Cientos de miles de ciudadanos, en Colombia y otras ciudades del mundo, han marchado hoy para protestar contra las FARC y pedir a la guerrilla que libere a los secuestrados. La manifestación de Bogotá ha sido de tal magnitud que ha sido considerada sin precedentes en el país.
Así vivió Bogotá la marcha contra las Farc
Miles de personas en varias ciudades del mundo ya están circulando por las calles. La carrera 7 de Bogotá y la Plaza Brión de Caracas son las que muestran multitudes. Gigantescos pendones y pancartas se han preparado para la ocasión, la de Caracas realizada con un mosaico que está siendo trasladado por varios centenares de manifestantes.
El diario bogotano El Tiempo dedicó su editorial a esta iniciativa:
No cabe la indiferencia frente a un drama como el secuestro: todos los colombianos debemos manifestarnos.
Llegó el día. Hoy, el país sale a la calle a decir a una sola voz: no más Farc, no más secuestro. Todo colombiano amante de la paz, enemigo de la violencia, más allá de diferencias políticas o ideológicas, debe manifestarse hoy. No cabe la indiferencia frente a un drama como el secuestro, que ha llevado tanto dolor a miles de familias de colombianos y que ninguna idea o programa puede justificar.
Mas allá de si se marcha o se concentra, si se es gobiernista o antigobiernista, si se convocó en un lugar o en otro, lo importante hoy es que la sociedad colombiana se manifieste en una demostración masiva de su repudio a este abominable delito, calificado internacionalmente como un crimen de guerra. Y, por supuesto, la condena debe ser contra quienes más lo practican, prolongando por años y años el cautiverio de inocentes y chantajeando a la sociedad con rescates y ‘canjes’.
Las Farc no son las únicas que secuestran, por supuesto, ni las únicas que practican la violencia o el terrorismo. Pero sí son su manifestación más visible y poderosa, y por ello han congregado un repudio que tiene pocos antecedentes de parte del pueblo colombiano, por el que dicen cínicamente librar su lucha.
La marcha es contra el secuestro, una de las más inhumanas e injustas formas de la guerra (con la desaparición forzada, menos frecuente), y la que más golpea a los inocentes. Y por eso la convocatoria es primordialmente contra las Farc, porque son las que han convertido sistemáticamente el secuestro en un arma de guerra, de chantaje y de financiación. Por lo tanto, todos debemos marchar, independientemente de la postura que se tenga frente al Gobierno o la oposición.
Es la lógica de la política que el Gobierno intente aprovechar la marcha como un plebiscito a favor de su estrategia de no hacer ninguna concesión a las Farc, y dado que es inevitable que la marcha tenga un sentido político, muchos de los que saldrán a la calle lo harán con cierta reticencia, o vocearán consignas e ideas que van más allá de la convocatoria original. Pero esto es secundario ante el significado más profundo de esta movilización. Que no es otro que el de expresar un rechazo nacional a una inhumana violación de la libertad y a sus principales responsables.
Lo ideal es que la marcha y las demás protestas convocadas transcurran pacíficamente, que no se produzca enfrentamiento alguno, que no se aproveche para hacer chauvinismo contra Venezuela. El Presidente haría gala de prudencia guardando distancia, sin caer en la tentación de echar un discurso en la Plaza de Bolívar. Eso sería una muestra de respeto hacia una manifestación de origen no político ni partidista, en cuya convocatoria los jóvenes e Internet han jugado un papel decisivo.
Ese es el sentido profundo de la protesta de hoy: no a las Farc, no al secuestro, sí a la libertad. Una consigna que debe unir a todos los colombianos.
1 comentario:
Eu e mais alguns blogueiros brasileiros participamos virtualmente.
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