MIAMI, Florida - Los candidatos a la presidencia de Estados Unidos coincidieron esta semana en apuntar sus cañones a Florida, un estado tan clave como "cambiante" donde demócratas y republicanos ya se disputan votos de latinos, judíos y jubilados pensando en las elecciones de noviembre.
El republicano John McCain apostó el martes por asegurarse a futuro el sólido apoyo que le dieron los cubanos de Miami en las primarias y criticó que Barack Obama, considerado su casi seguro rival demócrata, esté dispuesto a dialogar con el presidente de Cuba Raúl Castro. "Debemos dar esperanzas a los cubanos, pero no al régimen castrista", le dijo McCain a Obama desde un estrado en Miami, antes de visitar tradicionales cafés de La Pequeña Habana.La postura de McCain "es esencialmente la misma política que hemos llevado durante 50 años y la gente en Cuba no ha logrado mayor libertad", le respondió Obama.
A sabiendas que el vínculo entre la comunidad cubana local y los republicanos no es el de los años de Reagan, y que existen reclamos de cambio en la política de embargo hacia la isla -según reflejan los sondeos-, Obama busca trenzar una nueva alianza con votantes de origen cubano.
La Fundación Cubano Americana, una de las más antiguas organizaciones anticastristas de Miami, recibe el viernes al senador afroamericano por Illinois en un almuerzo que será seguido con atención por un exilio menos radical, que se ha renovado a fuerza de los miles que cada año llegan desde la isla.
Con sus 71 años y veterano de guerra en Vietnam, McCain ya demostró en las primarias que tiene el apoyo de los numerosos jubilados y militares que residen en Florida, donde hay varias bases de las tres Fuerzas Armadas.
Los republicanos consideran también propio al sector de los influyentes votantes judíos, y cuentan en este estado con el aporte del ex alcalde de Nueva York, Rudy Giuliani, con buena llegada a los latinos. Un voto que entre los demócratas capta masivamente Hillary Clinton.
La ex primera dama, que intenta mantener en pie su disputa por la nominación, también llegó el miércoles a Florida y reclamó que se tomen en cuenta los votos que consiguió en este estado y el total de delegados.
Clinton ganó el 29 de enero la primaria de este estado, al que el Partido Demócrata no le adjudicó los 211 delegados que le correspondía repartir entre los candidatos, en sanción por incumplir el cronograma de votaciones.
"Ustedes no quebraron ninguna regla y no deben ser sancionados", dijo Hillary dirigiéndose a los votantes de Florida. "La lección del 2000 en Florida es muy clara: si no se cuentan los votos, no se cumple el deseo de la gente y nuestra democracia retrocede", recordó.
En las presidenciales de 2000, Florida definió la elección a favor del actual presidente George W. Bush, que llegó a la Casa Blanca con una controvertida diferencia de 537 de votos lograda en "el estado soleado".
Obama, que el martes logró la mayoría de los delegados elegidos por voto popular, se muestra conciliador con su rival y se encarga de mantener unido al partido en la marcha a las elecciones de noviembre.
"La senadora Clinton ha realizado una excepcional campaña y merece nuestra admiración y nuestro respeto", dijo en Tampa.
"Clinton continúa dando pelea y llegará hasta el final porque así mete mayor presión para una posible candidatura a la vicepresidencia", opinó bajo anonimato un estratega demócrata de Florida.
"Obama se cuidará de no herirla y valorar lo que ella ha hecho porque necesita el apoyo de sus votantes", agregó.
Las encuestas de estos días muestran que seguidores de Clinton podrían irse con McCain u optar por no votar si se definiera que Barack Obama es el candidato demócrata.
Tras las elecciones primarias en Kentucky y Oregon el martes, el senador por Illinois está a 69 delegados de los 2,026 que necesita para ganar la nominación de su partido y disputar la presidencia contra McCain.
Obama, que podría convertirse en el primer presidente afroamericano en Estados Unidos, se reúne hoy jueves en Boca Ratón con la comunidad judía en otro intento por despejar dudas sobre su posición respecto a Israel, y por aventar fantasmas por su postura de tender puentes de diálogo con Irán.
El voto judío tiene incidencia en este distrito. Florida es el tercer estado en cantidad de residentes de esa religión detrás de Nueva York y California, pero el mayor porcentaje del país en relación a la población (16%) está en el área de Boca Raton-West Palm Beach.
Con más de 18 millones de habitantes, Florida tiene algo más de 20% de población hispana, 15% de afroamericanos y 61% de blancos no latinos, según la oficina de censos.
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