El presidente de Bolivia, Evo Morales, se mostró hoy dispuesto a revisar su proyecto de Constitución para llegar a un acuerdo con sus opositores que pacifique el país, donde la violencia se ha cobrado 16 vidas en la región de Pando, declarada en estado de sitio. Morales aseguró hoy sábado a corresponsales extranjeros que sus bases le han autorizado a revisar la parte autonómica del nuevo texto constitucional con el que pretende refundar el país, pero con la premisa de que sea 'por la unidad del país'.
La situación más grave persiste en la norteña y amazónica región de Pando, donde el Ejecutivo decretó ayer viernes el estado de sitio por el creciente número de víctimas en el enfrentamiento (el Gobierno rechaza este término y lo define como 'masacre') entre opositores y seguidores al presidente Morales.
Según el último informe del Ministerio de Gobierno (Interior), el número de muertos se eleva ya a 16, tras el hallazgo de varios cadáveres en un monte y en las orillas de un río cercanos al lugar del choque, el poblado de Porvenir a poca distancia de la capital pandina de Cobija.
El presidente de Bolivia responsabilizó de la matanza al prefecto de Pando, el opositor Leopoldo Fernández. 'Lo que pasó en Cobija con metralletas, sicarios y narcotraficantes brasileños y peruanos operando bajo el mando del prefecto de Pando es muy grave', aseveró.
Completamente distinta es la versión del gobernador pandino, que acusa al Ejecutivo y a los sectores afines a Morales de haber causado los incidentes violentos en su región.
Uno de los últimos episodios de violencia se produjo en la tarde del viernes en el aeropuerto de Cobija, donde hubo un tiroteo entre militares y opositores. Murieron un soldado -de 18 años según informó hoy el canal estatal- y un civil.
La situación de Pando, y concretamente de su capital, tras decretarse el estado de sitio, es de tensión y temor entre sus habitantes, según testimonios desde el lugar recabados telefónicamente por Efe.
La red Erbol reportó hoy que el estado de sitio se cumple 'a medias' en Cobija donde, según este medio, un grupo de autonomistas asaltó anoche dos tiendas de venta de armas de la ciudad, cuando ya se había decretado el estado de sitio.
Tras Pando, el presidente Morales dijo que no ampliará esta medida excepcional en otros puntos conflictivos del país si cesan los ataques contra instituciones del Estado y contra infraestructuras energéticas.
El Gobierno de Morales ha reforzado la presencia militar en los focos conflictivos. El diario paceño La Razón, citando fuentes militares, publica hoy que varias compañías del ejército se desplegaron hacia las regiones de Beni, Pando y Tarija y que quince tanquetas han salido desde La Paz rumbo a Santa Cruz.
Bolivia vive desde hace semanas una ola de protestas contra el Gobierno en varias regiones del país controladas por la oposición que ha derivado en violencia desde el pasado martes.
Los prefectos opositores de Santa Cruz, Beni, Pando, Tarija y Chuquisaca reclaman a Morales la devolución de los ingresos petroleros que recibían sus regiones por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y que el Gobierno recortó para pagar una ayuda directa a la vejez.
Estos gobernadores han impulsado además procesos de autogobierno en sus regiones que el Ejecutivo no reconoce por 'ilegales' y 'separatistas'. También rechazan frontalmente la Constitución que impulsan Morales y sus bases.
EFE
Morales culpa a gobernador y sicarios por muertes en Pando
El presidente Evo Morales dijo que ‘‘sicarios brasileños y peruanos'' con la protección de un gobernante opositor tuvieron activa participación en la muerte de por lo menos 16 personas en el noroccidental departamento de Pando, epicentro de una explosiva situación social por la que atraviesa Bolivia.En tanto, el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo desde esa región que las fuerzas armadas "han tenido dificultades logísticas para ejecutar el estado de sitio'' que decretó el gobierno el viernes.
El ministro de Salud, Ramiro Tapia, comentó a la emisora Erbol que todavía había disparos aislados que impidieron a los militares tomar el control de toda la ciudad de Cobija por la acción de grupos opositores ilegales.
