jueves, 27 de marzo de 2008

La prensa bajo asedio del gobierno de Venezuela

Periodistas de la oposición venezolana leen el periódico Tal Cual.



Es media tarde en Caracas y tres de los seis canales de TV del gobierno están trasmitiendo el mismo programa: el presidente Chávez hablando sobre las mejoras en los hospitales. La única estación antigubernamental --Globovisión, que tiene noticias las 24 horas-- está trasmitiendo la conferencia de prensa de un partido de la oposición, que protestando contra la política alimentaria.

En Venezuela lo que se imprime o sale al aire tiene mucho que ver con quién controla los periódicos, la radio o la televisión. Y hoy, cada vez más, eso significa el gobierno.

"Es una revolución mediática'', dijo Marcelino Bisbal, profesor de Estudios Mediáticos en la Universidad Católica de Caracas.

Las relaciones entre los medios y el gobierno de Venezuela serán un punto importante en la agenda de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), que este fin de semana celebra su reunión anual en Caracas.

Cuando Chávez llegó al poder hace nueve años sólo había un canal de televisión estatal --VTV--, además de una agencia de noticias y un par de estaciones de radio gubernamentales.

Según Bisbal, ahora el estado tiene seis estaciones nacionales de televisión, más de una docena de estaciones de radio y por lo menos 130 sitios de internet. Una docena de estaciones de TV comunitarias y hasta 250 estaciones de radio comunitarias también son controladas por el gobierno.

Además, el Presidente puede monopolizar todas las ondas de radio y televisión cuando le parezca conveniente para sus discursos políticos. Esas cadenas han trasmitido durante más de 1,000 horas desde 1999.

La ofensiva mediática del gobierno empezó después que canales privados de TV apoyaran una breve intentona de golpista en abril del 2002. Chávez citó esos hechos como razón el año pasado de no renovar la licencia de la opositora RCTV.

Chávez ha amenazado frecuentemente con cerrar también Globovisión si no cambia su posición antigubernamental, aunque esta semana el ministro de Información Andrés Izarra dijo que no está de acuerdo con la medida.

El gobierno ha creado una nueva imprenta estatal para producir millones de libros y la antigua agencia de prensa Venpress ha sido renovada y ahora se llama Agencia Bolivariana de Noticias.

Los dos grandes periódicos del país, El Universal y El Nacional están firmemente en el campo opositor. Pero el tabloide Ultimas Noticias y otros medios privados simpatizan con el gobierno como resultado de compras por parte de intereses privados cercanos, y algunos dicen financiados, por el gobierno.

El contraste entre la primera plana del diario VEA puede ser mayor.

El lunes, por ejemplo, la principal nota de VEA era sobre la quema de efigies de Condoleezza Rice y la compañía Exxon-Mobil, que disputa una batalla jurídica sobre la expropiación de sus instalaciones. El Nacional publicó ese mismo día un gran titular sobre la corrupción en la familia de Chávez.

Izarra se queja de que la oposición practica "terrorismo mediático'', supuestamente a instancias de Washington y de la SIP.

Sin embargo, Izarra defiende el controversial programa de VTV La Hojilla, cuya mezcla de ataques personales, cruda chismografía e información extraída de documentos robados, es criticada hasta por algunos partidarios del gobierno.

Eduardo Bertoni, antiguo relator de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, dice que La Hojilla, que Chávez considera su programa favorito, es un excelente ejemplo de "la utilización de recursos del Estado para propaganda del gobierno''.

Bertoni, director ejecutivo de la Fundación Debido Proceso Jurídico, describe la política oficial de medios de "absolutamente hipócrita''.

Lo que publican los medios estatales, dice, es "exactamente el tipo de cosa que ellos critican en los medios privados, aunque el Estado tenga el deber de evitar el partidismo''.

Muchos venezolanos del sur de la Florida también tienen una perspectiva pesimista sobre la libertad de prensa en su país.

La crítica no es parte de la "cosmovisión de Chávez pero, en la época que vivimos él se siente obligado a dar la apariencia de una cierta apertura para evitar la condena mundial'', dijo el escritor Alexis Ortiz, de 60 años y quien vive en Miami. "Es por eso que en Venezuela hay un simulacro de libertad de prensa, pero en realidad se silencia a los que quieren hablar pero no son dóciles con el gobierno''.

Ortiz y otros expatriados se refieren a los medios indirectos que el gobierno de Chávez utiliza para presionar a la prensa, como crudas auditorías de impuestos o la cuestionable suspensión de licencias de negocio.

"No hay una sanción abierta del Estado, usan otros instrumentos'', dijo Paul Sfeir, de 42 años y director de Radionexx.com, una estación de radio del Doral que se centra en temas venezolanos.

El gobierno crea una atmósfera de temor permitiendo algunas críticas pero castigando otras, dijo Sfeir. El gobierno le prohíbe a la prensa entrevistar a médicos sobre la salud mental de Chávez pero permite que se mencione la corrupción gubernamental.

"La gente se ve presionada a la autocensura porque no sabe cómo va a reaccionar el gobierno'', dijo Sfeir.

El complicado estado de la libertad de prensa se ve agravado por un sistema judicial que está aliado con el gobierno o recibe presiones de éste, dijo Manuel Corao, editor y propietario de Venezuela al Día, un periódico de la comunidad venezolana del sur de la Florida.

"No hay una administración de justicia independiente y eso ayuda al Presidente a limitar la libertad de prensa'', dijo Corao, de 60 años.

Bisbal, el profesor de Estudios Mediáticos, calcula que el impacto de la propaganda gubernamental, aunque difícil de medir, es "relativamente pequeño'' en comparación con la escala de la inversión. Hasta el mismo Chávez admite que "casi nadie ve'' TVes, el canal gubernamental que reemplazó a RCTV.

Sin embargo, Bisbal declaró a The Miami Herald que "hay un problema''. Y es que "poco a poco, se están apoderando de todo el espectro de los medios de comunicación del país''.

Por Phil Gunson

Especial para The Miami Herald

http://www.elnuevoherald.com/167/story/180621.html



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