El Rey de los monos

"Los mayores enemigos de la libertad no son los que la oprimen, sino los que la deshonran". Arturo Uslar Pietri.

En el estado feudal de Chu, un viejo vivía de tener monos a su servicio, las gentes lo llamaban "ju gong": el Rey de los Monos. Todas las mañanas el viejo reunía a todos los monos en su patio y ordenaba al más viejo que condujera a los demás a la montaña a recoger fruta de los árboles. La regla era que cada mono tenia que darle al viejo la décima parte de lo que recogiera. Los que no lo hacían eran brutalmente azotados. Todos los monos sufrían amargamente, pero no se atrevían a protestar.

Un día, un monito les pregunto a los otros: "øFue el viejo quien sembró los árboles y las matas? Los otros le respondieron: "No, brotaron solos". El monito les dirigió otra pregunta: "øNo podemos nosotros coger la fruta sin permiso del viejo?" Los otros replicaron: "Sí, todos podemos hacerlo". El monito siguió: "øEntonces porque tenemos que depender del viejo? øPorque tenemos que servirlo?"Antes que el monito hubiera terminado su discurso todos los monos de pronto se sintieron iluminados y despertaron.

Esa misma noche, al observar que el viejo se había quedado dormido, los monos rompieron las barreras del vallado donde se hallaban encerrados y destruyeron el recinto por completo. Nunca más volvieron. El Rey de los Monos murió de inanición. Moraleja del filósofo Yu-Li-Zi: "Algunos hombres en el mundo gobiernan a su pueblo mediante tretas y no por principios rectos. øNo son estos iguales al Rey de los Monos? La gente no se ha dado cuenta de su embrutecimiento. Apenas se les ilumine el conocimiento, las tretas dejaran de funcionar." (Fábula china del siglo XIV, cortesía del lector Angel Cuba).

Cuando escuché a Chávez en una de sus megacadenas "educativas" del día lunes decir que "antes" (es decir, antes de él) nos enseñaban en los libros de texto escolares a adorar a Cristóbal Colón, a los colonizadores y a Tarzán, el Rey de los Monos ("y los monos éramos nosotros", dijo), me vino a cuento esta antigua fábula china, que enseña que para ser libres hay que tener la voluntad y el convencimiento de que nadie es amo de nadie. No hay razones ni justificación para apoderarse de la vida y el destino de otra persona. El vil espectáculo de la utilización de niños y jóvenes para cantar loas a quien se cree el Rey de los Monos sólo tiene parangón en las jaladas obligatorias y a todo gañote de los niños cubanos hacia el tirano Fidel. Aquí no hay UNESCO ni LOPNA que valga, cuando de utilizar a menores de edad para que masajeen el ego del amo se trata.

Pero más allá de la inescrupulosa utilización de menores en actos de jaladera política está la aviesa y manifiesta intención del gobierno de intervenir directamente en el mensaje que se les introducirá a nuestros niños en sus inmaduras cabezas. Chávez ha descubierto que las escuelas son una vía más poderosa para apropiarse de la voluntad de los venezolanos que su red de medios oficialistas de escasa sintonía, por eso le estorba una educación privada con valores éticos muy diferentes a los suyos.. Nada menos que siete millones de escolares, con grupos familiares involucrados, con toda la información acerca de millones de personas asentadas en las actas escolares que ahora preguntan hasta qué comen en cada casa, cual canal de televisión ven, cual es la afiliación política de los padres. Los maestros, entrenados en los cursos organizados por las Zonas Educativas, enseñarán los "valores" de la única ideología permitida en el país: la de Hugo Chávez, que él llamada "socialista" pero que no es más que un vaciado de todos sus resentimientos, elucubraciones y mareos, sin ningún orden, concierto ni sindéresis. Ese es el "socialismo del siglo XXI" que se impone bajo amenaza de muerte ("Patria, Socialismo o muerte") o exilio ("al que no le guste que se vaya") para quienes no la compartan.

Los venezolanos son seres conviventes y de alegre talante, que se han calado con comodidad, buen humor y tolerancia las impertinencias de un Presidente que le ha cambiado hasta el nombre al país, pero sin un solo efecto positivo que justifique sus arbitrariedades. Prueba de ello son las cotas de miseria que Venezuela logra con el más alto ingreso petrolero de su historia. El Presidente obvia mencionar la corrupción horrenda que ha parido una nueva clase social de chavillonarios, que no saben comer con cubiertos pero que andan montados en una Hummer y pagan todo en efectivo. Tampoco menciona que Venezuela es el país más violento del continente, con cifras mortales que equiparan a la de países en guerra. El Presidente se ofende cuando un periodista extranjero le pregunta por qué un país con tantos pobres como éste financia el pasaje de autobús de una ciudad rica como Londres. Al Presidente le parece "estúpida" la pregunta que se hace la mayoría de los venezolanos (los que creen que democracia y Chávez son factores incompatibles): øPor qué Chávez regala nuestro dinero para paliar necesidades de otros países cuando en Venezuela hay esas mismas y aún mayores necesidades? Chávez impone una reforma constitucional que no es más que la legalización de los desmanes que vienen cometiendo contra las libertades individuales y contra la democracia venezolana. Esa Asamblea Nacional, ilegítima por donde se la vea, electa contra la voluntad de un 73% de los venezolanos que decidieron no concurrir a un proceso viciado por un CNE descaradamente oficialista, va a aprobar "sin cambiarle una coma" el bodrio rojo con disfraz de constitución. Diputados electos con un promedio de 17% de los votos de sus estados, que no representan a nadie y que manifiestan con indignidad su servilismo hacia el amo, colectaran sus cambures para sobrevivir (creen ellos, øverdad Ameliach?) la aplanadora del Supremo que quiere ser Perpetuo.

Lo escrito en esa reforma es lo que el régimen viene haciendo ilegalmente desde hace tiempo: el irrespeto a la propiedad privada, el privilegiar unas comunas constituidas por oficialistas, el desmontaje de la descentralización, la organización de milicias. Así que lo único que cambiará después de la aprobación por parte de la AN y del CNE será la reelección presidencial continua. Chávez ha demostrado que las leyes son para servir a sus planes personales, que el poder puede más que el saber y que con petrodólares en el bolsillo, casi todo el mundo se le arrodilla.

Si los venezolanos, como los monos de la fábula se dan cuenta que el que se cree Rey no es tal, que no tiene poder para controlar nuestros hijos, para disponer de nuestros bienes y para decidir su permanencia en el trono.

Si los venezolanos, como los monos de la fábula, decidimos que no tenemos Rey, que somos seres libres, con derecho a opinar y decidir sobre el propio destino, el de nuestros hijos y el de nuestro país. Si todos los venezolanos, como los monos de la fábula, decidimos ser libres, demócratas, prósperos y educados, el Rey de los Monos morirá de inanición. Se oyen propuestas para retomar el control de la selva.

Charito Rojas
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