Tapia dijo que la misión humanitaria de su despacho no pudo auxiliar a los heridos hasta el sábado en la noche.
Quintana llamó al prefecto (gobernador) opositor Leopoldo Fernández a permitir el despliegue militar en la zona y advirtió que si no lo hace será detenido. Horas antes Fernández dijo que resistirá la ocupación.
El la ciudad de Guayaramerín, cercana a Cobija también la situación era tensa.
"Tenemos 16 cadáveres encontrados'', dijo el sábado el ministro de Gobierno Alfredo Rada a radio Fides. "Y a estas alturas tenemos otros reportes de que hay más cadáveres que en los próximos días van a ser recogidos'', agregó.
"Hay cuerpos se encuentran aún en el monte y las orillas del río cercanas a la zona del enfrentamiento a la espera de ser evacuados'', dijo el ministro. No precisó el número exacto de esos cadáveres ni tampoco el motivo del porqué no se los recoge de inmediato.
Morales, a su vez, dijo en rueda de prensa que "esa gente fue masacrada. Eso es grave, muy grave por cierto''. Afirmó que no se trató de ningún enfrentamiento y que esos episodios fueron "una masacre con metralletas'', en la que participaron "narcotraficantes, sicarios brasileños y peruanos bajo el mando del prefecto (gobernador) del departamento de Pando'', Leopoldo Fernández.
La cancillería peruana emitió en Lima un comunicado en el que expresó preocupación por la presunta participación de sicarios peruanos y señaló que "se está solicitando a las autoridades bolivianas la información que sustente tal presunción''.
Fernández negó todo tipo de responsabilidad en los episodios en Pando.
"No tengo que salir a defenderme de nada ya que no tengo nada que ver'' en los incidentes, dijo Fernández a radio Fides. "El gobierno tiene una tremenda habilidad para distorsionar las cosas y sus argumentos son los de siempre, acusar sin sentido''.
El mandatario expresó que se vio obligado a decretar el estadio de sitio después que soldados del ejército tomaron el control del aeropuerto de la ciudad de Cobija, capital de Pando y fronteriza con Brasil, y realizaron disparos para dispersar a los manifestantes.
Se mostró dispuesto a dictar el estado de sitio a las otras tres regiones rebeldes si continúan los disturbios, pero se declaró optimista de pacificar el país a través de un diálogo que comenzó en la víspera.
El estado de sitio prohibe las reuniones, el tránsito de más de tres personas en horas de la madrugada y la prohibición de portar armas.
Horas después de hablar en la casa de Gobierno, Morales dio un discurso en el departamento, de Cochabamba, en el centro del país, y dijo que mantendrá el estado de sitio en Pando, "para evitar que sigan masacrando a los pobres''.
"Yo soy enemigo del estado de sitio'', destacó Morales durante un acto por la entrega de ambulancias a diversos municipios. "Pero en este caso el estado de sitio es para defender a la vida''.
La mandataria chilena Michelle Bachelet en su calidad de presidenta de la Unión de Naciones Sudamericanas, convocó a sus colegas a una reunión para evaluar la crisis boliviana. ‘‘No queremos permanecer impávidos ante la situación que nos preocupa y es por eso que hemos decidido juntarnos el lunes'', afirmó.
En Cochabamba, Morales le dio el visto bueno a esa reunión y agradeció a todos sus eventuales participantes.
"Esto quiere decir que no estamos solos ni en Bolivia ni en el mundo'', dijo Morales, quien no confirmó si estará presente en esa reunión.
Aunque las protestas se iniciaron por la devolución de los fondos que el gobierno descontó a las regiones para pagar un bono a los ancianos, la disputa es esencialmente el rechazo de regiones que impulsan su autonomía al proyecto constitucional que promueve Morales, la misma que debe ser aprobada en un referendo.
El mandatario boliviano dijo el sábado que no quiere romper relaciones con Washington, a pesar de que el miércoles declaró persona no grata al embajador estadounidense Philip Goldberg y pidió su salida del país tras acusarlo de confabular con sus opositores. El diplomático aún continuaba en Bolivia.
El Nuevo Herald
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/story/284238.html
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