En estos últimos días se han multiplicado los eventos para informar sobre las consecuencias de la propuesta constitucional de Chavez. También lo han hecho los medios de comunicación escritos y radioeléctricos mediante excelentes trabajos de análisis e investigación, tanto de sus periodistas como de expertos en la materia. Sin embargo, aún no podemos darnos por satisfechos osbre el conocimiento que cada ciudadano haya podido alcanzar. Pero damos fe de la creciente combatividad de la nación para impedir la estatización ideologizada de la vida pública y de la vida personal, familiar, laboral y vecinal de la gente.
El socialismo del siglo XXI consagrado en la propuesta, no es sino el comunismo del siglo XX cuya expresión más cercana es la experiencia castro-comunista cubana. Venezuela entera sabe lo que significa y rechaza semejante posibilidad. Mientras más avanza el régimen en su propósito, mayor se hace la resistencia a aceptar pasivamente el destino anunciado.
No tengo la más mínima duda de que si en Venezuela hubiera la posibilidad de una consulta popular limpia, o si hubiesen sido limpias las múltiples elecciones de los últimos años, Chávez no sería Presidente, ni el comunismo estuviera tocando a la puerta, ni la monstruosidad constitucional propuesta se habría formulado. Pero no es así, ni lo será.
En el acto del Frente Patriótico de la semana pasada, se entregó el Manifiesto N° 5 de la organización fijando posición categórica con relación a estos puntos.
Allí se rechaza cualquier participación electoral en el referéndum que deberá convocar el Consejo Nacional Electoral próximamente, por dos razones fundamentales.
La primera, porque no podemos avalar un fraude constitucional para institucionalizar la dictadura. Esto no es una reforma de la Constitución y aceptarlo concurriendo a la consulta es de por sí una enorme traición a principios y valores no negociables, no sometibles al juego de mayorías y minorías, violentando el espíritu, propósito, razón y letra la vigente Constitución del 99.
La segunda se cae por su propio peso. El CNE no es confiable para nada. El aparato electoral del país está férreamente controlado por el régimen. Desde los pies hasta la cabeza. Todo el sistema está envenenado y para colmo, la fuerza armada regular, responsable de la Operación República, ha sido sustituida por las milicias bolivarianas que no son otra cosa que paramilitares mercenarios, uniformados por Chávez para contener a la creciente oposición civil y militar.
En el documento se hace un llamado a la resistencia activa frente al régimen para detener esta locura que puede desembocar en una terrible confrontación nacional e internacional. Con relación al referéndum se anuncia un vacío electoral para ese día. El régimen puede cambiar la direccionalidad de los votos, pero no puede fabricar físicamente votantes en las urnas. Recomiendo su lectura y análisis.
Oswaldo Alvarez Paz
Aquí encontrará el texto completo del proyecto de reforma de la Constitución:
http://politica.eluniversal.com/refco_index.shtml
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