sábado, 3 de mayo de 2008

LA REVOLUCION AUTONOMICA PERMANENTE


Boris Bernal Mansilla

La Revolución Autonómica es transformación, adelanto real, factico, un cambio profundo respecto al pasado inmediato. Esta composición administrativa de lo posible y lo deseable, se reflejara, naturalmente, en la composición del Nuevo Estado Boliviano.

No cabe la menor duda que la revolución, llevada… hasta un grado tan elevado de desarrollo, creara un movimiento revolucionario definido y fuerte; la súper-estructura política jurídica caduca será rebasada por una estructura económica social de progreso.

"El cambio se inicia en Oriente y avanza imparable hacia occidente" en palabra de Hegel, la esencia misma de la dialéctica marca el rumbo de nuestra historia, las condiciones objetivas están dadas.

El primer paso de la Revolución Autonómica es la transformación (literalmente: elevación) de la democracia, ahí se expresa el viraje histórico revolucionario y hay que decirlo una y otra vez: "la Revolución Autonómica es Real".

Este hecho no destruirá la unidad de la nación, sino por el contrario reorganizara nuestro Estado mediante un régimen Autonómico, convirtiéndose en una realidad al abolir el Régimen Centralista caduco, que pretendía ser la encarnación de aquella unidad cuyo cuerpo no era mas que una excrecencia parasitaria.

"Llego nuestra hora, esta es nuestra revolución somos una luz cegadora fuerte, mas brillante que el sol. Somos demasiados y no podrán pasar por encima de los años que tuvimos que callar, por todos los que un día se atrevieron a gritar". Por todas las esperanzas que empiezan a nacer.

Boris Bernal Mansilla
La Paz en acción

1 comentario:

Fernando Manero dijo...

El movimiento autonomista en Bolivia implica un riesgo y no es algo que haya que aplaudir. La experiencia revela con harta frecuencia que si este tipo de procesos avanzan al margen de medidas regulatorias claras y consensuadas con el Estado, al final desembocan en insolidarida, en salvese quien pueda y en el aumento de la corrupción. En España y en Europa tenemos pruebas más que evidentes de eso. Nada de Revolución Autonómica: a mi lo mío y el que venga atrás que arree.