Hacienda Santa Teresa
De la agenda de la destrucción nadie se salva mientras sigamos paralizados por el miedo
La cronista iniciaba el relato sobre la agenda de la destrucción emprendida por Elías Jaua y sus secuaces del INTI, cuando la televisión mostró a las puertas de la AN a numerosos estudiantes con tapas de inodoros en abierto simbolismo del lugar donde, a través de la Ley de Transferencia de Bienes del Distrito Metropolitano, la rapiña oficial lanzó los más de 700 mil votos que elegirían a un Alcalde Mayor para que sí recogiese la basura, redujese la criminalidad y trabajase a favor de los ciudadanos y no de la obsesión por instaurar el modelo cubano y eternizarse en el poder como Fidel. Este saqueo de los bienes metropolitanos es un adelanto de la expoliación masiva de la que seremos víctimas los venezolanos a través de la Ley de Propiedad Social mediante la cual el Estado puede apropiarse de cualquier bien privado que no represente "una actividad productiva satisfactoria". (¿Habrá algo menos "satisfactorio" que el fracaso y la corrupción de este gobierno?) Por si fuera poco las exitosas orquestas sinfónicas juveniles pasarán a manos de "las comunas" y de un solo plumazo el dedo barinés ordenó la creación de cien fundaciones listas para hacer desaparecer a las ONGs que velan por nuestros derechos ciudadanos.
El ministro contra la propiedad de las tierras (experto en lanzar molotovs en Las Tres Gracias valido de su camuflaje con capucha) esta semana ha dado un fuerte impulso a la destrucción de la agricultura venezolana con la "intervención" de 49 haciendas productivas en tres estados. Su afán depredador se volcó en la centenaria Hacienda Santa Teresa, en el estado Aragua, fundada en la primera mitad del siglo XVIII. El 14 de marzo de 1818 el Libertador dicta su célebre proclama ratificando la abolición de la esclavitud desde la tierra de "Santa Teresa". A fines del siglo XIX la hacienda pasa a ser propiedad de la familia Vollmer, en cuyas manos ha seguido hasta ahora. El fundador de la familia, Gustavo Julio Vollmer, casó con Francisca Ribas y Herrera, sobrina del general en jefe José Félix Ribas, y prima hermana de los Ustáriz Palacios, de los Ribas Palacios y de Simón Bolívar Palacios, "el Libertador". Por más de 200 años los Vollmer han cultivado la caña de azúcar e innovado su producción. Desde 1955 la vieja hacienda se transforma en una empresa moderna, productora en la actualidad de azúcar y del extraordinario ron Santa Teresa, orgullo de Venezuela y admirado mundialmente. La presente generación de los Vollmer ha hecho prosperar la empresa (Chávez alabó en Rusia el ron Santa Teresa que hoy su gobierno pone en grave peligro) y ha puesto en marcha seis proyectos de inversión comunitaria, entre ellos la admirable iniciativa Alcatraz (2003). Al ser capturados quienes atracaron al jefe de seguridad de la Santa Teresa, los Vollmer les dieron la alternativa de elegir entre ir presos o pagar su pena con trabajo no remunerado durante tres meses. Aceptaron y poco después pidieron la incorporación del resto de la banda. Hoy Alcatraz es una alternativa de reinserción social de los jóvenes con problemas de conducta, que deberían haber copiado las espantosas cárceles venezolanas. Los Vollmer no han antagonizado al gobierno y han estado presentes en Miraflores cuando Chávez invita a los empresarios que él califica de "amigos".
Pero nada, ni nadie parecer escapar de la furia depredadora del régimen dispuesto a cumplir la sentencia de Giordani de que el "socialismo" ( o comunismo a la cubana) sólo es posible con una pobreza generalizada. El 20 de abril el INTI intervino un amplio sector de la Santa Teresa porque "no reunía los requerimientos mínimos de productividad". Y eso lo dicen quienes no han sido capaces de producir un kilo de azúcar en los 10 años de confiscaciones e invasiones. ¿Por qué el ministro Jaua no publica la lista de latifundios intervenidos por el MAT que se encuentran en plena producción, como preguntaba esta semana Reporte de la Economía? La respuesta huelga: no hay un solo fundo productivo. Jaua anuncia el traslado "hacia estados vecinos" de los sembradíos de caña de las haciendas Santa Teresa y El Palmar usados para fabricar el ron y, en su lugar, plantar allí hortalizas, leguminosas y tubérculos "con la participación de los comités agrarios rojo-rojitos". Serán afectadas 50 mil hectáreas en plena producción. La asociación de cañicultores de Aragua y Carabobo califican la intervención de ilegal. Más de 700 productores quedarán en la ruina.
