Chávez es trasladado a la sede del Ministerio de la Defensa. Allí debía rendirse oficialmente e instar a sus compañeros a que hicieran lo mismo a través de un mensaje televisivo en diferido, pero es presentado ante las cámaras en vivo. Pronuncia entonces la exhortación que pasa a la historia gracias a una frase: "por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital".
Alrededor de las seis de la mañana, Pérez ordena bombardear el Museo Histórico Militar si Chávez, uno de los pocos que aún resistía a las fuerzas leales al gobierno, no se rinde. Chávez sostiene conversaciones con militares de alto rango durante horas. Posteriormente, se entrega sin resistencia.
El ex presidente regresa al palacio presidencial en la madrugada, cuando el lugar está bajo el control de los militares que apoyan al gobierno. Paralelamente, los militares insurrectos comienzan a perder el control de las guarniciones militares que habían tomado en la capital y en el interior del país. Hugo Chávez debía dirigir las operaciones desde el Museo Histórico Militar, pero estaba incomunicado.
A la una de la mañana, Pérez se dirige a un canal de televisión privado, Venevisión, y graba un mensaje que será transmitido durante toda la madrugada. En él pide respeto a las instituciones. También insta a los militares sublevados a que se entreguen y a las unidades leales al gobierno que ayuden a restablecer el orden. Los enfrentamientos entre ambos grupos continúan.
Casi de inmediato, una columna de tanques bloquea las calles internas de Miraflores. Los militares que tratan de tomar el palacio presidencial y quienes están dentro se enfrentan en un tiroteo. 20 minutos después, el ex presidente se ve forzado a abandonar Miraflores y logra salir a través de una puerta lateral.
A las 12 de la noche el ex presidente llega al palacio presidencial acompañado por el ministro del Interior, Virgilio Ávila y un representante del partido Acción Democrática, Luis Alfaro Ucero. Poco después se les une el jefe de la Casa Militar, Mario Iván Carratú Molina.
Pérez se dirige a la residencia presidencial, La Casona. Tras recibir llamadas de dos de los integrantes de su tren ministerial, el ex mandatario pide transporte militar para trasladarse a Miraflores, el palacio de gobierno. Minutos después la primera dama, Blanca Rodríguez de Pérez, le informa a varios funcionarios que la Casona está siendo atacada con lanzacohetes y fusilería.
El 3 de febrero de 1992, el ex presidente Carlos Andrés Pérez llega al Aeropuerto Internacional de Maiquetía, a 40 minutos de Caracas, proveniente del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza. Allí lo espera el ministro de la Defensa, Fernando Ochoa Antich, para informarle que circulan rumores de un golpe de Estado.
Intento de golpe de Estado de febrerode 1992 en Venezuela
El 4 de febrero de 1992, un grupo de militares ejecutó un intento de golpe de estado en Venezuela contra el entonces presidente constitucional Carlos Andrés Pérez. La intentona golpista no logró sus objetivos y los rebeldes se rindieron. Entre los oficiales alzados que comandaron esta maniobra se encontraban, principalmente, cuatro tenientes coroneles del ejército: Hugo Chávez, Francisco Arias Cárdenas, Yoel Acosta Chirinos y Jesús Urdaneta.
Este evento transformó radicalmente la vida política venezolana, introduciendo nuevos actores en la escena: de estos cuatro protagonistas, el primero es presidente desde 1999; sin embargo, Arias también ha incursionado en política: fue electo gobernador del estado Zulia, candidato presidencial en 2000 -compitiendo con su propio ex compañero Hugo Chávez-, ha sido nombrado Embajador de Venezuela en la ONU y activista en la conformacion del PSUV. Acosta ha mantenido un bajo perfil y Urdaneta se ha convertido en un crítico de las políticas llevadas a cabo por el gobierno de Chávez.
Todos los participantes en esta acción fueron llevados a prisión por esta acción, siendo su causa posteriormente sobreseída y puestos en libertad dos años después, durante la presidencia de Rafael Caldera.
Venezuela había gozado de un período de estabilidad económica y social que era notable en América Latina en las décadas de 1960 y 1970. Dicha estabilidad estaba basada en la cuantiosa entrada de divisas extranjeras producto de la venta de petróleo y en el alineamiento politico con los Estados Unidos, principal socio comercial del país. Varias circunstancias produjeron una caída internacional de los precios durante los años 1980 y los gobiernos de Luis Herrera Campins y Jaime Lusinchi se mostraron incapaces de diversificar la economía venezolana, fuertemente dependiente del petróleo. Adicionalmente, políticas internas no acertadas llevadas a cabo por ambos gobiernos fueron deteriorando la calidad de vida de la población: el modelo rentista petrolero -antes exitoso- empezaba a colapsar y frente a una nueva realidad mundial, Venezuela comenzó a transitar un largo camino de crisis económicas.
