De los jefes y cabecillas caídos en manos de las autoridades por diversas razones o dados de baja en combate, la mujer que ocultaba su nombre bajo el seudónimo de 'Karina' reviste caracteres bien singulares, que dan a su entrega al DAS y al Ejército trascendencia especial. El nombre de guerra de esta mujer adquirió fama por su perfil sanguinario, despiadado, violento, cruel.
Y por su habilidad en la lucha guerrillera, que le permitió escalar la jerarquía superior del exigente mando de las Farc.
Interesa profundizar, no solo en el acto de vencimiento que entraña su entrega y el abandono de la insurgencia armada. Otros aspectos guerreros y humanos llaman la atención, relacionados con la situación actual de su organización que fuera insurgente hasta que el error monumental de buscar en la alianza con el narcotráfico la fuente de un poder militar que, inevitablemente, desvencijaría la moral guerrillera, erosionando la fortaleza política y el aliento revolucionario de las que pomposamente se autodenominaron Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, con el apéndice posteriormente adoptado de Ejército del Pueblo, EP.
La cabecilla, curtida por 20 años de combate, fue labrando en su andar bizarro de terrible dureza, primero una parábola ascendente que la impuso de alguna manera, aún imprecisa, sobre sus camaradas de frente. Llegó así a la cumbre de un núcleo deshumanizado de hombres, bravíos como ella, que admitieron su jefatura a buen seguro bajo el dominio de una habilidad superior para el combate y la conducción de su guerrilla hacia el éxito táctico.
Las circunstancias de la lucha fueron cambiando a su alrededor. La Farc perdían terreno. Su comportamiento inclemente y brutal, en el empeño de hacerse al poder local, fue perdiendo con relativa rapidez todo apoyo popular, en tanto el Ejército lo conseguía al mismo ritmo con éxitos repetidos, dentro del marco favorable de la Política de Seguridad Democrática y la estrategia militar diseñada para acompañarla.
Las mutaciones en la situación general, por fuerza tenían que repercutir en los diversos frentes del interior del país. Forzadas las Farc a un repliegue general, perdieron grandes espacios de territorio y con ellos su contenido humano que constituía el apoyo casi siempre obligado mediante intimidación y brutales acciones represivas.
El frente a cargo de 'Karina', como ya lo había sufrido el de 'Iván Ríos', a la postre asesinado por su propia guardia personal, se vio acosado, carente de lo más elemental para su subsistencia, aislado del mando superior de su organización, hambriento y desmoralizado a la vez que disminuido por bajas en combate y deserciones.
Quedaban dos líneas de acción: tratar de escabullirse hacia el oriente selvático en busca del grueso de las Farc o perecer, bien en combate, bien por captura del enemigo que privaría al grupo sobreviviente de los beneficios asignados a la entrega voluntaria. A buen seguro intentaron lo primero y al no lograrlo ocurrió la entrega bajo una desmoralización total.
En escala estratégica, es lo que viene afectando al conjunto ahora terrorista y narcotraficante de las Farc. El objetivo de toma del poder por la fuerza se desvanece en la realidad de una frustración integral.
Los apoyos externos con que contaron se han tornado imposibles, ante la delación que unos computadores incriminantes vienen acusando: la dimensión de la ayuda oficial, recibida o en proceso de entrega, suministrada por cofrades del socialismo siglo del XXI.
Aparte de los recursos todavía ingentes del narcotráfico, ¿qué puede sostener a las Farc en su guerra perdida? ¿Terquedad absurda de quien no se resigna a aceptar la derrota inevitable? ¿Ceguedad invencible ante una realidad insoslayable? Quizá un poco de todo eso. Y en el jefe máximo, su propia historia de Ave Fénix, tantas veces resucitada de sus cenizas.
El Tiempo, Colombia
http://www.eltiempo.com/tiempoimpreso/edicionimpresa/opinion/2008-05-23/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-4203067.html
Con tres congresistas abren la 'farcpolítica'
La Corte Suprema de Justicia recibió anoche de la Fiscalía 900 correos que relacionarían a Piedad Córdoba con las Farc . Otros salpicarían a la senadora Gloria Inés Ramírez y al representante Wilson Borja. Dos de ellos hablan de que son 'montajes'.
Casi tres meses después del bombardeo que acabó con 'Raúl Reyes', el segundo hombre fuerte de las Farc, los computadores encontrados en su campamento en Ecuador empezaron a mover investigaciones por supuestos nexos de políticos y periodistas con esa guerrilla.
Ayer, el fiscal Mario Iguarán anunció oficialmente el arranque de las investigaciones por la llamada farcpolítica. Y dijo: "Con base en informes de Policía Judicial relacionados con los computadores de 'Raúl Reyes', hay indicios de presuntos vínculos con las Farc de tres congresistas colombianos, cinco ciudadanos colombianos y cuatro ciudadanos extranjeros".
Por eso le pidió a la Corte Suprema que investigue a los congresistas Piedad Córdoba, Wilson Borja y Gloria Inés Ramírez.
El análisis de la Fiscalía, en el caso de Córdoba, apunta a la existencia de una relación que podría ir mucho más allá del papel oficial que tuvo como facilitadora para el intercambio humanitario el año pasado.
