jueves, 20 de marzo de 2008

Feligreses veneran la imagen del Nazareno de San Pablo



Ya es una tradición entre los venezolanos que todos los miércoles santos se venere la imagen del Nazareno de San Pablo, por lo cual, cientos de feligreses se dirigen hasta la Basílica de Santa Teresa, en el centro de Caracas. Como reportó Globovisión, desde la madrugada del miércoles, los fieles han llegado a esta Iglesia y a las 6 se realizó la primera misa de la mañana.

Las autoridades eclesiásticas han pedido a quienes se acerquen hasta la Iglesia que no lleven velas, puesto que no se les permitirá la entrada. De igual forma, han recomendado llevar agua para prevenir deshidrataciones y evitar ir con niños, debido a la cantidad de personas que llegan al lugar.

Destaca Globovisión que a la 1 de la madrugada del miércoles, se iniciaron las misas en la Basílica y se realizará una cada hora, oficiadas por diferentes sacerdotes. La del mediodía estará presidida por el arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino; la de las 5 de la tarde, por el Nuncio Apostólico, Giacinto Berlocco; y la de las 8 de la noche se realizará en la Plaza Caracas. Como resalta Unión Radio, en total se realizarán 18 misas.

Este miércoles también se llevará a cabo la procesión del Nazareno de San Pablo, la cual comenzará a las 6 de la tarde y saldrá de Santa Teresa hacia la esquina de Ciprés. Informa Unión Radio que ésta pasará por la avenida Lecuna, y posteriormente por Plaza Miranda, continuará por la avenida Baralt hasta llegar a Plaza Caracas, donde se oficiará una de las misas, luego de la cual la procesión seguirá por la esquina de San Pablo. Agrega Unión Radio que el recorrido comprende el paso frente al Teatro Municipal y que culminará en la Basílica de Santa Teresa.

Globovisión recoge las declaraciones del jefe de operaciones del cuerpo de Bomberos Metropolitanos, comandante Delio Martínez, quien señaló que hasta las 8:30 de la mañana habían atendido a 65 personas. Asimismo, el funcionario comentó que cuentan con funcionarios tanto dentro como afuera de la Basílica.
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El Nazareno de San Pablo

por Alfonso Fernández, Diario El Aragueño

En Venezuela, la Semana Santa se concentra principalmente alrededor de la procesión de la imagen del Nazareno de San Pablo, una tradición que se ha extendido a todos los rincones del país, y que congrega a miles de fieles el Miércoles Santo.

Pero la semana religiosa comienza ya en la madrugada del Viernes del Concilio previo al Domingo de Ramos cuando los palmeros de Chacao suben al Ávila, en cuyas faldas se asientan los valles de la Gran Caracas.

En este mítico monte, de más de 2.000 metros sobre el nivel del mar, hombres y mujeres de todas las edades recogen, en la llamada "Cueva de los Palmeros", las palmas que al día siguiente bajan a la Plaza Bolívar de Chacao donde son recibidas por las campanas, rememorando la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.

El lunes las celebraciones se trasladan al populoso barrio de Petare, uno de los más agitados y convulsos de la ciudad en el que tiene lugar el Jesús Cautivo.

La imagen sale en procesión hasta el Palacio Municipal y el párroco pide al alcalde la liberación de uno de los presos por buen comportamiento, acompañado por presos excarcelados años anteriores, es uno de los momentos más emotivos de la Semana Santa de la capital.

DESDE EL SIGLO XVII

Y llega ya el gran acontecimiento de la semana: El Miércoles Santo y la concentración en torno a la imagen del Nazareno de San Pablo, una de las mayores manifestaciones de fe de Venezuela.

La devoción del Nazareno de San Pablo se remonta a finales del Siglo XVII, cuando la ciudad de Caracas se encontraba desolada por el azote de la epidemia de peste del vómito negro.

Cuenta la tradición que al sacar la imagen en procesión, ésta se enredó en un limonero del que se desprendieron varias de sus frutas, por lo que el pueblo vio en ello (aún no se conocían los efectos curativos del limón) un remedio a la enfermedad.

