En respuesta a la grave noticia sobre la congelación de activos de Pdvsa, con la cual titularon ayer todos los periódicos, el presidente de esa empresa, Rafael Ramírez, prometió dar a conocer todas las informaciones que, según él, demuestran que la acción judicial de la Exxon-Mobil no tiene fundamentos.
Esperamos que así sea, porque hasta ahora muy poco se ha informado con sinceridad sobre las actividades de la empresa petrolera nacional, a pesar de las reiteradas solicitudes que han hecho la mayoría de los venezolanos. Ojalá que Pdvsa, al presentar sus alegatos de defensa en el exterior, comparta con los venezolanos estas informaciones que sí le entregan a los extranjeros pero que le niegan a los ciudadanos de este país, para que no sepan cómo se ha manejado nuestra principal riqueza.
Debemos exigir que Petróleos de Venezuela suministre la información prometida, porque así podrá calmarse la gran preocupación causada por una medida judicial que atenta contra la estabilidad de la economía nacional y que, por ende, afecta la vida diaria de los venezolanos. Hasta la fecha, Pdvsa y el Gobierno han actuado como si los grandes consorcios petroleros transnacionales estuvieran obligados a aceptar todas sus propuestas y a temer todas sus amenazas.
Ayer no más, el ministro Rafael Ramírez dijo arrogante que la Exxon-Mobil nunca más tendrá negocios en Venezuela. Con ello demuestra no sólo una irresponsabilidad abismal, sino que nos enseña hasta qué punto Pdvsa está en manos de una gerencia mediocre e improvisada. Los bolivarianos olvidaron que las transnacionales petroleras "no son hermanitas de la caridad", y que los grandes líderes democráticos venezolanos han luchado digna y consecuentemente en los últimos 70 años contra las prácticas nefastas de los consorcios extranjeros del petróleo.
Aquí los únicos que han negociado con las transnacionales del petróleo han sido las dictaduras castrenses de los generales Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez, y el actual gobierno militar que le ha entregado a Cuba, Rusia, China y Brasil parte de la rica faja del Orinoco. Más colaboracionistas no han podido ser con los extranjeros.
Las transnacionales defienden sus negocios con todas las armas y en todos los campos de batalla, y tienen experiencia para hacerlo. Lamentablemente, el manejo irresponsable y prepotente del actual gobierno ha provocado que se despierte el formidable apetito de poder de los consorcios capitalistas más grandes del mundo, y que pretendan hacerlo valer contra Pdvsa.
Como los ciudadanos nunca fuimos informados y mucho menos consultados sobre los "combates" que los cabecillas bolivarianos libraban contra las petroleras extranjeras, ahora cuando ellas reaccionan no existe un consenso nacional que pueda servir para apoyarlos. A Pdvsa sólo le queda acudir a los tribunales internacionales y presentar argumentos jurídicos serios que la apoyen. No podrá defender sus intereses con consignas y manifestaciones de motorizados con franelas rojas.
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