Los investigadores creen que el alias de 'Teodora de Bolívar', que aparece firmando decenas de correos dirigidos a 'Reyes', corresponde a la senadora liberal. Hay 900 correos supuestamente de la senadora o dirigidos a ella que corresponden a 56 carpetas que ayer mismo fueron enviadas al Palacio de Justicia.
En el caso de Borja, según confirmó este diario, hay también varios correos, y en el de Gloria Inés Ramírez, unos 20. La deducción de la Fiscalía es que el tono y el contenido de ese material indican que excedieron su condición política y que al parecer asesoraron a las Farc en el manejo de varias situaciones, especialmente las que se referían al intercambio humanitario.
Los extranjeros en la mira
La Fiscalía también considera que los correos y los archivos de 'Reyes' podrían implicar a varios extranjeros que en los últimos años se habrían acercado al grupo irregular.
Ellos son el venezolano Amílkar Figueroa, miembro del Parlamento Latino, y quien en los correos aparece señalado como supuesto enlace con el gobierno de Venezuela para la entrega de armas a la guerrilla; la ecuatoriana María Augusta Calle, integrante de la Asamblea Nacional Constituyente de ese país y quien ha sido mencionada como cercana al grupo armado; el ecuatoriano Iván Larrea y el profesor universitario James Jones.
Este académico estadounidense, ex consultor de Naciones Unidas, mantuvo un intenso carteo electrónico con 'Raúl Reyes'. La Fiscalía considera que más que interés en el intercambio humanitario, habría estado jugando para las Farc.
El 21 de octubre del 2007 le ofreció a 'Reyes' ser "puente" entre la guerrilla y algunos sectores políticos de Estados Unidos.
Aún no está clara la forma como esos extranjeros podrían ser investigados en Colombia, especialmente en lo que se refiere a los políticos de Ecuador y Venezuela.
Los periodistas William Parra, de Telesur, y Carlos Lozano, director del semanario Voz; el ex candidato presidencial Álvaro Leyva Durán, el columnista Lázaro Viveros y Liliana Patricia Obando, representante de una ONG, también serán indagados por la Fiscalía. En el material extraído de los computadores de 'Reyes' hay varias referencias a esas personas, que ellas explican en razón a su trabajo profesional o por su condición de facilitadores, como en los casos de Lozano, Viveros y Leyva.
Ellos han reiterado que por eso entraron en contacto con la guerrilla.
Las investigaciones, explicaron fuentes de la Fiscalía, se fortalecieron tras el informe de la Policía Internacional, Interpol, que certificó que los archivos de usuario del material que le incautaron a 'Reyes' no fueron manipulados por las autoridades colombianas.
Consideran que los documentos dan para indagarlos por concierto para delinquir y rebelión, en algunos casos.
El organismo investigador habla de reuniones en campamentos en Ecuador, en los que al parecer había personas secuestradas, y cuestiona por qué las autoridades colombianas no fueron reportadas de esa información que, en su parecer, va más allá de las reservas periodísticas o políticas.
Hace un mes, la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia le pidió al ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, que le remitiera copias de lo hallado en los computadores de 'Reyes', ante la posibilidad de que congresistas estuvieran relacionados con las Farc, como ahora dicen los análisis de la Fiscalía.
Una liberal y dos del Polo, los enredados
"Están convenciendo a guerrilleros en las cárceles para que hablen en contra mía y de otras personas"
Piedad Córdoba, senadora liberal, el pasado 8 de mayo.
"El 30 de septiembre, 'Reyes' le escribió a 'Teodora de Bolívar' (supuestamente Piedad) sobre Álvaro Leyva: "No es más que un amigo" (...) "No existe compromiso alguno con ese señor".
"En el fondo lo que observamos es la intención de vetar a cualquiera que quiera trabajar por el intercambio".
Gloria Inés Ramírez, del Polo, al defender a Piedad en un debate.
Sobre Gloria Inés Ramírez, ex presidenta de Fecode y presidenta actual de la comisión de Paz del Senado, habría 20 correos que, según la Fiscalía, la pueden comprometer.
Voy a ver cuál es el montaje que han hecho. No voy ni a buscar abogado porque no me preocupa nada.
Wilson Borja, representante a la Cámara por el Polo.
Sobre el representante Wilson Borja, la Fiscalía menciona 25 correos recibidos o enviados por él, que según el organismo, sugieren una especie de asesoría a las Farc.
Los otros indagados
El ex candidato presidencial Álvaro Leyva fue quien, con una comisión de la OEA, recibió los restos de los 11 diputados del Valle asesinados en cautiverio. No respondió las llamadas ayer.
"Hay que esperar a ver en qué consisten los indicios y la indagación preliminar para responder. Llama la atención que los nombrados son los que han trabajado por el intercambio y la paz", dijo Lozano.
La Fiscalía considera que sus contactos con las Farc excedieron lo periodístico. Plantea la posibilidad de que haya estado en campamentos donde había secuestrados. Él ha negado nexos con esa guerrilla.
"Uno lo que ha hecho es moverse, primero para lograr la liberación de los secuestrados, y segundo, para buscar que las Farc y el Gobierno logren un acuerdo. Estoy presto a dar las explicaciones".
El Tiempo, Colombia
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