viernes, 9 de noviembre de 2007

¡Paredón, paredón!


" Baduel, traidor, te sale paredón", gritaba enfurecido el chavismo en el Poliedro de Caracas, mientras el presidente Hugo Chávez aseguraba que su compañero de conspiraciones y victorias había terminado "en los brazos del diablo".

La consigna remitía a la euforia fidelista de los primeros meses de la Revolución Cubana, cuando el derecho a disentir concluía ante el pelotón de fusilamiento. Dos días antes, en la avenida Bolívar, amenazó a los "oligarcas del Este de Caracas" con la cólera de millones de revolucionarios que no dejarían "piedra sobre piedra".

Es decir, un jefe del Estado que anuncia un eventual genocidio en una frase propia de Milosevic en su demencia de la "limpieza étnica".

Estas son las respuestas del régimen ante la supuesta "activación de un plan golpista", con lo cual se justificaría el control policial de las marchas estudiantiles, una mayor intimidación de la población, y se fabricarían las condiciones para gobernar bajo un estado de excepción (posibilidad acariciada por el mandatario desde el año 2001), ahora debidamente blindado con el famoso artículo 337 de la reforma de la Constitución.

En el fondo, ello delata el hecho de que Chávez se equivocó en la percepción de la coyuntura. Pensó que la convocatoria al referéndum de diciembre reproduciría la confrontación chavismo-antichavismo, oposición y Gobierno, de la cual ha resultado favorecido en varias oportunidades, gracias a una estructura electoral fraudulenta.

Pero ahora se trata de un dilema mucho más trascendente, que supera el interés de una elección convencional: están en juego los derechos de la sociedad. Y son factores decisivos de ella los que protagonizan actua lmente una activación política que prefigura un cuadro de inevitables tensiones en los próximos días.

El documento de la Conferencia Episcopal, la multiplicación de las movilizaciones estudiantiles, la actitud firme de los gremios económicos, la reconquista de la calle por los opositores más consecuentes, el desprendimiento de Podemos de la alianza oficialista y la declaración del genera l ret irado Raú l Isaías Baduel, evidencian la disposición de la ciudadanía de rechazar el intento inconstitucional de redefinir la naturaleza del Estado y procurar la implantación del sistema castro-comunista.

Hugo Chávez, colocado en condiciones desfavorables, tendrá que tomar decisiones que resultarán costosas para el destino de su estrategia revolucionaria.


Manuel Felipe Sierra

www.eluniversal.com
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=283645

No hay comentarios: