La solidaridad del mandatario venezolano con las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas no es una matriz de opinión desatada por el "terrorismo mediático" ni por el "imperio". Chávez podrá seguir derrochando petrodólares, comprando gobiernos y secretarios generales como el de la OEA, o como un "chaflán" (personaje de película mexicana), gastando millones que se esfuman sin mejorar su mala imagen.
La publicidad engañosa no hace milagros y cada vez que insulta a verdaderos estadistas que no se prestan a su juego perverso, o peor aún, cuando asume la defensa de gobiernos como el de Irán o de grupos terroristas como las FARC y el ELN, su desprestigio se hace cada vez más abismal. Según publicaciones recientes, nacionales e internacionales, esa solidaridad de Chávez se traduce en apoyo logístico, ayuda financiera y dotación de armas.
Denuncias graves, cuyas fuentes están sustentadas en informes confidenciales de cuerpos de inteligencia militares, tanto de Venezuela como de Colombia, y suministradas por miembros de esos organismos. Según un reportaje publicado en El Nuevo Herald el lunes pasado, las FARC y el ELN tienen en su poder cerca de 15.000 fusiles AK, y Venezuela suministra las municiones.
Según las fuentes militares que maneja esta columnista, Chávez ha enviado 1.200 fusiles FAL a las FARC y 500 AK, Kalasnikov, para uso de sus comandantes; también habría dado la orden de entregar 100 fusiles Dragunov para francotiradores, de los 5.000 que el Gobierno encargó a Rusia, y que no han llegado.
De ser cierto, resulta lógico que se prendan las alarmas y, lamentablemente, que nuestro presidente sea considerado como una amenaza cierta para la paz y la seguridad continental. Por sus agresiones contra el gobierno legítimo colombiano y las graves injurias contra Uribe, pareciera estar dispuesto a desatar un conflicto armado con el vecino país; cuenta -al menos eso cree- con la fidelidad sin condiciones de las guerrillas.
¿Qué entenderá como soberanía? Si Chávez insiste en prender la mecha, aplicando la injerencia en Colombia como si tuviera el derecho -antítesis de la doctrina de no intervención-, el caso será llevado ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, para aplicar las disposiciones contenidas en el Capítulo VII de la Carta Democrática sobre la protección de la paz mundial.
Entonces, no nos intervendrá el ejército colombiano ni vendrán los marines, pero sí veremos en las calles de Venezuela a los "cascos azules", conocidos también como "los pitufos" por su actuación en Kosovo. ¡Que antipatriota y antibolivariano nos ha resultado Hugo Chávez!
Tic tac
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Firmes desacuerdos: la semana pasada, en la DIM, con la presencia del director del Cufan, se analizó la repercusión de la propuesta presidencial de concederle carácter beligerante a las FARC. Los generales estuvieron en desacuerdo. Uno de ellos afirmó: "Con qué moral se puede decir, entonces, que Posada Carriles es terrorista". Posteriormente se lo comunicaron a Chávez, y eso produjo el desmentido de Cilia Flores tratando de remendar el capote.
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Operación financiera: el rescate y la recuperación de Clara Rojas y Consuelo González le costó al Gobierno venezolano 100 millones de dólares, incluyendo los gastos de viajes y el pago a las FARC, que -según las fuentes- se hizo a través del Gobierno de Cuba.
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Embajadas infiltradas: diplomáticos extranjeros descubrieron que el Gobierno venezolano infiltró algunas embajadas acreditadas en el país. Se trata de funcionarios de países latinoamericanos que pasan información a cambio de dinero que sale de la partida secreta de Miraflores...tic tac
Marianella Salazar
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