domingo, 18 de noviembre de 2007
Desmontando a Chávez
A pesar del discurso antiimperialista del presidente de Venezuela, EE UU es su principal socio comercial - España es el sexto destino de sus exportaciones.
Madrid.- «La característica del socialismo del siglo XXI es el antiimperialismo, lo que implica enfrentarse a Bush como hace Chávez». Las palabras del ex vicepresidente venezolano, José Vicente Rangel, mano derecha del caudillo bolivariano durante un lustro, revelan la incongruencia de un régimen que abandera la cruzada antinorteamericana en Iberoamérica mientras se llena los bolsillos con los dólares de EE UU. A pesar de que Chávez tiene su residencia en el Palacio de Miraflores desde 1999, en sus nueve años de gestión no ha logrado sacudirse la dependencia de Washington.
Venezuela, quinto mayor exportador de crudo y cuyo presupuesto para 2008 depende en un 50% de esta actividad, vende el 60% de su producción al gigante del norte. Así, mientras Chávez se divierte con bravuconadas como la que protagonizó en septiembre de 2006 en la ONU, cuando comparó a Bush con el demonio, y se dedica a proclamar por todo el continente «¡que muera el imperio, la economía más corrupta del mundo!», el petróleo de la estatal Pdvsa y de su filial en EE UU (Citgo), que generan el 80% de las divisas que recibe Venezuela, llena los depósitos de las limusinas que circulan por Washington y, muy probablemente, de algún carro de combate destacado en Irak.
Aunque la exportación de crudo hacia el mercado norteamericano se ha contraído levemente desde la llegada de Chávez al poder, lo cierto es que Venezuela se mantiene como cuarto mayor proveedor de EE UU, sólo por detrás de Canadá, Arabia Saudí y México, con 1,5 millones de barriles diarios. Los negocios con «Mister Danger» -como califica Chávez a Bush- marchan además a toda máquina. El precio promedio del barril (159 litros) de crudo venezolano oscila este mes entre los 73 y 74 dólares, lo que ha situado el precio promedio acumulado de 2007 en 59,8 dólares, tres más que en 2006. Y como la tendencia es alcista -como defienden Chávez y su aliado iraní, Mahmud Ahmadineyad, en las reuniones de la OPEP- el régimen chavista se frota las manos. No en vano, se estima que por cada dólar que sube el precio del barril local, los ingresos brutos anuales varían en 1.000 millones de dólares.
Aunque Chávez trata por todos los medios de reducir su producción para EE UU atrayendo a China, a la que se ha comprometido a destinar 500.000 millones de barriles diarios en 2008 y a la que espera colocar un millón de barriles en 2010, lo cierto es que, a medida que el petróleo venezolano viaja más lejos, se reduce el beneficio por barril para Caracas.
Mientras, el régimen bolivariano sigue fijando el precio del barril en 35 dólares en sus presupuestos, un 50% por debajo del precio real, lo que deja todo el superávit petrolero para financiar las ocurrencias «antiimperialistas» de Chávez.
Y aunque el discurso del «socialismo del siglo XXI» incluye la lucha contra la pobreza, donde se han logrado avances con altibajos en nueve años, hoy el 35% de los venezolanos siguen sobreviviendo con menos de dos dólares diarios y las previsiones, con una inflación estimada del 19% en 2008, no son halagüeñas. Motivos más que suficientes, según la oposición, para entonar el «porqué no te callas» real.
Pero Chávez sigue a lo suyo y ayer volvió a cargar contra Su Majestad el Rey para desviar la atención del referéndum que otorgaría al caudillo poderes ilimitados, informa Ángel Sastre. «Lo menos que Venezuela puede esperar del Rey de España es que reconozca que se extralimitó. No voy a pedirle que se arrodille», afirmó el líder bolivariano.
Humberto Montero
http://www.larazon.es/noticias/noti_nac32614.htm
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario