Washington.- El diario The Washington Post se preguntó hoy si el silencio del gobierno del presidente Barack Obama sobre los ataques recientes a la oposición en Venezuela equivale a "consentir'' las políticas del presidente Hugo Chávez.
"No tenemos objeción para el diálogo con el señor Chávez, pero ¿no es el momento de empezar a hablar sobre preservación de las estaciones de televisión independientes, los líderes políticos de oposición, sindicatos y grupos de derechos humanos, antes de que sea muy tarde?'', dijo el periódico en su principal comentario editorial, reseñó AP.
The Washington Post se refirió a cómo la red Globovisión, el medio más importante de la oposición, estaba siendo hostilizado por el gobierno de Chávez con allanamientos de sus propiedades y declaraciones del propio presidente. Recordó que hace dos años se hizo la misma campaña que terminó con el silenciamiento de Radio Caracas Televisión (RCTV).
"Mientras Estados Unidos y los vecinos venezolanos se mantienen en silencio, la campaña de Hugo Chávez para destruir lo que queda de la oposición continúa'', agregó el diario en un comentario titulado: "¿Es el silencio consentir? La política de 'comprometimiento' de la administración Obama es conveniente para los más recientes actos de represión de Hugo Chávez''.
Afirmó que no es la primera vez que un "caudillo ha tratado de eliminar a opositores pacíficos: El señor Chávez está siguiendo un camino bastante transitado por individuos como Juan Perón y Alberto Fujimori, por no mencionar a su mentor Fidel Castro, pero esta puede ser la primera vez que Estados Unidos ha observado en silencio la destrucción sistemática de una democracia latinoamericana''.
El Universal
Régimen afianza control en sectores más deprimidos
Las áreas que están siendo nacionalizadas requieren de mayores inversiones
El presidente Hugo Chávez acelera la marcha de su plan socialista para ejercer el control de más sectores estratégicos en un entorno de contracción de la economía, mayor inflación y menores ingresos petroleros.
Luego del 15 de febrero el Gobierno retomó la ola de nacionalizaciones en empresas de las áreas de petróleo, manufactura y banca. Pero esas tres actividades en el primer trimestre registraron resultados negativos.
Para la recuperación de esos sectores se requiere de la inversión pública, pero actualmente el músculo financiero del Gobierno es débil, tiene menos recursos y más compromisos.
En el primer trimestre los ingresos por ventas de crudo registraron una caída de 55%, y aunque en los fondos especiales se disponen más de 20 millardos de dólares, una parte de esos recursos se tiene que utilizar para los pagos a las empresas nacionalizadas, con lo cual ya no son suficientes para las nuevas inversiones.
Acatar el plan
El Plan de Desarrollo Económico y Social 2007-2013 señala que en el modelo socialista el Estado conservará el control de las actividades que son de valor estratégico e impulsará empresas de producción social. En el programa se contempla el desarrollo de las cadenas productivas y en ese marco se indica que se hará énfasis en la industria básica no energética, manufactura en general, producción de alimentos y servicios básicos para la población, lo cual explica las últimas medidas. El director de Datanálisis, Luis Vicente León, explica que más allá del control de los sectores estratégicos, el Gobierno acelera las nacionalizaciones, porque tiene deudas con proveedores y antes de realizar los pagos pendientes o entregar subsidios para que se pueden mantener en el tiempo, opta por tomarlas y así tener el dominio.
Acciones
En el área petrolera, Pdvsa decidió nacionalizar 76 firmas de servicios bajo el argumento de que la acción le genera ahorros. La actividad petrolera registró en el primer trimestre una caída de 4,8% del PIB, debido a los menores volúmenes de producción, y sus ingresos por exportaciones fueron 9,8 millardos de dólares cuando en el mismo período de 2008 se ubicaron en 20,4 millardos de dólares.
A ese entorno de menos fondos se suma el salto de las deudas, pues hasta 2008 le debía a los proveedores 13 millardos de dólares, y la revisión de sus inversiones y presupuesto de gastos. En el caso de las otras industrias básicas, ya el Ejecutivo había asumido el control de Sidor y esta semana realizó la nacionalización de las empre- sas que producen briquetas y tubos sin costura, con lo cual el Gobierno tiene el dominio en la región.
Sin embargo, en el primer trimestre la producción de aluminio y de acero registraron caídas de 10 y 8% respectivamente, lo cual tuvo incidencia en el PIB manufacturero que cayó 1,1%. Adicional a la menor producción, las empresas tienen obligaciones con sus proveedores.
La intención del Ejecutivo en este sector es promover la participación de los trabajadores en la administración de las empresas. Aunque ya ello se hizo con Alcasa y la gestión fue negativa, Chávez insiste en que esas compañías serán de producción social y por lo tanto los trabajadores se apropiarán del excedentes económico. Para el avance del modelo se tienen que incrementar las inversiones, sin embargo ello no ha estado entre las prioridades del Ejecutivo, del Fonden la industrias básicas han recibido 480 millones de dólares, 2% del total de recursos que ha recibido el mecanismo en 4 años. En el área de alimentos, el Gobierno ya expropió una planta de arroz y ha ocupado una planta de pastas además de seguir tomando tierras. En esta área la producción ha bajado su ritmo y de crecer a tasas mayores a 7% en el primer trimestre de 2009 tuvo una variación de 3%. La desaceleración de la actividad económica se refleja en el comportamiento de la cartera de créditos. Los resultados del PIB indican que el sector financiero cayó 2,9% y en este etapa el Gobierno concreta la nacionalización del Banco de Venezuela, que será propiedad social. Con este proceso el Estado controlará 21,5% de los depósitos.
El Universal
No hay comentarios:
Publicar un comentario