Pérez, que en su primer gobierno (1974-1979) logró un gran crecimiento económico, regresa a la escena política diez años después, portando dicho aval: esto le valió resultar ganador en las elecciones de 1988, con una considerable mayoría que esperaba resolviese la fuerte crisis económica. Sin embargo Pérez, con políticas diametralmente opuestas a las de su primer gobierno, aplica un programa neoliberal (el llamado Gran Viraje), directamente influenciado por las teorías económicas de moda en ese entonces en el FMI, el [[Banco Mundial]] y en los principales grupos económicos de los Estados Unidos. Este programa incluía, entre otros aspectos, la liberación de precios controlados por la anterior administración, principalmente de la gasolina, pero su aplicación inmediata no hizo sino profundizar los problemas de la mayoría de la población[cita requerida]. Las consecuencias sociales no se hacen esperar: en Caracas, en 1989 se producen intensos disturbios, saqueos a gran escala, protestas y una subsecuente represión militar, conocida como el Caracazo. Además de la crisis económica, estos hechos demostraban la existencia de una latente pero muy fuerte crisis social: este fue el germen del intento golpista de 1992[cita requerida].
Para 1992 la situación se había complicado. Las "razones aducidas"[1] por los militares fueron las siguientes:
- La gestión económica y política del presidente Pérez.
- El descontento de los sectores medios y bajos de las Fuerzas Armadas por los hechos de corrupción verificados en los altos mandos militares.
- La subordinación de las Fuerzas Armadas ante un liderazgo político que consideraban incapaz y corrupto.
- La utilización de las Fuerzas Armadas, en particular del Ejército y de la Guardia Nacional, en la represión del Caracazo.
- El cuestionamiento a la posición sostenida por el presidente Pérez en las negociaciones relativas a la delimitación limítrofe con Colombia.
- El deterioro de las condiciones socioeconómicas de la oficialidad media y baja y de las tropas.
- El empleo de las Fuerzas Armadas en labores como repartición de útiles escolares, becas alimentarias, campañas de vacunación y de arborización, etc.
http://es.wikipedia.org/wiki/Golpe_de_Estado_de_febrero_de_1992_en_Venezuela
4 de febrero de 1992 - Intento de golpe de Estado
4 de febrero de 1992 - Chávez: "Yo soy golpista"
El Infame Golpe de Estado del 4 de febrero de 1992
El 4 de febrero de 1992 amanecimos de golpe en Venezuela y aun no hemos pasado la página, incluso después de 15 años.
El día 3 de febrero de 1992 a horas de la tarde comenzo un intento de golpe de estado que estallo en horas de la madrugada del día siguiente cuando el hasta el momento presidente de la republica Carlos Andres Perez regresaba de la ciudad de Davos (Suiza) debido a su participación en el Foro Económico Mundial. Por causa de este golpe hubo mas de 50 muertos (17 soldados), más de 50 heridos, 1.089 militares detenidos y cuantiosas pérdidas materiales (1).En el golpe de estado estuvieron comprometidas las guarniciones militares de los estados Aragua, Carabobo, Miranda, Zulia y el Distrito Federal en una operación clandestina llamada "Operación Zamora". Los responsables eran miembros de una agrupación clandestina existente en el seno de las Fuerzas Armadas, conocida como Movimiento Bolivariano MBR-200. Dicha organización fue fundada en 1983 por los entonces capitanes del Ejército Hugo Chávez Frías, Felipe Acosta Carlés y Jesús Urdaneta Hernández, quienes se desempeñaban como instructores de la Academia Militar.
Los motivos de los oficiales golpistas del MBR-200 pudieron ser muy válidos pero los medios empleados no lo fueron, de hecho, muchas de esas razones estan acentuadas hoy en día en el gobierno de Hugo Chavez que hace dos días cumplio 6 años en el ejercicio del poder. El 4 de febrero de 1992 algo se rompio en Venezuela y aún no se ha podido reparar.
Aunque el golpe de estado de 1992 fue un fracaso (3), en 1998 debido al descontento con la clase politica de la 4ta república Hugo Chavez obtiene una mayoria de votos y se convierte en el nuevo Presidente de Venezuela, decretando un referendum para solicitar la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente que es aprobada y esta a su vez sanciona un nueva Constitución en 1999 que le otorga sendos poderes y capacidades sobre una sola persona, el presidente de la republica. Casi como una versión para el siglo 21 del decreto que iba a ser dictado si el golpe de estado del 4 de febrero hubiera tenido exito, en el que se disolvian todos los poderes publicos y se instauraba una dictadura (4).
