Casi todos los analistas coinciden en calificar la inmediata respuesta de Chávez ante la derrota de su referendo, como una demostración de sus calidades democráticas. Habría que preguntarse qué hubieran opinado si hubiera ganado el SÍ. Sin embargo es importante que indaguemos no por qué la oposición pudo ganar sólo 400.000 votos respecto a su pasada elección -aun con ayuda de muchos chavistas-, sino por qué Chávez perdió tres millones de votos que se quedaron en la abstención.
En realidad el que perdió esos votos fue el referendo. En primer lugar porque el socialismo no se decreta desde arriba ni por referendo, si es el del siglo XXI. Se construye cotidianamente y a escala mundial, y por cualquier persona o colectivo de personas, dado que ya no consiste en la apropiación de todos los medios de producción por parte del Estado como ocurrió en el siglo XX.
Cada vez que la humanidad como un todo se defiende a sí misma de la hecatombe, esta sí verdadera, que le plantea el desarrollo del capital a escala mundial con su capacidad de destruir el planeta, cada vez que un grupo de jóvenes se organiza para defender la naturaleza, o un grupo de mujeres para defender sus derechos, o un grupo de gays, de lesbianas o de travestis para sacudirse de su discriminación, cada vez que los indígenas marchan, o que los pobres asumen los gobiernos locales o nacionales, se está construyendo el socialismo del siglo XXI. Porque dicho concepto se equipara al de la democracia global y la democracia no se decreta sino que se construye incluso desde la esfera de la vida familiar.
En segundo lugar, el referendo perdió porque Chávez, más preocupado en las cosas internacionales, descuidó la campaña de pedagogía que significaba la justa electoral. Hasta una parlamentaria colombiana llegó a afirmar que en el referendo se les iban a quitar los niños a los venezolanos y que se acababa por completo la propiedad privada. No se encuentra ningún artículo sobre el particular pero muchos venezolanos creyeron el embuste dado que la oposición fue más capaz de comunicar estos mensajes que el gobierno en responderlos.
En tercer lugar, y creo que esto es lo más importante, porque los chavistas no quieren que Chávez se perpetúe en el poder imitando el modelo cubano y porque están hastiados de los enormes niveles de corrupción que se han generado en la burocracia oficial. El verdadero enemigo de Chávez lo tiene adentro. A pesar de renombrados avances en la lucha contra la pobreza y en la distribución social a los más pobres de los beneficios del petróleo, que es el tema central de la política venezolana, los programas no logran eficacia y éxito por la enorme fuga de dineros públicos que van a parar a los nuevos ricos, dispuestos a votar por Chávez, pero no por un referendo que le quita los privilegios. Numerosos gobernadores y alcaldes chavistas, simplemente no hicieron campaña, como cualquier avezado clientelista de Colombia.
Se impone en el inmediato futuro un profundo proceso de autocrítica en el movimiento llamado ahora PSUV, que ojalá recobre su pluralismo político inicial, destruya toda la maquinaria clientelista enemiga de la democracia y recuerde la frase del maestro de Bolívar, Simón Rodríguez: "Si los latinoamericanos imitamos, erramos; necesario es crear".
Senador Gustavo Petro, del Polo Democrático Alternativo de Colombia
Cambio - Colombia
http://www.cambio.com.co/mundocambio/753/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-3847175.html
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