Líderes critican la situación de los rehenes

Chavez convirtió en un circo la liberación de los rehenes.

JUAN CARLOS CHAVEZ

El Nuevo Herald

El aplazamiento de la operación de rescate de tres secuestrados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el suspenso ante un nuevo cruce de declaraciones entre el presidente colombiano Alvaro Uribe y su colega venezolano, Hugo Chávez, fue criticado por líderes comunitarios del sur de la Florida que esperaban una pronta solución.

''Hay un sentimiento de frustración muy grande, pues una vez más el pueblo de Colombia se queda con las ganas de concretar con éxito una misión que esperábamos. Todo esto resulta muy complicado'', dijo Olga Carolina Freedman, portavoz de la entidad colombiana CASA, en declaraciones a El Nuevo Herald.

En un comunicado enviado a Chávez, la guerrilla de las FARC argumentó que no podía gestionar la entrega de los secuestrados debido a la intensificación de las tareas de inteligencia del gobierno de Uribe y a una serie de desplazamientos del ejército en la zona. El mandatario colombiano desmintió estas alegaciones y aseveró que las FARC estaban echando mano a pretextos.

''Pienso que el conflicto tiene unas raíces muy fuertes y hay muchos factores en juego, por esa razón los colombianos debemos ser pacientes y analizar los hechos. El contexto que vivimos es muy serio, pues no sólo se encuentra la guerrilla, sino también la injusticia institucionalizada y la corrupción. No se trata de dos protagonistas, es toda la historia'', añadió Freedman.

La eventual liberación de la ex candidata a la vicepresidencia colombiana Clara Rojas; su hijo Emmanuel, nacido en cautiverio; y la ex congresista Consuelo González de Perdomo iba a constituirse en la mejor noticia del año para una nación que sufre el azote de grupos insurgentes.

''Cualquier cosa se puede esperar de las FARC. Creo que para soltar a los rehenes no hace falta un corredor, sólo tienen que dejarlos salir al pueblo más cercano y no llevarlos hacia una región específica. No es nada raro que suceda una cosa así, porque ellos (las FARC) son unos delincuentes'', manifestó Fabio Andrade, el presidente de The Americas Community Center, una organización colomboamericana establecida en el sur de la Florida.

Andrade agregó que el idealismo y las metas políticas que acompañaban a la guerrilla hace 40 años se han perdido completamente para transformarse en una maquinaria de choque fuera de la ley. ''En el caso de las familias y de Colombia, como nación, es muy triste y doloroso. Mantener a personas en condiciones tan inhumanas resulta inaudito. Sería bueno tratar de llegar a un pacto, pero las FARC no es un grupo político y no cuentan con una plataforma específica para negociar y hablar con el gobierno'', puntualizó Andrade.

Pedro González, un activista venezolano en Miami, sostuvo que en el fondo existe un doble juego que no conduce a nada. ''Ambos pueblos (Colombia y Venezuela) están envueltos en una situación que ha creado la administración chavista en su afán por ser el centro noticioso. Chávez quiere incorporarse con las FARC para desestabilizar al gobierno colombiano'', aseveró González, el presidente de Venezuelan American Brotherhood Foundation.

En opinión de José Antonio Colina, ex teniente de la Guardia Nacional de Venezuela y asilado en Estados Unidos desde el 2003, la misión de rescate se convirtió en un circo, sobre todo por la intervención del gobierno de Venezuela.

''El proceso terminó siendo un show mediático debido a Chávez y está lejos de ser una mediación seria. También ha quedado demostrado que no hay espíritu de colaboración de parte de las FARC. Desde el punto de vista militar no podemos llegar a ningún punto de acuerdo con una organización que está catalogada como terrorista'', sentenció Colina.

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