El 4 de febrero de 1992 algo se rompio en Venezuela y aun no se ha podido reparar.
Por definición este es un gobierno electo democraticamente en 1998 pero en mi opinión, por la practica ha sido una dictadura disfrazada y continuada de lo que fue planeado el 4 de febrero de 1992. Hoy en día todos sabemos que el chavismo tiene un control hegemonico sobre la mayoria de las instituciones y los poderes públicos, lo que ha causado una impunidad en la corrupción gubernamental que "galopa a paso de vencedores". Para colmo de males la justicia se ha puesto a la orden del chavismo para perseguir a quienes levanten su voz contra el despotismo y el abuso de poder.
Venelogia
http://www.venelogia.com/archivos/374/
Revaluando el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992 en Venezuela
El 4 de febrero de 1992, un grupo de militares encabezados por el Teniente Coronel Hugo Rafael Chávez Frías, intentó derrocar a la clase política venezolana democráticamente electa, en uno de los actos más violentos y sanguinarios de los últimos 100 años de historia política nacional.
Ese día, los militares rebeldes pretendieron sustituir el sistema democrático de alternancia en el poder a través del voto popular, por la imposición armada de una dictadura militar que secuestraría las libertades civiles, aniquilaría toda disidencia y desconocería la voluntad popular. El modus operandi y el objetivo final guardaban muchas semejanzas con el empleado por Augusto Pinochet en Chile 1973, con la gran diferencia de que en esta oportunidad menos del 9% de las Fuerzas Armadas respaldaron al usurpador.
Y es que no podía ser de otra manera por lo siniestro de la operación. Considerando, por ejemplo, cómo Chávez y sus rebeldes apuñalaron por la espalda a varios compañeros de armas que cumplían con su deber. Aparte de la abominación de montar una intentona golpista en las principales ciudades del país, exponiendo con ello a millares de civiles inocentes.
Muchos venezolanos recordamos cuando los sublevados trataron de tomar el Palacio Blanco con tanques de guerra, bombardearon objetivos civiles -puentes, edificios, carreteras, etc- asaltaron cuarteles, tomaron aeropuertos y secuestraron el canal 8 junto con su personal. Sometiendo a todo un pueblo al terror y la incertidumbre.
Gracias a Dios esta intentona militar falló, pero lamentablemente la mayoría de los medios de comunicación banalizaron el acontecimiento, y hasta se filmaron películas -”Amaneció de golpe” fue una de ellas- donde se presentó lo acaecido como un acto de justicia contra la corrupción adeco-copeyana. Los venezolanos cometimos entonces el error de no preguntarnos acerca de las verdaderas intenciones de los golpistas, y creyendo que Chávez era una especia de reivindicador social que venía a salvarnos, no reprochamos este acto, dejando pasar a la ligera el hecho de que un grupo de ciudadanos pretendía subvertir el orden democrático para llevarnos hacia una dictadura militar.
Autores:
José Alberto López Rafaschieri y Luis Alberto López Rafaschieri
www.morochos.org
La lista de los muertos por el intento de golpe de Estado del 4 de febrero de 1992
Noelia Lorenzo Parada. Tenía 9 años de edad. Recibió una bala de FAL en la cabeza cuando los Insurgentes iniciaron la toma de Miraflores, vivía en La Avenida Sucre era una alumna brillante del Colegio Teresiano de La Castellana. Era la hermanita mayor de tres niñas de una familia Uruguaya, era también una excelente alumna en la Escuela, hoy tuviera 21 años de edad.
Echarta Gaiska. Tenía 20 años y era estudiante de Ingeniería. Recibió una bala de FAL cuando los insurgentes iniciaron el asalto a la Carlota.
Migdalia Antonia Delgado de Marquina. Tenía 30 años y era Dirigente Estudiantil. Recibió un disparo de FAL en la cabeza, disparado por los rebeldes en La Base Aérea La Carlota, su hijo de 3 años recibió una herida rasante de FAL en la cabeza. Dejó otro hijo en aquel entonces de 6 años. Era hija del Jefe Civil de Chacao.
Hugo Orlando Villarte Mejías. Tenía 40 años. Trabajador de la Torre La Primera. Muerto a balazos por francotiradores en el “23 de Enero”.
José Enrique Ordaz. Tenía 44 años, era Escenógrafo de Arte TV, recibió un balazo en la espalda cuando militares insurgentes dispararon repetidas veces desde el Museo Histórico Militar en la parroquia “23 de enero” durante la revuelta del 4 de febrero, falleció el día siguiente en el Hospital Militar.
Funcionarios Policiales caídos en cumplimiento del Servicio:
Gerson Gregorio Castañeda, tenía 26 años y era Agente de la DISIP adscrito a la División de Patrullaje Vehicular, muerto en La Casona cuando los Insurgentes atacaban las casas aledañas a la Residencia Presidencial.