La guadaña depredadora llega también hasta los caballos de carrera. De todos, menos los costosos corceles del hermanísimo de un ministro. Por ahora, claro está. Porque de la agenda de la destrucción nadie se salva mientras permanezcamos paralizados por el miedo y cobardemente silenciosos. No se salva ni la familia de el Libertador (como nos dijera un querido amigo de quien tomamos prestado el título).
Marta Colomina
El Universal
Hacienda Santa Teresa
En el estado Aragua, exactamente entre Tejerías y La Victoria, se encuentra la población de El Consejo, donde hace más de 200 años nació una de las haciendas más antiguas de Venezuela, la Hacienda Santa Teresa, gran productora de ron y atractivo sitio turístico, rodeado de una inmensa cantidad de chaguaramos que fueron plantados allí hace más de un siglo.
Esta hacienda fue fundada en el año 1796 por el adinerado caraqueño Martín Tovar y Blanco, quien recibió el título de Conde de Tovar por parte del Rey Carlos III de España. Posteriormente, el Conde cedió una parte de las tierras a su hija Teresa y de allí el origen del nombre de la hacienda.
Desde 1810, gracias al cultivo de la caña de azúcar en el lugar, comenzó a producirse el reconocido aguardiente de la región, el cual se vio afectado por la guerra de la independencia, pero a finales del siglo XIX, la hacienda pasó a manos de la familia Boulton, quienes mejoraron la agroindustria y el cultivo de la caña de azúcar, convirtiéndola así en una de las mayores empresas productoras de Ron del país.
Tiempo después, exactamente el 8 de octubre de 1893, llegó a la estación El Consejo, el que fuera el Gran Ferrocarril de Venezuela, se encontraba cubriendo la ruta de Caracas a Valencia, y realizó su primera parada en esa población. Años después, en 1988, la empresa Ron Santa Teresa restauró la estación, atrayendo con esto un mayor número de visitantes.
A partir de 1989, y durante todos los fines de semana, se realizan cuatro recorridos diarios a través de los alrededores de la hacienda. Los mismos, están perfectamente guiados, y le ofrecen la opción a los visitantes de observar sus instalaciones y conocer todo lo concerniente a la elaboración del ron.
Durante este recorrido usted también podrá conocer una de las veinte bodegas pertenecientes a esta empresa, donde se obtiene el Ron Antiguo de Solera 1796, conservado bajo un perfecto método de maduración que recibe el nombre de Sistema de Solera.
Posteriormente, conocerá el área de torrefacción del café, conocida como “Café La Estación”. Acá le brindarán la oportunidad de probarlo directamente de donde es procesado y Misia Candelaria les atenderá con todo gusto. Precisamente, 70 % de este café es utilizado para la preparación del Ron Arakú.
Más adelante atravesará el mágico callejón de chaguaramos que cuenta con más de 1194 ejemplares. La gran mayoría de ellos tienen poco más de 50 años de haber sido sembrados, y algunos, los más altos, miden un aproximado de 23 metros. Este camino presenta además de la característica caña de azúcar en sus alrededores, una intersección conocida como la “Cruz de Aragua”, al cruzar por ella, según cuenta la leyenda, usted deberá cerrar sus ojos, ponerse una mano en la cabeza y si pide un deseo, éste se le cumplirá.
Además de este sensacional paseo en tren, la hacienda ofrece muchas otras atracciones como campos deportivos, salones para charlas o conferencias y un restaurante con una excelente vista.
Hoy en día, el patrimonio de la tradición bicentenaria de estos espacios está al alcance de todo público y esperando para ser visitado por todos aquellos que deseen conocerlo y disfrutar de sus instalaciones.
Valencia.com.ve
http://valencia.com.ve/2006/02/25/hacienda-santa-teresa-ms-de-200-aos-de-excelencia-y-tradicin/Se contrae el motor de la economía
La caída de los precios del crudo deja al descubierto que la actividad petrolera está en una fase de contracción, que afecta al resto de los sectores económicos, y en especial a los dependientes de la inversión pública.
Menores volúmenes de producción, revisión de costos y gastos, ajuste en las inversiones y deudas con trabajadores y proveedores de servicios es la situación que presenta la industria, cuyas exportaciones generan más de 90% de los ingresos.
