- Sobre él pesan dos órdenes internacionales de busca y captura
- El pasado día 5 de mayo la Policía española dio con su escondite: Isla Margarita
Antonio Rubio inicia hoy en EL MUNDO una serie sobre los fugados más importantes y peligrosos que se ocultan en nuestro país y sobre los que emigraron para esconderse en tierras lejanas. El primero, el mayor lavador de dinero negro, José Manuel Carlos Llorca (casos Malaya -octubre 2006- y Fórum Filatélico -marzo 2007-).
Nueva cara, nueva novia, nuevo avión, nueva documentación, nueva residencia, nuevo país, nuevos amigos y nuevos protectores. Ésa era la situación de la que disfrutaba José Manuel Carlos Llorca Rodríguez, uno de los fugados de oro españoles y sobre el que pesan dos órdenes internacionales de busca y captura, hasta que el pasado día 5 de mayo la Policía española dio con su escondite: Isla Margarita (Venezuela).
Días después, y con la ayuda de la policía venezolana y una fiscal de aquel país, Llorca emprendió de nuevo el vuelo hacia un lugar desconocido. Su billete de salida le costó dos millones de dólares.
Carlos Llorca, que en la actualidad dispone de documentación española, pasaporte inglés a nombre de Simón York y cédula de residencia venezolana, huyó de España en el verano de 2006 y desde entonces el Grupo de Localización de Fugitivos y la Unidad de Delincuencia Económica y Financiera (UDEF) le siguen la pista. Y esa pista llevó a los agentes españoles hasta la misma puerta de la lujosa residencia que Llorca tiene en la urbanización Juan Griego de Isla Margarita.
José Manuel Carlos Llorca, que cumple 59 años en octubre, ha pasado por las manos de un cirujano plástico y se ha dado un baño de juventud: ya no lleva gafas, tiene más pelo, se ha quitado la papada y las bolsas de los ojos (blefaroplastia). El prófugo español, con la ayuda de algunos agentes del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminales (CICPC) de Venezuela y gracias a un desembolso de dos millones de dólares, había puesto, de nuevo, tierra de por medio.
En cinco días Llorca había logrado huir por dos veces gracias a la ayuda de sus nuevos amigos venezolanos. Pero los representantes españoles no se dieron por vencidos y reemprendieron la búsqueda del fugado de oro. Rastrearon, uno por uno, todos los hoteles de cinco estrellas de Caracas y confirmaron que Llorca estaba en el hotel Tamanaco de la capital venezolana.
Los policías venezolanos reclamaban a los españoles un tiempo extra para confirmar que José Manuel Carlos Llorca Rodríguez, nacido en la Seu de Urgell (Lérida) el 14 de Octubre de 1949, figuraba como reclamado a nivel internacional por Interpol.
El magistrado Baltasar Garzón, que también emitió una orden de busca y captura contra Llorca en octubre de 2007, tras tener conocimiento de los hechos ocurridos en Venezuela, se ha planteado la posibilidad de presentar una queja formal ante las autoridades de aquel país y no se descarta una denuncia ante la propia Interpol. José Manuel Carlos Llorca Rodríguez, o Simón York, ha emprendido un nuevo vuelo.
El Mundo, España
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/05/24/espana/1211663847.html?a=26fae816d1b3c18ee28a6cc64d128b03&t=1211687304
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