jueves, 3 de abril de 2008

Revolución de Chávez, cada vez más "escuálida"


En la capital de Venezuela se palpa descontento y hastío con la política y las actuaciones del Presidente.

Hastío. Ese es el sentimiento que muestra Caracas con respecto a la política, a las locuras y la eterna pelea del presidente Hugo Chávez contra los medios de comunicación independientes, y ante los escándalos diarios que salpican a su régimen. En la capital de Venezuela hay tranquilidad. Y aunque se nota el descuido en sus calles y el tránsito es un dolor de cabeza insufrible, no existen los síntomas de decadencia que los más recalcitrantes opositores al régimen pretenden mostrar. Sólo la gran diferencia entre el precio oficial del dólar y el que fija el mercado negro indican que algo grave se está cocinando.

Aunque con dificultades evidentes, causadas más por los afanes de sacar tajada de los funcionarios o por sus torpezas, no es difícil el acceso a la carne, al pollo, a los huevos o al aceite de cocina. Y es ilimitada la posibilidad de encontrar excelentes restaurantes, que por precios normales en los estándares internacionales ofrecen una gastronomía de notable calidad.

La lengua que camina

Dentro de la normalidad de una urbe des cinco millones de habitantes, se pueden ver los contrates propios de las ciudades latinoamericanas, donde al lado de los barrios más exclusivos se instalan las invasiones más pobres. Por eso es notorio el poco avance de las consignas revolucionarias de Chávez.

El incesante repicar de las más de tres mil emisoras y canales de televisión que el Gobierno ha repartido entre sus partidarios y amigos, repite hasta el cansancio las consignas oficiales. Al otro lado, los diarios, emisoras y canales independientes padecen la presión permanente de un régimen incapaz de tolerar la crítica, ni siquiera de sus copartidarios. Lo que no les impide arreciar sus denuncias contra un gobierno que ‘da papaya’ cada minuto.

Allí está la clave de la confrontación en la que hoy está comprometido Chávez, para defender su régimen, con la locuacidad que ha llevado a calificarlo como “la lengua que camina por América Latina”, un refrán fabricado con la ironía y el escepticismo propio del Caribe que habita las calles caraqueñas.

Es la guerra mediática, consecuencia del esfuerzo por silenciar los medios que a diario destapan escándalos como el clandestino banco iraní, el enriquecimiento de la familia presidencial o la manipulación de la justicia en el caso del asesinato del fiscal Danilo Anderson, para desviar la atención sobre los verdaderos responsables. En fin, en la denuncia constante de los fracasos de un régimen que habla mucho y hace poco, y que de socialista sólo parece quedarle el nombre. Por eso, la gente que antes lo seguía empieza a darle la espalda.

Tal ofensiva explica la obsesión de Chávez por neutralizar la prensa libre. Por ella, para la Sociedad Interamericana de Prensa, SIP, fue difícil encontrar un hotel donde realizar su sesión de medio año. Y más se demoró en llegar a un acuerdo con el Caracas Palace, frente a la plaza Altamira, que en recibir como respuesta la instalación del Encuentro Latinoamericano contra el Terrorismo Mediático, que se celebró dos cuadras arriba, en el centro cultural Rómulo Gallego. Y en decretar una cadena de seis horas desde un colegio, que impidió transmitir la instalación de la SIP, mientras funcionarios de la Policía Política trataban, sin éxito, de instalar cámaras en los salones donde se celebraba la cumbre del periodismo americano.

¿Prohibido prohibir?

A la par con los escándalos de corrupción y abusos de poder, los rumores sobre los computadores de ‘Raúl Reyes’ siguen causando revuelo en Venezuela. Y no dejan de aparecer las pintorescas salidas del presidente Chávez, que serían un chiste más si no vinieran de la primera autoridad de Venezuela.

A manera de ejemplo puede citarse la última de sus propuestas, la apertura de una hacienda en la cual se llevarán miles de búfalos traídos del Asia que se supone producirán la leche necesaria para reemplazar las importaciones. Según los cálculos chavistas, será una verdadera revolución que acabará con la escasez que denuncian los medios de comunicación.

En la misma ceremonia, el Mandatario atacó la manzana, como “símbolo del imperialismo”. Y acto seguido, ordenó a los venezolanos consumir sólo la guayaba, “el fruto revolucionario”, símbolo del amor patriótico.

Por alguna razón, el Gobierno bolivariano expidió un decreto prohibiendo cualquier comentario sobre la salud mental del presidente Hugo Chávez.

Del fervor a la indiferencia

Tantas idas y venidas y tanta prosa derramada, crearon un ambiente tenso, que paraliza la economía e intranquiliza al consumidor, atento a comprar dólares hasta por el doble del precio oficial.

Y están produciendo en el venezolano de la calle, en especial en el chavista, una especie de aburrimiento que lo lleva a la indiferencia. Por eso, a pesar de contar con la enorme capacidad de difusión de los medios oficiales, el Encuentro contra el Terrorismo Mediático contó con una melancólica asistencia, superada en número por los encargados de repartir toneladas de impresos que le hacen propaganda a Chávez y atacan a cualquiera que no comulgue con su revolución, empezando por Uribe y por Colombia.

La marcha contra la SIP, el monstruo imperialista que tanto preocupa a Chávez, no tuvo más de 50 participantes, incluidos los miembros del grupo Teatro Extremo, debidamente pagados para llevar los zanqueros y los polvoreros que inútilmente trataron de animar a los escasos participantes. Para usar un término chavista, fue una manifestación escuálida.

Atrás quedaron las enormes movilizaciones de hace años, cuando la revolución parecía ser una realidad. Al frente empiezan a aparecer los intentos de los chavistas acomodados, los nuevos ricos conocidos como la ¨boliburguesía’, por salir de Chávez sin soltar las riendas del poder. Y en todas partes de Caracas se siente la necesidad de terminar con una de las épocas perdidas en la historia de Venezuela.

Datos

• El 85% de las estaciones de televisión que operan en Venezuela son propiedad del Estado. El 64% de los venezolanos no creen en los medios de comunicación.

• Según se conoció en la reunión de la SIP, la gran mayoría de periódicos venezolanos no tienen provisiones de papel. Las existencias sólo servirán para una semana.

• La reunión de la SIP se realizó del 28 al 30 de marzo en Caracas. Allí se dieron a conocer 24 informes sobre la situación de la prensa en igual número de países.

El País (Colombia)
Luis Guillermo Restrepo S.

http://www.megaresistencia.com/portada/content/view/1769/1/


2 comentarios:

Lothar Seifert dijo...

TASHI DELEK, Namaste, Guten Tag

Free Tibet and freedom for all people in the world. Freiheit für Tibet und alle Menschen auf der Welt.
Site: Dalai Lama and Dharamsala

LOVE AND PEACE
Your in dharma
Lothar

Anónimo dijo...

Hola, Tashi Delek:

Muy bien, pòndré un enlace a esa página.

Saludos

Love and Peace