jueves, 12 de junio de 2008

Un arrepentido de las FARC desvela que ETA le enseñó a activar bombas con teléfonos móviles


"Su nombre de guerra es Martín Capa. Es alto, fornido, barrigón, pelo castaño y ojos claros. Roza los cuarenta. Le gustaba empezar las jornadas con un carajillo bien cargado y hablar de Vizcaya y de fútbol en los descansos". Así describe 'Camilo' al etarra del que fue alumno en los 12 días que duró el curso de explosivos.


"ETA está más avanzada que las Fuerzas Armadas revolucionarias de Colombia (FARC) en terrorismo urbano. Nos entrenaron a detonar bombas por dispositivos celulares [teléfonos móviles]", señala 'Camilo', alias de un guerrillero de 29 años que optó por dejar las armas en septiembre del año pasado. "Tienen un vínculo de negocio con las FARC: ellos dan formaciones en explosivos y las FARC les pagan".

Gracias a los terroristas españoles, las FARC dieron el salto y pasaron de la dinamita y la mecha lenta, a activar a distancia pequeñas bombas de enorme potencia.

El antiguo subversivo afirma que la colaboración se extiende al área financiera, puesto que ETA les ayuda en España a recibir cargamentos de cocaína y dinero del narcotráfico.

"Nos hablaban de política, que ellos tienen una lucha de independencia", pero a esa parte teórica, que también entraba en el programa, reconoce no le prestaba mucha atención. Le interesaba más lo que podría aplicar en su lucha armada.

"Nos enseñaron a manejar el C-4, un explosivo que en Venezuela se consigue porque lo emplean en los trabajos petroleros. La ventaja es que ya no necesitamos utilizar 100 kilos de dinamita sino cinco de C-4. Ahorramos esfuerzos y lo camuflamos mejor. Cuando terminamos el taller, me sentía en capacidad de montar una bomba".

'Nunca mencionaron el 11-M'

El curso al que asistieron 20 alumnos, tres mujeres entre ellos, y que impartieron Martín Capa y otro etarra más joven, que daba las clases políticas y cuyo nombre no recuerda, tuvo lugar a finales de julio de 2007 en una finca cercana a Guadalito, en el estado de Apure, Venezuela, fronterizo con Colombia.

'Camilo' y otros dos compañeros debían aprender rápido porque tenían la misión de incorporarse a la Red Urbana Antonio Nariño, que tiene su base de operaciones en Bogotá, para boicotear las elecciones locales que tendrían lugar en octubre de ese mismo año.

"Es una finca expropiada por las FARC. Secuestraron al dueño, le pidieron 300 millones de bolívares que pagó pero luego le siguieron molestando y se marchó del país. Es muy buena porque tiene corrales, tractor y hasta embarcadero para el ganado". La fachada era la casa y el trabajo normal de una granja. A escasos metros, un bosque cerrado ocultaba el campamento guerrillero, similar al que levantan en las selvas.

"Teníamos pista para explosivos y lanzamiento de granadas. Los dos de la ETA se quedaban a veces a dormir y conversar con nuestros comandantes, 'Arnobis' y 'Nicolás Pizarro', pero por lo general dormían en la casa. Martín Capa era bromista, charlatán. Decía que habían formado a mucha gente con buenos resultados. Y cierto que tenía buen conocimiento. Montaba un explosivo y decía: va a estallar en cinco segundos, y detonaba sincronizado". Les ponía ejemplos de atentados, como las bombas de Londres, pero nunca mencionaron el del 11-M.

Viaje a España

Una de las misiones de este ex guerrillero en los dos años que permaneció en Venezuela era lograr documentación falsa para los 'farianos' que viajaban a España. "En Caracas les conseguía las tarjetas de crédito y los 'voucher' de los hoteles, que allá los hacen bien, para presentarlos en el consulado porque viajaban como turistas. Y en Cúcuta (Colombia) los euros falsos que son los mejores. Llevaban quinientos auténticos y mil quinientos falsos".

Relata que son giras para establecer contactos políticos y de narcotráfico. "A veces van a recibir un cargamento o plata. Todo entra y sale por Venezuela. El aeropuerto de Maiquetía (Caracas) es controlado", señala dando a entender que no tiene problemas con lo que sacan o introducen por dicha vía.

'Camilo' estuvo a punto de ir a Canarias, pero al final no pudo. "Era estar 15 días y buscar contactos para cuando viajara la mercancía (cocaína)".

No hay dudas sobre su colaboración

Para los servicios de inteligencia colombianos y otros organismos que participan en la lucha antiterrorista, no hay duda de la conexión ETA-FARC. Pero no como apunta uno de los correos hallados en el ordenador del fallecido comandante Raúl Reyes, que de forma escueta se refiere a un entrenamiento que etarras habrían recibido en un campamento de las FARC.

"No tienen nada que aprender porque sus guerras son distintas. La de la ETA es urbana y las FARC entrenan a combatir en la selva", aseveró un alto funcionario experto en la materia, que pidió anonimato. Sus palabras coinciden con otros dos organismos consultados y que así mismo solicitaron reserva. Para todos ellos, es al contrario: los etarras fueron instructores de los colombianos.

Las primeras informaciones acerca de las relaciones entre ambas bandas criminales datan de 2002, pero la mayoría de ellas sólo se conocieron recientemente, gracias a las declaraciones facilitadas por guerrilleros que se desmovilizaron dentro de un programa que promueve el gobierno.

En la actualidad, la persona que coordina las actividades de las FARC en Europa es el colombiano 'Lucas Gualdrón', cuyo verdadero nombre es Omar Arturo Zabala, de 38 años, natural de Bucaramanga. Reside tranquilamente en Lausanne (Suiza) como refugiado político y con la fachada de profesor de Filosofía y Literatura, a pesar de que posee siete pasaportes con distintas identidades y es reconocido en Colombia como un terrorista.

Según fuentes cercanas, el sábado pasado mantuvo una reunión en un local conocido como 'Punto d’incontro' en Zurich, con diferentes organizaciones extremistas cercanas a su grupo armado. Quim Boix, del Partido Comunista Español de los Pueblos, fue uno de ellos.

El Mundo (España)
Salud Hernández-Mora
http://www.megaresistencia.com/portada/content/view/2411/1/

1 comentario:

Persio dijo...

Qué íntimas son las relaciones de la Internacional Terorista.