miércoles, 26 de septiembre de 2007

Los escuálidos

El contrabando ideológico más grande que ha pisado el suelo de la patria, lo representa el calificativo que Hugo Chávez les ha dado a sus adversarios políticos, puesto que "los escuálidos" no representan una clase social o un proyecto anti-revolucionario. Como Teniente Coronel está entrenado para manejar a sus seguidores, sembrándoles el odio en contra de sus enemigos, a la vez que dicha maniobra o engaño político le ha permitido ocultar la verdadera esencia de su gobierno, que no es otro que el neoliberalismo en lo económico y fascismo o militarismo en lo político.

Si eres revolucionario, un humilde trabajador o un empresario nacional que manifiestas alguna inconformidad con las políticas del gobierno, pasas a ser tildado de "enemigo" (un escuálido); pero si eres un corrupto, asesino o politiquero y manifiestas simpatía y mucho más si realizas alabanzas al caudillo, tienes el honor de ser llamado compatriota o bolivariano".

Perversamente utilizan el descontento que existe en la población contra las cúpulas del pasado, para asociarlas con todos sus oponentes; siendo que la asquerosa corrupción, la utilización de las necesidades de los más pobres (a través del clientelismo político) y la exclusión, fueron prácticas de las cúpulas podridas de ayer y de ahora en esta
falsa revolución.

Mientras divide y enfrenta a la población entre oficialistas y escuálidos, ha desarrollado parte de las desastrosas políticas plasmadas en el paquete económico de Carlos Andrés Pérez y la Agenda Venezuela de Rafael Caldera. El 53% del presupuesto se sustenta en impuestos de todo tipo; ha reforzado la
dependencia de nuestra economía a la extracción de petróleo (no en la industrialización); facilitó el libre desplazamiento de capitales internacionales en el sector bancario y otras ramas de la economía (mientras aceleró la quiebra del empresariado nacional); aumentó la deuda externa en 47 millardos de dólares; disminuyó la producción agropecuaria aumentando la importación y le niega las reivindicaciones sociales y económicas a los trabajadores al no firmarles sus contrataciones colectivas. Pero todas estas cosas las tapa generando conflictos permanentes entre sus seguidores y los mal llamados escuálidos.

Este contrabando ideológico se ve reforzado gracias a un minoritario sector de la oposición (pero con mucha presencia mediática) que esgrimen posiciones reaccionarias, ultraderechistas y desligadas del sentir de los sectores populares. Minimizar las ventajas del rival político y potenciar sus debilidades, es algo que maneja muy bien el gobierno para evitar que una importante porción de venezolanos desilusionados de su administración (los mal llamados NI-NI), no se trasladen hacia una posición capaz de disputarse el poder; ya que la mayoría de los ciudadanos que han dejado de simpatizar con Chávez y los que no lo han querido desde el inicio, no desean el regreso de las cúpulas del pasado.

Construir un referente político de carácter popular, democrático, progresista y verdaderamente revolucionario, es un deseo compartido por la mayoría de los venezolanos. Por esta razón, la dirección en Anzoátegui de la organización revolucionaria Vanguardia Popular, está trabajando por la conformación de un Frente de Luchadores Sociales impulsado desde Puerto La Cruz, para organizar y orientar las luchas concretas, a la vez de generar el debate sobre la necesidad de un cambio, ya que romper la perversa división entre oficialistas y escuálidos debe ser una tarea de todos los días y en todos los espacios posibles, en términos inmediatos, en torno al debate sobre la reforma constitucional y la pretensión del presidente de controlar todo, en aras de buscar eternizarse en el poder.


Robin José Rodríguez González
www.soberanía.org

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