El Ejército estadounidense ha anunciado este jueves el hallazgo, hace una semana, cerca de la localidad iraquí de Muqdadiya, en la provincia de Diyala, de varias fosas comunes situadas junto a un centro de tortura y en las que había 26 cadáveres. El centro, que el Ejército cree que estaba dirigido por Al Qaeda, fue localizado gracias a la información facilitada por los iraquíes.
En el centro de tortura, ubicado unos 90 kilómetros al norte de Bagdad, los militares pudieron observar cómo aún había unas cadenas unidas a una paredes salpicadas de sangre y cómo la estructura de una cama de metal estaba todavía conectada a un sistema de descargas eléctricas.
En la operación militar, realizada del 8 al 11 de diciembre, el Ejército descubrió "bastantes alijos (de armas) y un centro de tortura", ha afirmado el jefe de los militares estadounidenses en Irak, el comandante general Mark P. Hertling, que ha precisado que "aún había cuchillos y espadas cubiertos de sangre".
Los militares encontraron nueve alijos compuestos por un lanzamiiles tierra-aire, rifles de francotirador, 59 kilogramos de explosivos caseros y numerosos tubos y balas de mortero, entre otras armas.
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