El diario madrileño “El Mundo” critica, en su editorial de este miércoles, “el espectáculo circense montado (por Chávez) desde que, el 18 de diciembre, sus amigos narcoterroristas anunciaron la entrega de tres rehenes”. El diario lo califica de intento de manipulación por parte de Chávez y las FARC. Los demás diarios no se quedan atrás en los “calificativos”.
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Salud Hernández Mora, en una columna en el mismo diario, reflexiona sobre las consecuencias de este fracaso:
Si bien es una tragedia para las familias que habían apostado por la mediación de Chávez, no deja de ser un respiro político para el mandatario colombiano y un fracaso para el ex golpista. El aspirante a suceder a Fidel Castro pretendía aprovechar la liberación, de la que había hecho un espectáculo digno de su megalomanía, para humillar a su vecino y limpiar su nombre en las democracias que le desprecian por su populismo caudillista. Además, Washington y París, interesados en sus nacionales secuestrados, habían presionado a Uribe a límites insoportables para que cediera a las exigencias de la guerrilla y a las del propio Chávez.
Ahora el líder conservador reivindicará su vieja tesis de que con «los bandidos narcoterroristas de las FARC», como les llama, no cabe nada distinto a la mano dura puesto que desprecian las cesiones. Y si al final la liberación no se produce, si el bolivariano que es quien tenía más posibilidades de conseguir ese milagro también fracasa, no habrá una luz de esperanza para los rehenes.
El diario español “El País”, que hace unos días ya se mostró muy crítico con Chávez en uno de sus editoriales, desataca que “la entrega de los rehenes de las FARC termina en un fiasco“.
La rocambolesca operación organizada por el presidente venezolano, Hugo Chávez, para recoger a tres rehenes que las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían prometido entregar concluyó el lunes en un fiasco, con el Gobierno colombiano y la guerrilla marxista culpándose mutuamente del fracaso.
“El País”, que también destaca el misterio en torno al niño Emmanuel, afirma que “este fracaso, en vez de tender un puente para mejorar las resquebrajadas relaciones entre los países vecinos, las ha ahondado“.
Por su parte, el conservador “La Razón” señala en su crónica:
Final de la primera temporada del culebrón «Emmanuel». Una superproducción chavista que sólo ha servido para publicitar durante las navidades al presidente venezolano y a las FARC. La chapuza montada por el dirigente bolivariano terminó bruscamente en fracaso, tras la negativa de la guerrilla de entregar a los tres rehenes. Mientras que para Chávez el éxito de la operación iba a ser un bálsamo tras haber sido derrotado en un referéndum constitucional en su país y mantener roces diplomáticos con varias naciones, las FARC buscaban con la liberación mejorar su imagen de crimen y secuestro.
Sin embargo, los narcoterroristas se han marcado un tanto al conseguir un interlocutor como Chávez, que se encarga de leer sus misivas y culpar al presidente colombiano del dolor de las víctimas. Después de tres días de incertidumbre sobre el operativo, el mandatario venezolano sostuvo que el Gobierno de Bogotá «dinamitó» la operación.
La crónica de Ludmila Vinogradoff en el diario ABC, destaca:
El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se quedó con las manos vacías tras suspenderse el rescate. No logró coronarse en la Nochevieja con la liberación de los tres rehenes colombianos después de haberla anunciado a bombo y platillo. Sin disimular su enfado por el fracaso acusó a su par colombiano, Alvaro Uribe, de «dinamitar» el proceso, película incluida, por el que tanta expectación había levantado en el plano internacional.
La «operación Emmanuel», que así la bautizó Chávez por el hijo de tres años nacido en cautiverio de Clara Rojas, la ex candidata a la Vicepresidencia de Colombia, en la que junto a ellos dos también se iba a liberar a la ex parlamentaria Consuelo González, se desinfló el último día del año tras una larga espera de cinco días.
El mismo diario valora, en una nota titulada “Uribe, Chávez y «Emmanuel»” los trepidantes sucesos del último día del año:
Cuesta mucho imaginar que pueda ser cierta la rocambolesca historia de que el niño de Clara Rojas esté en verdad bajo la tutela del Estado colombiano, pero que nadie lo sabía hasta que en los últimos días se levantaron sospechas... Si la situación no fuera tan trágica, si la utilización del menor que están haciendo Chávez y sus aliados de las FARC no fuera tan escandalosa, cabría decir que en esta historia se dan los elementos de una comedia de enredo: Chávez se monta el circo a su medida, con notables corifeos internacionales. Sus amigos de las FARC le dicen que vaya adelante con el plan, pensando que ellos sólo tenían que volver al orfanato de San José del Guaviare donde habían depositado al niño el 16 de junio de 2005 y llevárselo de nuevo. Conviene aclarar que eso es algo no inusual entre familiares de niños sin padres que son puestos al amparo del Estado hasta que un pariente decide llevárselo -por razones humanitarias o bastardas. De todo hay.
Uno se imagina la cara de Hugo Chávez -después de haber organizado la gran tenida progre de este fin de año- cuando alguien le vino con la explicación de que la «Operación Emmanuel» -bautizada así por el propio Chávez- en honor del hijo de Clara Rojas, no podía llegar a buen puerto porque, según decía su enemigo el presidente Uribe, las FARC no tenían ningún «Emmanuel» al que entregar sino que éste está en manos del Estado colombiano y tiene el nombre de Juan David Gómez Tapiero.
Sin duda Álvaro Uribe ha corrido mucho riesgo aventurando esta causa para la no entrega del niño y las dos mujeres secuestradas. Las FARC podrían desmentirle antes de que este artículo vea la luz.
Pero la forma en que ese hombre de orden, Néstor Kirchner, recogió sus bártulos y salió corriendo de Villavicencio para llegar a celebrar con su mujer el Año Nuevo en El Calafate es un buen indicador de las esperanzas que estos amigos de las FARC tenían el pasado día 31 de que los secuestrados puedan quedar libres a corto plazo. Quizá algún profesor universitario pudiera encontrar aquí material para un seminario sobre manipulación de la opinión pública internacional.
El diario ABC ya había criticado duramente el papel de Chávez en la operación en su editorial del pasado sábado donde calificaba al presidente venezolano de “mercader de rehenes”.
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