sábado, 11 de julio de 2009

Honduras: Errores de cálculo


El miércoles 24 de junio, en un artículo titulado “Las grandes ironías de Honduras” (publicado en este blog), hice dos vaticinios: uno, Honduras será el primer país en América Latina en detener el avance chavista en la región, y dos, precisamente en este año tan convulso en nuestra historia política, Honduras clasificará por segunda vez a un Mundial de Fútbol, desde 1982.

Sigo sosteniendo ambos puntos, pero en esta oportunidad quisiera concentrarme nada más en el primero, dado que evidentemente es un tema de mucha mayor relevancia y vigencia. La conclusión de que Honduras será la primera piedra con la que tropieza el “Socialismo del Siglo XXI” de Hugo Chávez, la pude sacar durante la marcha por la paz y la democracia realizada en San Pedro Sula el 23 de junio, 5 días antes de la salida del poder de José Manuel Zelaya Rosales.

En esa ocasión, marchamos en contra de los planes del entonces Presidente Zelaya Rosales de convocar a una Asamblea Nacional Constituyente, aproximadamente 80,000 personas de todos los sectores de la sociedad, es decir, de diversas clases sociales, religión y edad. El otro elemento que me convenció de la fuerza del movimiento fue su convicción de estar actuando en defensa de principios democráticos, en contraposición a la tesis de Zelaya Rosales que todos sus detractores estaban pagados por la oligarquía, poderes fácticos y burgueses, de acuerdo a su propia terminología.

Esos dos factores, lo voluminoso y diverso del movimiento contrario a Zelaya Rosales, y su fundamentación en principios y valores, siguen vigentes e intactos en las circunstancias actuales.
Sin embargo, ambos fenómenos siguen siendo subestimados y hasta negados fuera y dentro de Honduras. Ambos factores no se han podido observar en toda su dimensión a nivel internacional, dado que la opinión pública se está informando principalmente a través de CNN y Telesur, los cuáles le han dedicado más tiempo a presentar las manifestaciones a favor del retorno de José Manuel Zelaya Rosales. Estas indudablemente existen también, siendo la más numerosa hasta el momento la del aeropuerto de Tegucigalpa el domingo pasado, pero éstas no logran alcanzar la magnitud de las manifestaciones multitudinarias en contra de Zelaya Rosales que se han organizado en las principales ciudades del país, tanto antes como después de su salida de Honduras.

El asunto es que, en esta era mediática, hemos llegado al punto de creer que si algo no se ve o no se publica en CNN, básicamente no existe. Por eso, todos aquéllos que están fuera de Honduras, están asumiendo que la mayoría del pueblo apoya a Zelaya Rosales. Los que estamos en Honduras, tanto a favor o en contra de él, sabemos, en base a la simple observación en nuestras ciudades, que eso es, por lo menos, sumamente refutable. Paradójicamente, la engañosa premisa que la mayoría está a favor de Zelaya Rosales, es un arma importante a favor de aquéllos que están en contra de él. Y es que esa falsa impresión basada en las imágenes que transmiten CNN y Telesur, están conduciendo a Zelaya, Chávez y sus allegados a cometer errores de cálculo en sus pretensiones de restituir al primero en la silla presidencial de Honduras. Estratégicamente, subestimar al contrario, ya sea en deportes, negocios o política, es uno de los mayores errores que se pueda cometer.

Otro punto muy importante de esta mayoría en contra de “Mel”, es que su fuerza limita enormemente el espacio de maniobra para cualquier negociación que posibilite el regreso de Zelaya Rosales al poder. La comunidad internacional, que unánimemente reclama su restitución a la Presidencia, asume erróneamente que en Honduras es posible regresar al status quo ante, es decir, al estado de cosas tal como estaban antes de la salida de Zelaya Rosales. Sería una torpeza de la comunidad internacional asumir que la calma y normalidad regresarán con Zelaya Rosales de vuelta en la silla presidencial.

La iniciativa anunciada por parte de Hillary Clinton en esta fecha sobre la mediación en el conflicto por parte del Presidente de Costa Rica, Oscar Arias Sánchez, reconoce precisamente esa realidad, y busca algún tipo de arreglo que permita ese fin. Sin embargo, la poco conocida, pero enorme oposición del pueblo hondureño al regreso de Zelaya Rosales, le ata las manos al actual gobierno de Micheletti para negociar algún tipo de condiciones que eventualmente permitieran la restitución de Mel.

Por Margarita Montes
La Honduras posible

http://lahondurasposible.blogspot.com/

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