sábado, 16 de mayo de 2009

Movilización nacional para difundir "contrato ideológico"



En mayo habrán asambleas con docentes y padres en todo el país


La sala de sesiones del Instituto Pedagógico de Caracas se convirtió este viernes en un hervidero de dirigentes, docentes y alumnos. Cada quien emitió su análisis del contrato, y todos coincidieron en reprobarlo por ser una "estafa" que erosiona sus principales derechos.

Ni 30% de aumento, que sumado a otros beneficios, de acuerdo a la versión oficial, eleva el incremento en 47% les quita el sabor amargo.

Después del diagnóstico de rigor y del palmario rechazo al contrato, se acordó la fase de acciones cuyo objetivo es dar a conocer, al mayor número de ciudadanos, el contenido del documento y captar su apoyo.

A partir del próximo 21 de mayo, en Barquisimeto, se dará inicio a una serie de asambleas en las principales ciudades del país que culminará el 29 en Caracas, adelantó el vocero de Fetramagisterio, Gualberto Masyrub.

Por su parte, el vocero de Fetrasined, Robert Rodríguez, subrayó que el contrato es un problema "nacional". "Nos atañe a maestros, padres y a todos los ciudadanos. Debemos estar a la altura de la situación, y eso pasa por organizarnos desde las bases, por salir a las calles a informar y a motivar para que los ciudadanos se involucren".

En ese sentido, y para ir calentando los ánimos, el docente exhortó a todos sus colegas, estudiantes del Pedagógico y a los padres y representantes a integrarse a la marcha del próximo 20 de mayo convocada por los universitarios.

En representación de Un Nuevo Tiempo, José Luis Farías, aclaró que no se trata de atacar a los agremiados de las federaciones firmantes, FEV, Sinafum y FVM, sino de sumarlos a la lucha porque igual han sido afectados.

"La base magisterial debe permanecer unida. Nos toca dar la batalla en todos los terrenos, y eso pasa por ir más allá de los medios de comunicación. Ya es hora de tomar las calles, ir a las plazas y recoger firmas para oponernos a ese contrato".



Políticas de Estado
Al disipar los rumores sobre su supuesto aval al contrato, la presidenta del Colegio de Licenciados de Venezuela, Carmen Aguirrechi, cuestionó que "prácticamente 90% de las cláusulas son políticas de Estado y del contenido de la reforma constitucional rechazada.

Para el presidente de Fetrasined, Falime Hernández, Orlando Pérez es un "mentiroso" pues prometió villas y castillas a sus agremiados, para luego darles un contrato "pírrico".

Gustavo Méndez
El Universal





"Están tergiversando la realidad"



Al presidente de la Federación Venezolana de Maestros, Orlando Alzuru, no le quita el sueño los ataques de sus colegas de las federaciones que rechazan el contrato. Sostiene que tienen derecho a participar en la negociación porque así lo indica la ley, y cumplieron todos los requisitos exigidos. A su juicio la "politización" del tema ha desvirtuando la esencia del contrato colectivo. "Están tergiversando la realidad".

De entrada desmiente que se haya destruido la carrera de la profesión docente con los nuevos mecanismos de ingreso y ascenso.

"Eso no se perdió en el contrato colectivo sino en el año 2002, cuando Aristóbulo Istúriz eliminó la junta calificadora nacional y los concursos. En ese momento, estas voces que nos atacan no dijeron nada. La FVM demandó esa acción, mientras el resto no hizo nada", recordó.

Con respecto a la injerencia de los consejos comunales en la selección de los docentes, explicó que en la FVM existe la Secretaría de Participación con la Comunidad para trabajar con los consejos comunales. "Creemos que el docente debe recuperar su liderazgo comunitario. Si no pregúntele a Leopoldo López quien trabaja con sus redes sociales. La comunidad organizada son los consejos comunales", precisó.

"En el contrato no se habla del socialismo. Yo siempre he sido un líder social".

Disiente de quienes afirman que se perdió la retroactividad. "Se logró un bono mensual a los jubilados. La retroactividad sigue vigente. Haremos un acta extracontractual para que se garantice ese derecho". En ese tenor, afirma que los jubilados siguen disfrutando sus derechos.

"No estamos conformes con este contrato, porque se pudo lograr mejores reivindicaciones, pero el Gobierno no tuvo voluntad. El docente sigue mal pagado. No está mal, pero no es el mejor. En cuanto a lo pedagógico no hay nada que nos indique que vamos rumbo al socialismo, si fuera así no hubiésemos firmado. El peligro esta en la discusión de la Ley Orgánica de Educación".


