viernes, 30 de noviembre de 2007

“Si Chávez logra aprobar su reforma, Venezuela ya no será una democracia”


“Si Chávez logra aprobar -por las buenas o las malas- su nueva reforma constitucional, Venezuela debería ser llamada una ”democracia cosmética”, o una ”dictadura electa’‘ - cualquier cosa menos una democracia a secas”. Lo dice hoy Andrés Oppenheimer en su columna de hoy en “El Nuevo Herald“.

Esta es su columna completa:

¿Podremos calificar a Venezuela como una democracia si se aprueban las reformas constitucionales que darían al presidente Hugo Chávez poderes casi obsolutos en el referéndum del domingo? ¿Podremos todavía describir a Chávez como un presidente “electo”?

A principios de esta semana le hice estas preguntas a Tom Shannon, el funcionario más alto del Departamento de Estado a cargo de Asuntos Latinoamericanos. Tenía curiosidad por saber cúal sería su respuesta, porque hace unas semanas le había preguntado si a su juicio Venezuela todavía era una democracia, y me había respondido con un “Si”.

Según líderes opositores y activistas democráticos venezolanos, los cambios constitucionales propuestos por Chávez convertirían a Venezuela en una dictadura al estilo de Cuba, con instituciones puramente cosméticas.

La reforma constitucional propuesta redefine el país como un estado socialista”, me dijo la académica del Centro Carr de Derechos Humanos de la Universidad de Harvard, Ana Julia Jatar. “Eso, por sí mismo, significa que no habría espacio para otras ideologías”.

El articulo 158 de la reforma propuesta por Chávez, dice que “El Estado promoverá como politica nacional, la participación protagónica del pueblo…para la construcción de una democracia socialista”.

Entre otros cambios propuestos en la reforma constitucional de Chávez:

-La reforma aboliría la independencia del Banco Central, y dejaría a Chávez con el control de los poderes Ejecutivo, Legislativo, Judicial, el tribunal electoral, el Banco Central, el ejército, y la mayoría de los medios de comunicación.

-Autorizaría a Chávez cambiar el mapa de la nación mediante la creación de ”comunas” y ”Regiones Estratégicas de Defensa”, o nuevas provincias, que le permitirían gobernar por encima de gobernadores provinciales o dirigentes municipales de oposición.

-Le daría a Chávez el poder de decretar estados de emergencia en los cuales podría suspender la libertad de expresión y arrestar a personas sin necesidad de presentar cargos.

-Extendería el período presidencial a siete años, y le permitiría a Chávez ser reelecto cuantas veces quiera.

- Definiría las elecciones como un proceso destinado a la “construcción del socialismo”.

El ex Ministro de Defensa Raúl Isaías Baduel, que hasta hace cuatro meses era el general de mayor confianza de Chávez, ha llamado a la reforma constitucional chavista ”un golpe de Estado” destinado a darle a Chávez poderes ilimitados. Según varias de las mismas empresas encuestadoras que en el pasado pronosticaron acertadamente los triunfos electorales de Chávez, muchos de sus simpatizantes podrían votar en contra de las reformas propuestas.

En respuesta a la pregunta sobre si seguiría considerando a Venezuela una democracia si los cambios constitucionales son aprobados, Shannon me dijo que preferiría no contestar preguntas hipotéticas.

Cuando le repliqué que no hay nada de hipotético en la pregunta, porque las reformas constitucionales propuestas han sido publicadas por el gobierno Venezolano, y están a la vista de todo el mundo, Shannon señaló: “Tenemos nuestras propias opiniones y preocupaciones sobre esas reformas constitucionales, y son compartidos por muchos otros demócratas en la región que han expresado sus preocupaciones sobre la centralización de poderes.”

Agregó, que ``sin embargo, estaría mal anticiparnos al voto del domingo: esta es una decisión que tiene que ser hecha por el pueblo de Venezuela, en base a sus propios criterios e intereses’‘.

Mi opinión: si uno cree que la democracia es solamente realizar elecciones, Venezuela seguirá siendo una democracia aún si Chávez logra aprobar su reforma constitucional mediante el uso masivo de recursos gubernamentales, la intimidación a los votantes de oposición, y obstáculos gubernamentales que hicieron que la Organización de Estados Americanos y la Unión Europea desistieran de enviar observadores internacionales al referendo del domingo.

Si vamos al caso, Cuba también realiza elecciones, y se autodenomina un país democrático, como también lo hacían la Italia de Benito Mussolini y tantas otras dictaduras.

Pero si ustedes creen, como yo, que la democracia implica la separación de poderes y la tolerancia a los partidos opositores, la propia definición constitucional de Venezuela como un ”estado socialista” excluiría la posibilidad de qué el pueblo venezolano decida que clase de gobiernos quiere en el futuro.

Para que quede claro, no tengo nada en contra del ‘’socialismo”: hay gobiernos socialistas en España, Chile y muchos otros países, que en muchos casos son excelentes, pero sus constituciones les permiten a sus ciudadanos elegir a presidentes de cualquier ideología.

Y aunque hay otros, como India, que mantienen referencias al socialismo en sus constituciones, sus presidentes -a diferencia de Chávez- no tienen a Cuba como su modelo.

Después de este domingo, si Chávez logra aprobar -por las buenas o las malas- su nueva reforma constitucional, Venezuela debería ser llamada una ”democracia cosmética”, o una ”dictadura electa” - cualquier cosa menos una democracia a secas.


Venezuela: ¿hacia una dictadura electa?
Andrés Oppenheimer
El Nuevo Herald


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