La devoción popular hizo el resto, y desde entonces en el Miércoles Santo los feligreses acuden a la Basílica de Santa Teresa a venerar la imagen del Nazareno, engalanada con más de 10 mil orquídeas, la Flor Nacional de Venezuela.

El Nazareno recibe el nombre de San Pablo tras pasar sus dos primeros siglos en el antiguo templo de San Pablo "El Ermitaño" hasta que el gobierno anticlerical de Antonio Guzmán Blanco acabó con el templo en 1876 para erigir el actual Teatro Municipal de Caracas.

Sin embargo, caprichos de la historia y cuestiones conyugales impidieron la eliminación del culto al Nazareno de San Pablo, y le otorgaron un mejor alojamiento.

La esposa del General Guzmán Blanco, Ana Teresa, gran devota de la imagen, cayó en una aguda tristeza, por lo que el General se vio obligado a congraciarse con ella con la construcción de la Basílica de Santa Teresa en la que desde 1881 se encuentra el Nazareno.

Sorprende comprobar el celo con el que el General Guzmán Blanco restituyó la imagen. Al constatar que en el santoral no existía una mujer llamada Ana Teresa, decidió encargar una basílica con dos puertas (de Santa Ana y Santa Teresa) y un altar en el medio, caso atípico en la arquitectura eclesiástica venezolana.

El céntrico barrio de El Silencio se convierte desde entonces en un hervidero de fieles devotos quienes, desde primeras horas de la mañana y hasta bien entrada la noche, se agolpan en las puertas de la Basílica para dar gracias a Jesucristo.

Durante todo el día se celebra en la iglesia una misa cada hora, 18 en total, para honrar la imagen y permitir a los numerosos feligreses realizar las promesas al Nazareno de San Pablo.

A media tarde, la imagen es portada en procesión a hombros de 60 miembros de la Cofradía de Cargadores del Nazareno por las céntricas calles de Caracas, acompañada por la Banda de Música del Ejército de Venezuela que interpreta diversas canciones procesionales.

RELIGIOSIDAD POPULAR, TRADICIÓN VENEZOLANA

En palabras del Monseñor Adán Ramírez, párroco de la Basílica de Santa Teresa donde se encuentra alojada la imagen del Nazareno, "la gran religiosidad popular es algo característico de Venezuela, y en el caso del Nazareno de San Pablo es una tradición que ha pasado de abuelos a padres y de padres a hijos".

"El cariño y la veneración por el Nazareno de San Pablo es tal que la Basílica de Santa Teresa es una de las pocas que permanece abierta en Caracas todo el día, todos los días del año", comenta Monseñor Ramírez.

Entre la mitología popular se ha extendido la creencia de que la imagen del Nazareno va encorvándose con el paso de los años.

"No se sabe si por el peso de la cruz o por el de los pecados que carga en su espalda, no me he parado a medir la distancia entre la cabeza y el piso", comenta entre sonrisas Monseñor Ramírez.

Aunque la tradición nació en Caracas, la veneración por el Nazareno de San Pablo alcanza los más remotos pueblos de Venezuela, y existen réplicas en Barquisimeto, estado Lara; y en Achaguas, estado Apure.

El Nazareno de Apure está íntimamente relacionado en la celebración a la Independencia, pues el prócer José Antonio Páez prometió encargar la réplica si salía victorioso de la Batalla de Carabobo contra las tropas españolas en 1821, promesa que cumplió en 1835.

Paradójicamente, Páez encargó la réplica a un maestro sevillano, Merced Rada, que realizó una escultura de 1,80 metros de altura, en cuya base de madera se lee la inscripción "José Antonio Páez".

Al Nazareno de Apure se le atribuyen también diversos "milagros" como la atracción de lluvias en época de sequía y la contención de los ríos en las frecuentes crecidas.

Para concluir las celebraciones de la Semana Santa en Caracas, el Viernes Santo tiene lugar la llamada visita a los Siete Templos, entre los que se encuentran la Catedral, Corazón de Jesús, Las Mercedes, San Francisco, Altagracia, Santa Capilla y la propia Santa Teresa.

