El gobierno intensificó el viernes la persecución de los manifestantes que participaron en las protestas antichinas en la capital del Tíbet, al tiempo que millares de soldados llegaban a pie, en camiones y helicópteros a zonas tibetanas en el oeste de China.
La violencia en Lhasa fue una osada expresión de desafío a Beijing contra los 57 años de régimen chino y desató manifestaciones solidarias en provincias vecinas, ante lo cual el gobierno cubrió una zona extensa con soldados y advirtió a los turistas y a los periodistas extranjeros que se alejen.
El gobierno comunista chino, abochornado por las críticas internacionales a su respuesta, ha responsabilizado de la agitación al líder espiritual del Tíbet, el Dalai Lama, y a sus seguidores. También ha dicho que sigue estando apto para organizar los Juegos Olímpicos de Beijing.
Mientras tanto, las fotografías de 21 hombres buscados en relación con los disturbios de los últimos días en Lhasa fueron publicadas en los principales sitios de internet chinos.
También el viernes, la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, se reunió con el Dalai Lama en la India y llamó a la comunidad internacional a denunciar la forma en que Beijing ha respondido a las protestas antigubernamentales en el Tíbet.
"Si las personas amantes de la libertad en todo el mundo no denuncian la opresión de China en China y en el Tíbet, habremos pedido toda autoridad moral para pronunciarnos en nombre de los derechos humanos en cualquier parte del mundo", dijo Pelosi, una de las voces más duras contra China en el Congreso estadounidense.
La dirigente legislativa hizo las declaraciones ante millares de entusiastas tibetanos en Dharmsala, donde está ubicado el gobierno tibetano en el exilio. Pelosi, al frente de una delegación de legisladores, fue recibida por el Dalai Lama.
El Nuevo Herald
http://www.elnuevoherald.com/167/story/177865.html
1 comentario:
Lo peor de la economía occidental se amalgama con lo peor de las dictaduras de estado y forman la actual China. Y lo peor de lo peor es que a casi todos, en occidente, les resulta cómodo tener 1.500 millones de esclavos que no requieren atención.
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