Así terminará el "socialismo" en Venezuela... caerán en la degeneración los "próceres" de la izquierda fascista al mando del MicoMandante... La aventura de la mafia "socialista" fracasará.
Ante la caída económica global, el gobierno nacional nos quiere hacer caer en el espejismo del socialismo. Cuando lo que hace falta es un modelo alternativo de capitalismo, con mayor conciencia social, que permita no sólo salir de la crisis sino hacerlo bajo nuevos paradigmas.
Es aceptado por todos que basarse en los mercados para las transacciones económicas es una condición necesaria para que una economía sea considerada capitalista. Igualmente, la búsqueda de beneficios y en recompensas individuales basadas en la propiedad privada se consideran rasgos típicos del capitalismo.
Aunque todos los países ricos del mundo -los europeos, así como Estados Unidos, Canadá, Japón, Singapur, Corea del Sur, Australia, etc.– han dependido en parte de transacciones y otros pagos que tienen lugar fuera de los mercados. Entre ellos están los subsidios de desempleo, las pensiones de incapacidad y vejez, diversos rasgos de la seguridad social y las subvenciones de educación, salud y otros servicios distribuidos por medio de disposiciones legales ajenas al mercado. Los derechos económicos relacionados con esos servicios no se basan en la propiedad privada.
La economía de mercado ha dependido para su funcionamiento no sólo de la maximización de los beneficios sino también de muchas otras actividades, como el establecimiento de la seguridad social y la prestación de servicios públicos. A la sazón, el rendimiento innegable del sistema capitalista, cuando todo iba bien, era fruto de una combinación de instituciones: la educación, la salud y el transporte, pagados con dineros públicos, que iba mucho más allá de confiar sólo en una economía de mercado fundada en la maximización del beneficio y de derechos personales limitados a la propiedad privada.
Históricamente, el capitalismo no emergió verdaderamente hasta que nuevos sistemas de leyes y prácticas económicas protegieron los derechos de propiedad e hicieron viable una economía basada en ella; pero con el apoyo de otros valores y ética institucionales.
En los últimos años, las obligaciones y responsabilidades morales y legales asociadas a las transacciones capitalistas se han vuelto mucho más difíciles de rastrear. La responsabilidad se ha visto minada de un modo terrible, y la necesidad de supervisión y regulación se ha vuelto mucho más dura. El papel supervisor de los gobiernos ha sido drásticamente reducido debido a una creciente creencia en la naturaleza autorreguladora de la economía de mercado. Precisamente, mientras crecía la necesidad de vigilancia del Estado, disminuía la necesaria supervisión. Como resultado se aproximaba un desastre que finalmente tuvo lugar el año pasado y que sin duda ha contribuido en gran medida a la crisis financiera que hoy azota al mundo. La regulación insuficiente de actividades financieras tiene implicaciones no sólo para las prácticas ilegítimas, sino también para una tendencia hacia el exceso de especulación que tiende a atrapar a muchos en su ansiosa búsqueda de beneficios.
La presente crisis económica fue en parte generada por una inmensa sobrestimación de la sabiduría de los procesos del mercado, y la crisis se está viendo ahora exacerbada por la ansiedad y la falta de confianza en el mercado financiero y en las empresas.
A pesar de las inmensas inyecciones de liquidez en las economías estadounidense y europea en su mayoría realizadas desde los gobiernos; los bancos y las instituciones financieras no se han mostrado hasta ahora dispuestos a descongelar el crédito. Otros negocios siguen quebrando, en parte en respuesta a una demanda ya disminuida, pero también por miedo a una demanda aún menor en el futuro, en un clima de pesimismo general.
Una crisis no sólo presenta un reto inmediato al que se debe hacer frente. También ofrece una oportunidad para corregir problemas a largo plazo cuando la gente está dispuesta a reconsiderar falsas creencias. Esta es la razón por la cual ante la crisis mundial presente es importante enfrentarse a asuntos de largo plazo ignorados, como la conservación del medio ambiente, la potenciación del sistema de salud, etc., muy ignorados en las últimas décadas.