El Universal





Socialismo Mikymaus

La curiosidad es tan grande que nos obligó a leer juiciosamente a István Mészáros, quien ahora sustituye en las preferencias presidenciales a Lucas Estrella (¡el de "El Oráculo del Guerrero" se acuerdan!), y quien también le quita el sueño al Teniente Coronel haciéndolo, repentinamente, voraz lector en plena madrugada sísmica. Satisfecha la curiosidad inicial descubrimos otra mentira presidencial: el autor no dice lo que recita su lector dominical. Este apenas predica y confecciona un socialismo mykymaus.

Con Mészáros y su obra, como con Noam Chomsky ("Hegemonía y supervivencia. El dominio mundial de Estados Unidos") o Eduardo Galeano ("La venas abiertas de América Latina"), se ha dado lo que hoy llaman vulgarmente un "mikymaus", es decir, cuando una cosa se vuelve insustancial, superficial; pues han sido preparadas para un consumo rápido, tan rápido que no deja ninguna huella real en nuestro espíritu o nuestro intelecto.

Esto proviene, paradójicamente, de los productos y fabricantes de artículos de consumo masivo que se fabrican en todas partes del mundo; se trata de mercancías duraderas sólo para un rato y que después se desechan finalmente. Se califican a estos artículos como "Mikymaus" (Mickey Mouse) para señalar que es una caricatura de lo que debió ser y no es; como es el caso de relojes, vestimentas y otros artículos llamados "de marca", que ni la etiqueta de la marca es legítima. Tal como sucede con el socialismo chavista, inspirado ahora súbitamente en Mészáros, el que termina siendo una caricatura de sus postulados filosóficos; un remedo de lo que debería ser y no es; un socialismo mikymaus, como el mismo autor lo denuncia.

El prestigioso filósofo marxista húngaro István Mészáros en su libro "Más allá del Capital", expuso sus ideas acerca de los límites absolutos del sistema del capital, identificando cuatro conjuntos de contradicciones o antagonismos estructurales, que en su momento histórico fueron elementos positivos de la expansión y el avance dinámicos del capital, pero que hoy pueden llevar a un callejón sin salida a la humanidad. Frente a estos "límites absolutos" del sistema del capital, el autor supone que lo más probable es que la tendencia a una mayor presencia del Estado en el control de los procesos socioeconómicos se mantenga, e incluso se intensifique a escala global.

Mészáros llega a la conclusión de que el sistema del capital comienza a perder su capacidad de regular su propio sistema de contradicciones, al perder sus potencialidades expansivas. Con la crisis estructural del capital, cada vez más profunda, el autor considera que solamente podemos hablar de la actualidad histórica de la ofensiva socialista también en el sentido de que se requieren varios cambios institucionales de envergadura para llevar a su realización la tendencia histórica en cuestión.

La base teórica de su posición es el abandono de la idea del capitalismo como modo de producción y su inclusión en una categoría más amplia de modo de control social o metabolismo social del capital. El problema en el caso de la URSS para Mészáros es que no se habría logrado ir "más allá del capital".

Resalta la advertencia devastadora del autor, ante los reveses y derrotas electorales demoledoras de los partidos comunistas y socialistas en Francia, Italia, Alemania, Bélgica, Inglaterra y los países escandinavos, en el sentido de realizar cambios estructurales de fondo para alcanzar un verdadero socialismo y no un socialismo Mickey Mouse, cuya única tarea es administrar mejor el capital.

Justamente, el socialismo chavista propulsado desde el gobierno nacional es exactamente lo contrario a lo sugerido por Mészáros; la verdad verdaíta es que estamos ante un sistema de capitalismo de Estado que, en el nombre del socialismo, está apoderándose de los principales medios de producción y distribución de bienes y servicios del país; a la usanza de la vieja Unión Soviética o el régimen cubano. Este sistema de capitalismo de Estado está compuesto por PDVSA; CANTV; Electricidad de Caracas; Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y sus empresas Alcasa, Venalum, Bauxilum, Ferrominera, Alunassa, Ferrocasa y Proforca, Veneiran; Mercal; Venezolana de Televisión; Vive TV; ANTV; TEVES; Telesur; Radio Nacional de Venezuela; Banco Industrial de Venezuela; Banco del Tesoro; Banco de Desarrollo (Bandes); Fonden; Banfoandes; Banco de la Vivienda y Hábitat; Banco del Pueblo Soberano; Banco de la Mujer; Banco Agrícola; Conviasa; Venetur; Ávila Mágica; etc.

A la sazón, el autor, su libro y el socialismo que se predica desde el gobierno central son unos mikymaus; una caricatura de lo que debió ser y no es, unos objetos de rápido y fácil desecho. Pero entonces, ¿Quién es el ratón?


Juan Carlos Apitz
El Universal

1 comentario:

Anónimo dijo...

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