martes, 8 de julio de 2008

Daniel Ortega, en picada

Las calles de Managua, tomadas por la oposición, en medio de la crisis política. Foto: Efe

OTRO PRESIDENTE, Daniel Ortega de Nicaragua está en crisis política. Curiosamente, junto a sus colegas de Ecuador y Bolivia forma parte del bloque de la izquierda radical -cercana a Chávez- y es un duro crítico de su colega Álvaro Uribe.

Según las últimas encuestas Ortega va en picada. En la última, realizada por la CID-Gallup Latinoamérica, más del 56 por ciento de los nicaragüenses cree que el Presidente está realizando "mal o muy mal su trabajo". Solo lleva 18 meses de su segundo periodo como presidente, y la situación económica y el bajo nivel de vida de las familias ha echado por la borda la fe con la que en enero del año pasado el sandinista asumió su cargo anunciando que le daría a la "paz un chance".

El 69 por ciento de la población cree que su país va por mal camino, y menciona el desempleo y los bajos salarios como las causas más sobresalientes de la mala situación. El pasado viernes 27 de junio y con pancartas en las que se leía "No tenemos miedo"... "no nos callarán", "Justicia", "Presidente Ortega, rechazamos su actitud en contra de donantes" y "¡Fuera!, ¡que se vaya", "¡Viva, Nicaragua libre!, ¡Democracia sí, dictadura no!", los nicaragüenses demandaron a su presidente respeto a la democracia y un alto a la carestía de la vida.

La crítica espiral comenzó cuando con una carta de representantes de la Unión Europea, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Mundial y de la llamada Mesa de Donantes -integrada por 24 países y organismos que brindan asistencia a Nicaragua- le pidieron al gobierno transparencia en el manejo de fondos que ha recibido de Venezuela. Nicaragua obtiene anualmente 520 millones de dólares gracias a un convenio petrolero con Caracas. Estos fondos se manejan discrecionalmente desde Albanisa y Petronic, empresas de capital mixto cuyos balances se encuentran al margen de la fiscalización pública.

Por otra parte, dos partidos políticos de la oposición, el izquierdista Movimiento de Renovación Sandinista (MRS) -un grupo disidente del oficialismo- y el Partido Conservador, perdieron la personaría jurídica y no podrán participar en las próximas elecciones municipales ni en las presidenciales de 2012. Todo esto reduce los espacios democráticos, según la mesa de donantes. A estas y otras críticas el Presidente ha respondido de manera agresiva. Afirmó que "la Unión Europea ¡Son unas verdaderas moscas! Y ya sabemos dónde se paran las moscas... sobre la inmundicia". Semejante reacción pone en peligro la ayuda externa que recibe Nicaragua -el segundo país más pobre del hemisferio, después de Haití.

Según el sociólogo Javier Meléndez, director del Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas con sede en Managua, la capital, los que manejan el poder "se están beneficiando con un proyecto político de largo plazo que los enriquece. La cooperación venezolana está secuestrada y beneficiando a grupos oligopólicos vinculados a la familia del Presidente, que creando diferentes categorías de ciudadanos: los que reciben la cooperación, porque son parte de su proyecto político". La paradoja es que el presidente Daniel Ortega, ahora, está contra las cuerdas por las mismas causas que ha combatido durante su vida pública y que terminaron llevándolo al poder: por acusaciones de corrupción y por críticas por su fracaso en el combate de la pobreza y la desigualdad.

Revista Cambio, Colombia
http://www.cambio.com.co/mundocambio/783/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_CAMBIO-4358106.html

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