La presente crisis económica no requiere de un sucedáneo: el socialismo (¡y menos de cuño chavista!), sino que exige una nueva comprensión de viejas ideas, muchas de las cuales han sido tristemente ignoradas. También es necesaria una percepción clara de cómo funcionan en realidad las distintas instituciones, y cómo una variedad de organizaciones -desde el mercado hasta las instituciones del Estado- pueden alcanzar las soluciones a corto plazo y contribuir a la creación de un mundo económico más decente. Ese es otro capitalismo.
Juan Carlos Apitz
El Universal
Servicios petroleros sin margen de maniobra para exigir pagos
Con la estatización de 60 empresas, Pdvsa se ahorrará 700 millones de dólares anuales
En menos de cuatro días el gobierno del presidente Hugo Chávez promulgó una ley que permitió ayer a Petróleos de Venezuela (Pdvsa) asumir el control de unas 60 empresas de servicios petroleros, algunas que durante semanas reclamaron al holding el pago de facturas atrasadas desde el año pasado.
La ley, decretada por Chávez cuando está en proceso la licitación del proyecto Carabobo de crudo extrapesado de la Faja Petrolífera del Orinoco, estatiza las empresas de servicios de inyección de agua, de vapor o de gas, que operan para incrementar la energía de los yacimientos y mejorar el factor de recobro (cantidad de crudo que se puede extraer), de compresión de gas y las vinculadas a las actividades para producir en el lago de Maracaibo.
Entre las 60 empresas afectadas están la estadounidense de oleoductos Williams Companies Inc., que ejecuta el Proyecto de Inyección de Gas de Alta Presión (Pigap 2) y el Proyecto de Inyección de Gas de El Furrial, en el oriente del país.
La empresa informó recientemente que Pdvsa no pagará sus facturas restantes tras anunciar que tendría que asumir un cargo de 241 millones de dólares en el primer trimestre por sus operaciones en el país.
El proyecto Simco, en el que participan el consorcio británico Woodgroup y el grupo Exterran (una filial de la empresa española Exterran) es otro de los afectados. Esta compañía se encarga de inyectar agua en el lago de Maracaibo. Wood Group semanas antes expresó a la industria su malestar por la falta de pago. Pero tras la estatización dijo que está en una fuerte posición para exigir una indemnización por la toma de sus equipos e instalaciones.
El último reporte financiero de Pdvsa al cierre de 2008 destaca que la empresa arrastra una deuda con proveedores de unos 13.800 millones de dólares, lo cual ha dejado insolventes a grandes y pequeñas compañías.
Sin plazos El proceso de estatización de algunas empresas de servicios del sector petrolero fue distinto a la migración de los antiguos convenios operativos y a la nacionalización de los cuatro mejoradores de la Faja, en el que se estableció un cronograma. Esta vez fue rápido y directo, con fuerte presencia militar.
Fuentes del sector afirman que con la medida se reduce el poder de negociación de las empresas con Pdvsa para exigir sus pagos atrasados desde septiembre por temor de que se repita la medida dictada ayer.
El ministro de Energía, Rafael Ramírez, dijo durante un acto donde tomaron el control de las empresas de servicios del Lago, que 85% de tales instalaciones están sujetas a la ley.
"Tuvimos el apoyo, señor Presidente, de toda la cooperación de nuestros componentes militares", dijo Ramírez. "Pudimos detectar que las empresas querían evadir la ley llevándose de nuestro territorio remolcadores". Pdvsa también asumió el control de las áreas de inyección de gas y de inyección de agua en el lago de Maracaibo.
Por su parte, el presiedente Hugo Chávez dijo que la República se ahorrará $700 millones anuales. "El capitalismo lo vamos a enterrar en Venezuela", afirmó.
Deisy Buitrago
EL UNIVERSAL
1 comentario:
En España a principios de los años 30 hubo una republica dominada por la izquierda, desalojaron a la monarquia e intentaron hacer una nueva revolución francesa; a los dos dias los enfrentamientos entre la propia izquierda y la represión de los contrarios ideologicos engendro un clima de violencia inusitado.
La cosa acabo en guerra civil...
Ojala no les pase lo mismo.
Un saludo.
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