Expresando su profundo anhelo de perdón por su responsabilidad en lo que hoy vive la nación, la ex primera dama de la República, Marisabel Rodríguez, pidió respeto al Presidente de la República, a sus ministros y seguidores, a la vez que llamó a los venezolanos a votar el dos de diciembre. Antes de iniciar la rueda de prensa en el Colegio Nacional de Periodistas seccional Lara, la ex presidenta de la Fundación del Niño se persignó para expresar sus ideas en rechazo a la propuesta de reforma constitucional, abogando por la defensa de la libertad.
Vaticinó que si la victoria de la reforma es cerrada, estaría perdiendo el oficialismo ante el rechazo a una forma de gobernar. Dependiendo de los resultados de las elecciones del próximo domingo, tendremos un país diferente. Todos tenemos la posibilidad de hacer el cambio histórico de lo que pase. Tenemos la oportunidad de decidir vivir en un país con libertad.
Marisabel preguntó: ¿Hasta dónde nos llevará el rosario de amenazas, los llamados a la violencia y a delinquir? Nos están confrontando hasta en el hogar y las escuelas. Por eso exijo respeto al Presidente de la República y a sus ministros, por la mala utilización de los recursos del Estado hacia una parcialidad política. Todos merecemos respeto. Debemos asumir un papel protagónico este domingo. Los afectos al gobierno deben abrir espacios y permitir la participación de la gente.
“No desmayen”, pidió Marisabel a la dirigencia política. Este gobierno no tiene derecho a cercenar la marcha de la oposición prevista para el cierre de la campaña este viernes en Caracas. Chávez trata de llevar al ámbito personal una consulta de un manifiesto público. El despertar del pueblo hará que el 3 de diciembre sea un día distinto. Si la victoria es cerrada, estaría perdiendo el oficialismo, como un rechazo a la forma de gobernar.
La señora Rodríguez dijo sentirse investida por los ángeles para expresar palabras de unidad y reflexión. “No puedo dejar de reconocer que en algún momento fui parte de esto. Por eso pido perdón”.
Expresó su inconformidad con la cruel campaña mediática contra quienes disienten de la reforma constitucional, la cual calificó como írrita e ilegal, que debió realizarse a través de una asamblea nacional constituyente. Se está cambiando la actual Constitución; se está robando el derecho del soberano.
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