Edicto Rafael Cermeño Joves, Agente de la DISIP, muerto en La Casona.
Jesús Rafael Oramas, tenía 30 años y era Agente de la DISIP, adscrito a la División de Patrullaje Motorizado, resulto muerto a balazos en La Casona.
Jesús Aponte Reina, tenía 21 años era Agente de la Policía Municipal de Sucre, falleció al recibir un impacto neto de Mortero cuando los Insurgentes atacaban las residencias aledañas a la Residencia Presidencial de La Casona.
José Aldana, Cabo II de la Policía Metropolitana, muerto a balazos por los Tupamaros en La Cañada, Parroquia “23 de Enero”.
Franklin Alexis Vega, Agente de la Policía de Valencia, Estado Carabobo.
Wilmer Díaz, Agente de la Policía de Valencia, Estado Carabobo.
Efectivos Militares que cayeron luchando por la Patria y por la Libertad:
Deivis Peña Juárez, Cabo Segundo de la Guardia Nacional.
Elio José Gamboa, Cabo Segundo, Guardia de Honor.
Miguel Escalona Arriechi, Guardia de Honor.
Jesús Alberto González, Guardia de Honor.
Julio Peña Labrador, Guardia de Honor.
Jesús Santiago, Capitán (Ej).
Fernando Cabrera, Subteniente (Ej).
Pablo Linares, Sargento Técnico (Arv)
Celso González, AT de la Aviación.
José Salas Ramírez, Distinguido (Ej).
José Ramón Noguera, Soldado (Ej).
José Nieves, soldado (Ej).
Jesús G., Rodríguez, Distinguido (Ej).
Luis García, Distinguido (Ej).
Guerras Montes de Oca, soldado (Ej).
Hernández Herrera, Soldado (AV)
César Castillo, Soldado (Ej).
Wilmer Molina, Soldado (Ej).
Dos soldados desconocidos del Ejército.
Nota: fue realizada por un funcionario de la DISIP que prefiere reservar su nombre, en honor de los caídos.
Martha Colmenares
El "por ahora" que pasó a la historia
Sorpresa, miedo, pánico e impotencia. Es la respuesta que da, sin titubear, cuando se le pregunta que sintió el día del golpe de Estado del 4 de febrero de 1992. Aquella madrugada el jefe de la Casa Militar, Mario Carratú Molina, fue quien estuvo al lado del ex presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez.
"Tras la llamada que recibió del ministro de la Defensa, Fernando Ochoa Antich, el presidente salió de La Casona, la residencia presidencial, pocos minutos antes de que un batallón de paracaidistas empezara a disparar", explica Carratú.
Además de los enfrentamientos armados entre distintos grupos del Ejército, los disparos y los tanques en las calles, en la memoria de los venezolanos quedaría grabada la imagen del líder de la insurrección militar. Un teniente coronel con una boina roja -símbolo del regimiento de paracaidistas de las Fuerzas Armadas en Venezuela- reconociendo que, "por ahora", no había logrado su objetivo.
"Compañeros, lamentablemente, por ahora, los objetivos que nos planteamos no fueron logrados en la ciudad capital", dijo.
Nadie podía imaginar que en cinco años ese mismo hombre, Hugo Chávez, ocuparía la presidencia de Venezuela.
"Increíble "
"Nunca pensé que íbamos a estar en el gobierno", reconoce Francisco Arias Cárdenas, el oficial mas importante del movimiento militar después de Chávez.
Fue él quien tomó por asalto la casa del gobernador del estado Zulia, Oswaldo Álvarez Paz, y lo hizo prisionero.
Fue también el más exitoso en lograr el objetivo que le correspondía según los planes del golpe: el control de varias vías de comunicación, guarniciones militares, estaciones policiales, el aeropuerto e incluso complejos petroleros en ese lugar estratégico.
La asonada sufrió varios tropiezos. Los líderes de la insurrección tenían previsto transmitir, desde un canal de televisión privado, una cinta en la que solicitaban el apoyo de los ciudadanos, pero la misión no fue exitosa. Quien sí apareció en las pantallas en ese momento fue Pérez.
"Escapamos de Miraflores (el palacio presidencial) por una puerta lateral, y en pocos minutos llegamos a Venevisión, un canal de televisión privado. Ya no podíamos contener el ataque que venía de afuera", recuerda Carratú.
El mandatario le pidió a los militares insurrectos que se rindieran a través de la televisión. Tres horas más tarde, reapareció en las pantallas para asegurar que el gobierno estaba en control de la situación.
BBC Mundo
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/2007/venezuela_4f/newsid_6314000/6314261.stm
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