Las “bárbaras” sentencias dictadas en Aragua son una “emblemática muestra de la intención del Déspota de cubrir la represión con artimañas judiciales“

En su editorial de hoy publicado en el diario Tal Cual, Teodoro Petkoff considera que el juicio de los comisarios es, sin duda, un juicio político donde “la verdad es la que establece quien tiene el poder”.

Para Petkoff no hay duda de que el juicio de los comisarios y funcionarios de la PM, es un juicio político, lo que significa que la verdad “nada tiene que ver con el desenlace”.

“En los juicios políticos no hay verdad verdadera ni verdad procesal ni un rábano. En los juicios políticos la verdad es la que establece quien tiene el poder”, agrega.

El editor indica que en Venezuela la verdad es la que “el Déspota quiere que sea”, según Petkoff, él dependiendo de su “humor retaliativo” indica quién tiene que ir preso y “sus esbirros, rábulas y tinterillos” se encargan de inventar los delitos y de preparar las sentencias condenatorias, incluso antes del caso.

“El proceso judicial mismo es una farsa”, afirma.

Advierte que en Venezuela el Gobierno está transformando los tribunales, abrazados al “terrorismo judicial de Estado”. Las “bárbaras” sentencias dictadas en Aragua son una “emblemática muestra de la intención del Déspota de cubrir la represión con artimañas judiciales“.

Petkoff critica que en el juicio de los comisarios ni siquiera se hayan tomado la molestia de tratar de probar las acusaciones. “Se condenó al margen de toda prueba, apoyándose en un cínico discurso político”.

Comenta que el nombre de la jueza, aunque sea una “simple mandadera”, quedó inscrito con letras “rojo-rojitas” en la Historia Universal “de la infamia”.

Según cita Petkoff, en un trabajo de la periodista Patricia Clarembaus, se demuestra con bases y pruebas que ninguno de los acusados tuvo la más mínima posibilidad física de haber cometido los delitos por los que fueron condenados a 30 años de prisión.

“El régimen saboteó de todas formas posibles la designación de una Comisión de la Verdad, propuesta, entre otros por nosotros, en los días siguientes al 11A, para evitar precisamente la politización indecente de los trágicos acontecimientos e impedir el aprovechamiento politiquero de una dolorosa circunstancia nacional, en la cual la muerte no distinguió entre colores políticos y el luto embargó por igual a familiares de lado y lado”.

El editor asegura que “el Déspota” no quiso crear esta comisión, porque él no quería justicia, sino venganza.

Golpe bajo
Editorial Tal Cual