La psicosis centrada en el poder pervierte y trastoca la personalidad Buscando materiales para un seminario sobre cotidianidad me topé con un libro y autor, desconocidos para mí. Historiador, sacerdote, inglés (1915-2005). Plantea el autor un apasionante recorrido por las desquiciadas vidas públicas y privadas de reyes y gobernantes. Desde Calígula y Nerón, hasta los patéticos políticos del siglo XX: Stalin, Churchill, Hitler y Mussolini. Deja el interrogante acerca de cuánto afectaron los trastornos personales su desempeño político.
Los dos últimos capítulos recapitulan las reflexiones generales sobre los personajes elegidos. "Más que ningún otro período, acota Vivian H.H. Green, el siglo XX fue una época plagada de dictadores que causaron enormes desgracias y sangrientas guerras. Estaban tan obsesionados con el poder que éste se transformó en su único objetivo. La psicosis centrada en el poder pervierte y trastoca la personalidad. Un dictador es un político cuya mente, enferma de poder, va por un solo carril, y cuyo deseo consiste en imponer su voluntad y sus valores a todos los ciudadanos y eliminar a quienes no los aceptan".
"La clave para comprender a esos tiranos se encuentra en el desarrollo de sus tendencias. El poder se transformó en una obsesión que estaba por encima de todo lo demás y les ofrecía la oportunidad de dar rienda suelta a la expresión de viejos resentimientos, satisfacer ambiciones personales y liberar impulsos inconscientes".
"Uno de los aspectos más fascinantes de la psicología de masas es que millones de hombres y mujeres comunes hayan sido embaucados al punto que se comprometieron con una causa no sólo privada sino también descabellada. Para reforzar su imagen, los dictadores necesitaban hacerla aparecer más imponente de lo que era, entonces buscaban la adulación pública y organizaban ceremonias grandilocuentes". La historia ha sido y es maestra de vida. Hay que recurrir a ella.
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