Moscú.- Rusia podría usar Cuba para colocar sus bombarderos estratégicos, y Venezuela ha ofrecido a Moscú su territorio para ello, dijo hoy un alto mando de la fuerza aérea rusa, un anuncio que podría tener consecuencias sobre las relaciones entre Moscú y Washington.
"Es posible con Cuba";, afirmó el general Anatoly Zhijarev, jefe del estado mayor de las fuerzas aéreas estratégicas rusas. "Si existe la voluntad de los dos Estados, la voluntad política, estamos dispuestos a volar ahí";, añadió.
"Hay cuatro o cinco aeródromos con pistas de 4.000 metros de largo, que nos vienen muy bien";, agregó el teniente general, que precisó que las instalaciones son "plenamente aceptables"; para que la aviación rusa las utilice en patrullas de larga distancia.
Según reseñó AFP, los comentarios son la última señal de que Moscú quiere extender sus capacidades militares a nuevos puntos del globo, alejados de su territorio, pese a un presupuesto militar limitado y un material que según algunos expertos está en buena parte obsoleto.
Zhijarev no aclaró si Rusia se plantea establecer bases permanentes en esos dos países, o si se limitaría a usar sus instalaciones ocasionalmente.
El general dijo que el presidente Hugo Chávez ofreció a Rusia una instalación militar aérea de la isla venezolana de La Orchila (oeste) para sus bombarderos estratégicos.
"Sí, existe tal propuesta del presidente de Venezuela. Si hay una decisión política apropiada, es posible";, añadió el general.
Rusia reanudó las patrullas de larga distancia de sus bombarderos estratégicos en agosto de 2007 tras 15 años de interrupción, diciendo que no estaba más que siguiendo el ejemplo de Estados Unidos, que no suspendió ese tipo de patrullas tras el fin de la Guerra Fría, informó AFP.
El año pasado, Rusia despachó dos bombarderos Tu-160 al aérodromo militar venezolano de Libertador para unos ejercicios, vistos como una advertencia a Estados Unidos.
A finales de 2008, una flotilla rusa encabezada por el crucero a propulsión nuclear "Pedro el Grande"; participó en unas maniobras conjuntas con la marina venezolana en el Caribe, coincidiendo con una visita a la región del presidente ruso Dimitri Medvedev.
El pasado julio, un alto oficial de la fuerza aérea estadounidense advirtió que Rusia estaría cruzando "una línea roja"; si coloca bombarderos nucleares en Cuba.
"Si lo hicieran, creo que debemos ser firmes y señalar que es algo que cruza un umbral, que cruza una línea roja para Estados Unidos";, dijo el general Norton Schwartz el 23 de julio.
La agencia Interfax indicó que hay tres tipos de bombarderos rusos capaces de efectuar patrullas de larga distancia: el Tu-95MS, el Tu-160 y el Tu-223M3.
Cada uno de los bombarderos Tu-160, que fueron los enviados a Venezuela el pasado año, es capaz de portar 12 misiles de crucero dotados de cabezas nucleares.
El Universal
http://www.eluniversal.com/2009/03/14/int_ava_rusia-considera-esta_14A2254049.shtml
La clase obrera no va al paraíso
A la baja de ingresos petroleros se la ha sumado el socialismo ortodoxo
Por primera vez en 10 años de gobierno, el sector laboral entra en confrontación con el socialismo ortodoxo que promueve el presidente Chávez.
En los últimos años de bonanza petrolera se le vendió la premisa a los trabajadores que ese socialismo radical significaba jugosos contratos colectivos, mejores escuelas, asistencia médica y mejor calidad de vida. Había la idea que trabajar para una empresa del Estado o nacionalizar una empresa privada, era un pasaporte directo a una vida mejor, a un reparto equitativo de los beneficios económicos y que todo ello podía mantenerse eternamente gracias a la industria petrolera.
Pero el discurso de Chávez ante los trabajadores de Guayana donde los llamó voraces y corruptos, por pretender buenos salarios y bonos para la educación de sus hijos, ha cambiado sustancialmente la percepción de los sindicatos acerca de lo que en realidad es el Gobierno como patrono. Podría decirse que es el comienzo del fin de una luna de miel que pudo mantenerse a fuerza de discursos que ofrecía el paraíso socialista, con dinero suficiente para calmar la esperanza en tanto se hacía realidad el edén ofrecido.
Los trabajadores del sector público y empresas del Estado están viendo perder sus conquistas laborales conseguidas con años de lucha. Han visto dividirse al movimiento sindical, primero entre partidarios del Gobierno y opositores y ahora entre quienes siguen ciegamente al Presidente y quienes se debaten en el dilema de defender a los trabajadores que representan.
Una socialista a toda prueba como Marcela Máspero denuncia la presencia de una "tecnocracia" enquistada en el Gobierno que frena las contrataciones colectivas, en tanto que Orlando Chirinos de la oficialista UNT dice que Chávez les ha declarado la guerra y observa cómo lo que se le niega a los trabajadores se le da a una burocracia ineficiente que disfruta de altos salarios, viáticos y hacen gastos dispendiosos, mientras llevan a la quiebra empresas que antes fueron competitivas.
Lo que está en el fondo no es sólo un problema coyuntural de recursos que obliga a pedirle sacrificios al sector laboral. A la baja de ingresos petroleros se la ha sumado el socialismo ortodoxo que nacionaliza empresas, expande la burocracia y reduce la capacidad industrial del país.
El Plan Socialista 2007-2013 que adelanta el Gobierno destaca dos aspectos fundamentales: uno es la promoción de las nuevas estructuras económicas de "propiedad social financiadas con petróleo". La otra es que el Estado controlará todas las empresas consideradas estratégicas. Vale decir casi todas las industrias. Hacia allá vamos y ello significará sólo sindicatos sometidos al Gobierno, o simplemente la anulación de éstos.
Francisco Olivares
El Universal
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