En 2008, la corporación se benefició de un barril que superó los 100 dólares y los recursos por la venta de petróleo superaron los 87 millardos de dólares, pero aun con la mayor cantidad de fondos las señales de alarma se asomaban y la actividad económica dejaba de mostrar las altas tasas de crecimiento de períodos anteriores.
Con el desplome que registraron los precios en el último trimestre del pasado año por los efectos de la crisis financiera global, la economía en general se desaceleró. Esta situación se agudizó en el primer trimestre de 2009, que según información preliminar tendrá un saldo negativo influenciado por el resultado desfavorable del PIB petrolero y de los sectores con mayor peso en la economía como la manufactura y el comercio.
El ex gerente de investigaciones económicas del Banco Central José Guerra señala que "estamos en una recesión", la menor ejecución en los planes de la industria reflejan una paralización. A su juicio la contracción de la actividad petrolera en el trimestre estuvo entre 2 y 3%.
Factores El primer aspecto que incidió en los indicadores fue la menor producción. La industria, ante los acuerdos previstos en la OPEP, redujo los volúmenes de crudo en 364.000 barriles, de manera que los niveles de extracción están en tres millones de barriles.
La empresa en gran medida compensaba producción con precios, pero las acciones acordadas no se reflejaron en las cotizaciones del crudo. Por tal motivo, en marzo el barril de referencia para financiar el gasto del Gobierno central y el presupuesto de Pdvsa tuvo que ajustarse de 60 a 40 dólares.
Este viernes, el ministro de Energía y presidente de la estatal, Rafael Ramírez, en una videoconferencia a los trabajadores anunció nuevas acciones que marcarán la tendencia de los próximos trimestres.
El funcionario manifestó que el presupuesto de inversiones estará en 14 millardos de dólares y se priorizan aquellos proyectos en el país como los de mantenimiento, paradas de plantas, refinación, desarrollo de gas así como los de la Faja, para los cuales se buscan socios. No se realizaron menciones sobre los proyectos internacionales, pero ya voceros de la empresa expresaron que se postergarían las refinerías en el exterior.
Ramírez complementó con un recorte en el presupuesto de gastos de 64,7% al pasar de 17 millardos a 6 millardos de dólares. En ese marco dijo que "estamos frente a un reto muy importante, si nosotros ajustamos nuestra estructura de costos, es seguro que mantengamos nuestra actividad en funcionamiento".
El economista Orlando Ochoa explica que ante el comportamiento de los precios los niveles de inversión serán más bajos. "Si se registra un barril promedio en el año de 45 dólares, los ingresos por venta de petróleo estará por el orden de 36 millardos de dólares, una parte se tienen que entregar al fisco, por lo tanto la inversión será menor".
Expresa que además con un recorte de gastos es difícil que todo opere igual y agrega que los costos de la industria suben a la par de la inflación doméstica y en estos momentos no puede compensar su situación ni con producción ni con precios.
La industria desde los últimos meses del pasado año se enfrenta a una situación complicada con el incremento de sus obligaciones. Las deudas con los proveedores no se terminan de atender. Hace más de un mes se canceló un millardo de dólares, pero el grueso sigue pendiente. Las contratistas más grandes han recibido entre 5 y 10% de los pagos pendientes, debido a que Pdvsa sigue negociando tarifas. Esos retrasos en las cancelaciones inciden en la operatividad, y una empresa paralizó cuatro de sus 14 taladros.
La necesidad de recursos lleva a Pdvsa a buscar financiamiento, y aunque obtuvo un préstamo en Japón, fuentes financieras señalan que se espera que la industria petrolera haga una emisión de bonos en el mercado interno.
Más efectos La crisis con los ingresos petroleros se registra en un momento en el cual el Gobierno insiste en avanzar en su modelo productivo socialista.
En el Plan de Desarrollo Económico y Social 2007-2013 se indica que "la industria petrolera es corresponsable en primera línea en la generación y crecimiento del nuevo modelo mediante el fomento de unidades de economía social", pero ese rol se está dificultando.
Luego del 15 de febrero, el mandatario decidió acelerar su esquema productivo bajo reformas legales, tomas de plantas y tierras y creación de unidades productivas manejadas por comunidades. La necesidad de cubrir el gasto corriente y atender el modelo obligaron a revisar los impuestos y aumentar del endeudamiento, pero los requerimientos aún son mayores.
Mayela Armas
H. EL UNIVERSAL
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