrestos deben alerta a otros agentes que operan ilegalmente en Estados Unidos en nombre de poderes extranjeros”.
Grabaciones de diálogos entre algunos de los hombres y altos funcionarios del gobierno venezolano son algunas de las evidencias con las que cuenta el FBI. Algunas de las grabaciones se produjeron la oficina de la vicepresidencia de Venezuela, así como en el ministerio de Justicia y el servicio de espionaje, dijeron fiscales federales el miércoles.
Duran le dijo en algún momento a Antonini Wilson que el asunto implicaba “a la cúpula del gobierno venezolano”, pero también le advirtió a éste que sus “acciones futuras podrían poner en riesgo la vida de sus hijos”.
Un llamada telefónica al número de Antonini Wilson encontró el miércoles que este había sido cambiado y es privado.
Las conversaciones al parecer giran en torno a cómo mantener en secreto la fuente real del soborno de 800 000 de dólares que fue llevado de Venezuela a Argentina por Antonini Wilson.
Antonini Wilson no está acusado en el caso, y ha afirmado a través de sus abogados que cooperará con la investigación que llevan a cabo las autoridades argentinas.
Majonica y Wanseele pidieron el miércoles a la corte les designe un abogado. El abogado de Durán y Kauffmann, Michael Hacker, dijo que sus clientes eran inocentes. “Ellos han llevado vidas limpísimas”, dijo Hacker.
Mulvihill indicó previamente que Durán tenía un avión esperándolo en la pista el martes en el aeropuerto internacional de Miami, justo antes del arresto de los hombres. Ello es indicio que algunos o todos querían huir de Estados Unidos, dijo.
El dinero fue llevado a Argentina en un avión fletado por la compañía eléctrica estatal de ese país. Antonini Wilson estaba acompañado por funcionarios argentinos y empleados de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en el vuelo que lo trasladó desde Caracas hasta Buenos Aires, cuando le decomisaron el dinero.
Antonini Wilson tiene una residencia en Cayo Vizcaíno, cerca a Miami, y retornó allí después de la incautación del dinero en el aeropuerto de Buenos Aires, dijeron los funcionarios.
En Venezuela, un funcionario de PDVSA que viajaba en el mismo avión que Antonini Wilson presentó su renuncia.
Kauffmann es accionista de la petroquímica venezolana Venoco y de la proveedora de taladros petroleros Perforaciones Alborz C.A. Ambas empresas mantienen relaciones con PDVSA.
Durán es otro accionista de Venoco y figura como socio de Antonini Wilson en la empresa Foxdelta Invesments, radicada en Miami.
Durán también aparece como principal propietario de la importadora de armas Ruibal y Durán, investigada por el congreso venezolano en el 2003 por adquirir unas 115 ametralladoras Uzzi para la policía de la gobernación del estado Cojedes.
Durán le ha vendido equipos a gobernaciones locales y al Ministerio de la Defensa, según reconoció el gobernador oficialista del estado central de Cojedes, Jhonny Yáñez Rangel.
Vía Associated Press
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