A Chávez le importa tres pitos que el país le haya “echao un parao” el pasado 2 de diciembre. Ya está claro que no acepta un “no” como respuesta y sigue con su plan de convertir a Venezuela en un país comunista a la Chávez. Es más, sabemos que el Presidente tenía ese proyecto escondido bajo la manga antes de ganar las elecciones presidenciales del 2006 y no lo hizo público porque las encuestas revelaban el poco apoyo popular a sus ideas de origen fidelista.
Luego de la derrota de su proyecto constitucional, llegó hasta a confesar cínicamente que había perdido porque le faltó tiempo para “convencernos”. Toda esta descarada manipulación hay que tenerla en cuenta para comprender lo que nos está pasando y lo que se nos avecina.
Luego del pasado 2-D aprendimos que para Chávez las elecciones son sólo instrumentos para legitimar lo que le conviene; cuando las pierde, las ignora. Por eso en la practica –no en la verborrea– desconoce el resultado del referéndum del 2 de diciembre, contraviene la voluntad popular, nacionaliza y re-nacionaliza empresas, acaba con los sindicatos –como el de Sidor– por ser hijos del “capitalismo salvaje”, insiste en una reforma educativa para adoctrinar a los niños, crea una policía nacional, juramenta su guardia pretoriana y, si encuentra oposición, le echa la culpa al “terrorismo mediático” por lavarnos el cerebro y aprieta el torniquete a los medios tele-auditivos. En síntesis, el Presidente se hace el loco y no acepta que No, es No.
¿Nos vamos a quedar de brazos cruzados? La segunda lección es la siguiente: al encontrarse en un año electoral, Chávez enfrenta su conocida tensión entre su apuro revolucionario y la conveniencia táctica de vestirse de cordero para ganar las elecciones.
Así como se llenó de amor y se pintó de azul durante la campaña de 2006 sólo para arreciar su proyecto radical al día siguiente de haber ganado, debemos esperar este año, retrocesos tácticos que no deben engañarnos. ¿Necesitamos más pruebas de su manipulación y su convicción de que carece de respaldo popular para sus ambiciones totalitarias? Como también aprendimos que no le gusta perder, las elecciones de noviembre representan un reto imposible para Chávez, lo cual nos puede costar caro. Sin ser triunfalistas, basta preguntarse ¿cómo puede ganar partiendo de una situación en la cual controla 90% de alcaldías y gobernaciones? Muy difícil, a menos que juegue aun más sucio de lo acostumbrado. Quizás por eso se corren rumores de cambios en el Consejo Nacional Electoral, y muy a la iraní se inhabilitan arbitrariamente a los oponentes con más chance de ganar. ¿Vamos a permitir que nos arranquen ilegítimamente el derecho de votar por quien nos dé la gana? En fin, un Chávez vestido de rojo o disfrazado de azul sigue y seguirá utilizando todo su poder para convertirnos en comunistas. Está en nuestras manos detenerlo, no dejarnos engañar y obligarlo a que respete la voluntad popular.
Venezuela es hoy un país encendido por la rabia y la frustración, el cual convive con otro adormecido por la cobardía y/o la corrupción.
La mala noticia para Chávez es que el primero crece indefectiblemente a expensas del segundo, y que ese país encendido seguirá saliendo a la calle para darle otro parao a Chávez y recordarle que No, es No todas las veces que sea necesario.
Por Ana Julia Jatar
Chávez niega estar introduciendo cambios rechazados en la reforma
El presidente Hugo Chávez negó que esté introduciendo las propuestas rechazadas por la población en la reforma constitucional, que fue descartada el pasado 2 de diciembre de 2007, tal y como lo ha denunciado la oposición. Durante un encuentro con tecnólogos en el Parque Los Caobos, el jefe de Estado aseguró que todo lo que el Gobierno adelanta está contemplado en la Constitución. Aseguró que los opositores que lo acusan de pretender pasar bajo cuerda los cambios a la Cara Magna buscan gestar un nuevo golpe de Estado. "Están diciendo que quiero meter la reforma que no se aprobó, para dar un golpe de Estado. Pero aquí jamás habrá otro golpe de Estado", aseguró. Lamentó otra vez que la reforma haya sido rechazada por la población, aunque insistió en que esa modificación sustancia de la Constitución no va "por ahora" Reunión con Richarson En su alocución también anunció que recibiría al gobernador de Nuevo México, Bill Richarson. El funcionario estadounidense llegará al país esta tarde con el propósito de que Chávez ayude a que las FARC liberen a los tres rehenes estadounidenses Marc Gonsalves, Thomas Howes y Keith Stansell. Al respecto, dijo que lo recibiría pero que no prometía mayores resultados. "Yo no puedo ir a la selva de Colombia a rescatarlos", comentó. Empero, el mandatario dijo esperar que en algún momento las autoridades de esa nación y el gobierno de Venezuela puedan dialogar, así como lo hará con el integrante del partido demócrata. También en materia internacional, se refirió a la crisis desatada en Bolivia, luego de que un grupo de autoridades locales de la provincia de Santa Cruz propusiera un referéndum para someter al voto la posibilidad de que la región se declare autónoma. Acusó a quienes impulsan esta idea de ser "fascistas y cipayos del imperio", pero que éstos serían derrotados por el pueblo boliviano. El pasado 25 de abril, centenares de personas marcharon en Sucre para rechazar las "pretensiones" del presidente Hugo Chávez de introducir paulatinamente los cambios propuestos a la Constitución para instaurar un Estado socialista y que fueron rechazados el pasado 2 de diciembre de 2007 en referéndum consultivo. La manifestación fue convocada por Podemos y asistieron personalidades como el gobernador de la entidad, Ramón Martínez, el diputado Ismael García y el líder estudiantil Ricardo Sánchez. Martínez recalcó que "la soberanía popular dijo dijo No a una geometría del poder político y económico que pretendía concentrar el poder en manos de un solo hombre; dijo No al pensamiento único ratificando el principio constitucional vigente del pluralismo ideológico y la alternabilidad democrática; dijo no a las pretensiones de crear el capitalismo monopólico y absoluto del Estado sobre la sociedad; el pueblo sabiamente ratificó la democratización del poder político y del capital. "Esas pretensiones no las vamos a permitir y desde esta marcha nos declaramos en paro insurreccional democrático en todo el país. Comenzamos por Sucre, con la gallardía de los sucrenses y con este ejemplo recorreremos toda Venezuela", dijo Ismael García. El Nacional
El Nacional
http://www.el-nacional.com/www/site/detalle_noticia.php?q=nodo/25751
Centenares de personas protestaron en Sucre contra "imposición" de cambios rechazados en la reforma
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