jueves, 27 de diciembre de 2007

Show y cinismo





Como si no le bastara con el patético show mediático que está montando aquí, el jefe del Estado venezolano ha invitado al ex mandatario argentino Néstor Kirchner y a su canciller, Jorge Taiana, así como a un alto burócrata de Lula, para que lleguen a Venezuela y actúen "como garantes" de la liberación de tres de los cientos de secuestrados, que viven prisioneros de las FARC en condiciones miserables, y en permanente violación de sus derechos humanos.

Valga decir, que se les impide recibir correspondencia, alimentos, libros y medicinas, además de ayuda material o espiritual de parte de sus familiares y amigos.

No ocurre así con los guerrilleros recluidos en las cárceles colombianas, a quienes se les ha sometido a un proceso judicial con todas las garantías de la ley, con abogados defensores y demás auxilios legales. Reciben visitas, correspondencia, alimentos y atención médica y espiritual. Pero no porque sea una condescendencia del presidente Uribe, sino porque así lo exige el estado de derecho.

Pero en bueno aclarar que las FARC, como movimiento guerrillero, hace tiempo que está fuera del estatuto de fuerza beligerante que hoy exige para sus proyectos políticos, todos ellos sustentados en la violencia, los secuestros y la protección de actividades ligadas al narcotráfico internacional. Apelamos a la memoria de los lectores para que examinen la naturaleza real del intercambio de favores políticos y contribuciones militares que se está haciendo con esta "operación humanitaria".

En verdad, si esa operación hubiera sido generosa, democrática y humanitaria, como lo entienden los venezolanos, se les habría liberado a todos para que regresaran a sus hogares y compartieran con sus familiares en Navidad. Pero como el objetivo de las FARC es que les sirvan de mercancía de cambio, de chantaje y presión política y económica, entonces se les entrega a cuenta gotas, disfrazando el gesto como un acto de buena fe, si es que alguien a estas alturas les compra su buena fe, cosa difícil cuando estos hechos están internacionalmente tipificados, desde hace años, como delitos del hampa común.

Los secuestros de civiles forman parte de la historia de la mafia siciliana, y también de las organizaciones terroristas del Medio Oriente. ¿Entonces, a quién le estamos sirviendo la mesa? Más allá de que la FARC hayan buscado comunicación directa y confiable con quien comparte o se hace de la vista gorda con sus actividades (que significan un riesgo extremo para Venezuela), habría que preguntarse si existe escondido algo más que desconocemos, manejado tras bastidores, y de qué manera ello vulnera nuestra soberanía y nuestra capacidad de acción militar.

En suma, esta gran alegría de los venezolanos por la liberación de los rehenes no nos aparta de la realidad, porque un acto humanitario no puede ser nunca un espectáculo mediático, como lo pretende el Presidente. Allá y su conciencia a la hora de utilizar a las personas en dificultades para alcanzar metas políticas. Qué desgracia.

Editorial
El Nacional

www.elnacional.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vejam o que pensamos nós os brasileiros sobre essa farsa bandida

Esse é um dos blogs brasileiros mais combativos e importantes, lutam bravamente diariamente contra a quadrilha e o
FORO DE SÃO PAULO

Perdoem por não escrever em espanhol

http://www.coturnonoturno.blogspot.com/


Quinta-feira, 27 de Dezembro de 2007
A liberdade tem preço.


Os aviões de Chávez, que saem da Venezuela ao encontro dos guerrilheiros amigos das FARC, desta vez não correm riscos.


Não serão apedrejados por bolivianos revoltados contra a invasão do seu espaço aéreo, transportando armas e tropas de elite para a guarda pessoal de Evo Morales.


Não serão presos por policiais argentinos carregando uma maleta com 800.000 dólares para contribuir com a campanha eleitoral da presidenta Kirchner.


Não serão incomodados por autoridades, repetindo a operação desferida quando vieram ao Brasil seqüestrar dois atletas cubanos que pediam refúgio e que foram levados na calada da noite, para apodrecerem na prisão em Havana.


Os aviões de Chávez, desta vez, decolarão escoltados por fiéis escudeiros do Foro de São Paulo, debaixo da proteção da Cruz Vermelha. Se levam armas, remédios e dólares para financiar a narcoguerrilha, ninguém jamais vai saber. São aviões diplomáticos. Se por lá deixarão ajuda inestimável para os assassinos das FARC, ninguém saberá jamais. Serão lembrados apenas por trazerem três reféns, que deixam de ser moeda de troca e escudo humano, para voltar à vida na democracia colombiana. A liberdade tem um preço e os bandidos cobram alto por ela. Ou alguém acha que a libertação é apenas um gesto de boa vontade?