Lo único oficial es que no se debe hablar del tipo de cambio dual ni mencionar la palabra devaluación. Pero el esquema ya está listo y los primeros pasos para instaurarlo han sido dados con el silencio absoluto de las autoridades que elaboran la nueva política cambiaria, quienes tienen orden estricta de negarlo a toda costa para impedir que se produzca una matriz de opinión contraria a una decisión tan impopular.
Sin anuncios formales, pero sin pausa y de manera paulatina, el Gobierno adelanta la estrategia para encarecer la divisa estadounidense.
En su programa dominical, el ex vicepresidente José Vicente Rangel aseguró que el tipo de cambio dual será una realidad en pocos meses, y que eventualmente serán anunciados en Ga ceta Oficial los rubros prioritarios que continuarán recibiendo dólares a través de la Comisión de Administración de Divisas.
Mientras, un segundo esquema con bandas de precios se establecerá para otras actividades, como los dólares para viajeros y productos suntuarios.
Minutos más tarde, en una rueda de prensa ofrecida por los ministros de Alimentación, Félix Osorio; de Industrias Ligeras y Comercio, William Conteras; y de Agricultura y Tierras, Elías Jaua, surgió la duda sobre las implicaciones del cambio dual en los precios de los alimentos.
La tensión se notó en los rostros de los ministros y en sus respuestas. Contreras se limitó a decir que su despacho no estaba autorizado para hablar del tema y que las declaraciones de Rangel no eran oficiales, sino a título personal. Mientras, Osorio indicó que garantizaba que ese tema "ni siquiera se había tocado en Consejo de Ministros".
A la Bolsa. Si todo sale como está planeado, en junio estaría completamente instalado el sistema de subastas de bonos de la deuda pública a través de la Bolsa de Valores de Caracas, que permitirá a empresas y ciudadanos acudir a ese corro para adquirir las divisas, pero a un costo superior al ofrecido por Cadivi.
Sólo las firmas de bienes esenciales, remesas y estudiantes continuarán disfrutando del tipo de cambio a 2,15 bolívares por dólar. El resto, incluidos los viajeros, deberán atenerse a las fluctuaciones (bandas) de una divisa cuyo promedio se espera que esté en 3,5 bolívares.
Dirigido por el ministro de Finanzas, Rafael Isea, el plan tiene la finalidad de enmendar errores de gestiones anteriores como la adquisición de notas estructuradas –con dinero del Fondo de Desarrollo Nacional– y haber permitido que el dólar paralelo se cotizara casi a 7.000 bolívares.
En un primer paso, se decidió asignar esas notas al sistema financiero local durante dos meses. Las asignaciones se iniciaron a principios de febrero y terminaron a finales de marzo.
Se colocaron 1,4 millardos de dólares en esos instrumentos y quedó un remanente en el fondo de aproximadamente 900 millones de dólares.
Para orgullo del Gobierno, gran parte de los bonos tóxicos fueron sacados del Fonden y vendidos a bancos internacionales, que los estructuraron con el compromiso de que los destruyan. Esta maniobra ha disminuido en 35% la cotización de esa divisa, según Isea.
El segundo paso será las emisiones de tres bonos de la República. La primera está pautada para la tercera semana de abril y se permitirá al segmento corporativo participar. La emisión, que será de 1,7 millardos de dólares, se manejará desde el Ministerio de Finanzas.
Fuentes ligadas al mercado bursátil han señalado que probablemente el tipo de cambio implícito, que se logra al vender el bono fuera del país para obtener los dólares ansiados, debería estar en 3.500 bolívares por dólar. Extraoficialmente se ha conocido que la inversión mínima será de entre 4.000 y 6.000 dólares y que 60% de la emisión podrá ser para personas naturales.
Se ha dicho que las empresas de alimentos, de bienes de capital y de la industria farmacéutica tendrán prioridad en esa emisión, pero no estarán exentas de solicitar vía Cadivi divisas.
Aún no se ha hablado del efecto que la compra de dólares más caros a través de bonos tendrá en el alza de los precios.
Una última etapa, que se iniciará en junio, permitirá la compra de dólares en el corro capitalino. Aunque se sabe que en la Bolsa está todo preparado para iniciar ese proceso, existen trabas como la reforma de la Ley contra Ilícitos cambiarios, que no sólo prohíbe la existencia del dólar paralelo sino también la cotización abierta. El convenio cambiario también deberá someterse a modificaciones, pues debería levantarse la prohibición de tener cuentas en dólares en el país o de recibir tal asignación anual de 5.000 dólares en efectivo.
El Nacional, Venezuela
http://www.megaresistencia.com/portada/content/view/1796/1/
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