Los creyentes realizan la visita de los "Siete Templos" a pie, normalmente aprovechando la cercanía de numerosas iglesias en el casco antiguo de la ciudad, lo que conforma un espectacular peregrinaje por las ya de por sí bulliciosas calles del centro histórico caraqueño.

Fuente: Caracas Virtual
http://www.caracasvirtual.com/tradicionnaza.asp
http://globovision.com/news.php?nid=82111
http://www.unionradio.com.ve/Noticias/Noticia.aspx?noticiaid=235280

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El limonero del Señor


En la esquina de Miracielos
agoniza la tradición.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor...?
Miracielos; casuchas nuevas,
con descrédito del color;
antaño hubiera allí una tapia
Y una arboleda y un portón.

Calle de piedra; el reflejo
encalambrado de un farol;
hacia la sombra, el aguafuerte
abocetada de un balcón,
a cuya vera se bajara,
para hacer guiños al amor,
el embozo de Guzmán Blanco
En algún lance de ocasión.

En el corral está sembrado,
junto al muro, junto al portón,
y por encima de la tapia
hacia la calle descolgó
un gajo verde y amarillo
el limonero del Señor.
Cuentan que en pascua lo sembrara,
el año quince, un español,
y cada dueño de la siembra
de sus racimos exprimió
la limonada con azúcar
Para el día de San Simón.

Por la esquina de Miracielos,
en sus Miércoles de dolor,
el Nazareno de San Pablo
Pasaba siempre en procesión.

Y llegó el año de la peste;
moría el pueblo bajo el sol;
con su cortejo de enlutados
pasaba al trote algún doctor
y en un hartazgo dilataba
su puerta «Los Hijos de Dios».

La Terapéutica era inútil;
andaba el Viático al vapor
Y por exceso de trabajo
se abreviaba la absolución.

Y pasó el Domingo de Ramos
y fue el Miércoles del Dolor
cuando, apestada y sollozante,
la muchedumbre en oración,
desde el claustro de San Felipe
hasta San Pablo, se agolpó.

Un aguacero de plegarias
asordó la Puerta Mayor
y el Nazareno de San Pablo
salió otra vez en procesión.
En el azul del empedrado
regaba flores el fervor;
banderolas en las paredes,
candilejas en el balcón,
el canelón y el miriñaque
el garrasí y el quitasol;
un predominio de morado
de incienso y de genuflexión.

—¡Oh, Señor, Dios de los Ejércitos.
La peste aléjanos, Señor...!

En la esquina de Miracielos
hubo una breve oscilación;
los portadores de las andas
se detuvieron; Monseñor
el Arzobispo, alzó los ojos
hacia la Cruz; la Cruz de Dios,
al pasar bajo el limonero,
entre sus gajos se enredó.
Sobre la frente del Mesías
hubo un rebote de verdor
y entre sus rizos tembló el oro
amarillo de la sazón.

De lo profundo del cortejo
partió la flecha de una voz:
—¡Milagro...! ¡Es bálsamo, cristianos,
el limonero del Señor...!

Y veinte manos arrancaban
la cosecha de curación
que en la esquina de Miracielos
de los cielos enviaba Dios.
Y se curaron los pestosos
bebiendo el ácido licor
con agua clara de Catuche,
entre oración y oración.

Miracielos: casuchas nuevas;
la tapia desapareció.
¿Qué mano avara cortaría
el limonero del Señor...?
¿Golpe de sordo mercachifle
o competencia de Doctor
o despecho de boticario
u ornamento de la población...?

El Nazareno de San Pablo
tuvo una casa y la perdió
y tuvo un patio y una tapia
y un limonero y un portón.
¡Malhaya el golpe que cortara
el limonero del Señor...!

¡Mal haya el sino de esa mano
que desgajó la tradición...!
Quizá en su tumba un limonero
floreció un día de Pasión
y una nueva nevada de azahares
sobre la cruz desmigajó,
como lo hiciera aquella tarde
sobre la Cruz en procesión,
en la esquina de Miracielos,
¡el limonero del Señor...!

Andrés Eloy Blanco

http://www.analitica.com/Bitblio/aeb/limonero.asp



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