Dos israelíes murieron y varios resultaron heridos en la noche del lunes por cohetes lanzados por milicianos palestinos desde la franja de Gaza, donde en los tres últimos días han muerto 345 personas en ataques aéreos de Israel.
Un israelí murió a primera hora de la noche cuando un cohete Kasam golpeó la población de Nahal Oz, provocando heridas a otras seis personas, informó a Efe un portavoz del Ejército israelí.
En otro incidente, una mujer murió cuando un cohete Katyusha golpeó una parada de autobús en la localidad de Ashod, situada a una distancia de unos 37 kilómetros de la franja, y otras cuatro personas resultaron heridas por el impacto, uno de ellos de gravedad.
La localidad de Ashod no había sido nunca antes alcanzada por los cohetes palestinos y es el blanco más alejado golpeado por las milicias de Gaza.
En la última hora, alrededor de una veintena de cohetes Kasam y de proyectiles de mortero han impactado sobre territorio israelí, confirmó el portavoz.
En la ciudad de Ashkelon, donde esta mañana un obrero de la construcción israelí murió por el impacto de un cohete, un cohete Grad cayó sobre una escuela sin provocar ninguna víctima.
Otros dos israelíes resultaron heridos graves y tres leves por el impacto de proyectiles de mortero en el área regional de Shaar Hanegev, en el oeste del desierto del Negev.
En la localidad de Sderot otro cohete cayó sobre una vivienda sin provocar ninguna víctima.
Las milicias palestinas han disparado hoy contra territorio israelí cerca de setenta cohetes y proyectiles de mortero, según fuentes del Ejército israelí.
“Más de 300.000 ciudadanos israelíes están siendo atacados“, dijo la portavoz militar comandante Avital Leivovitz.
Las sirenas han silbado constantemente en las poblaciones israelíes cercanas a la franja de Gaza, donde la población se mantiene en alerta y tiene órdenes de permanecer a pocos segundos de un refugio en todo momento.
En las localidades situadas a menos de diez kilómetros de Gaza los ciudadanos han recibido instrucciones de permanecer constantemente en los refugios.
Según indicó Leivovitz, las milicias palestinas han lanzado contra Israel más de 200 cohetes y proyectiles de mortero desde que el sábado la aviación israelí inició la operación “Plomo Fundido”, con la que pretende acabar con el poder del movimiento islamista Hamás en la franja de Gaza.
En ese mismo periodo, las fuerzas israelíes han provocado la muerte a 345 palestinos y heridas a más de 1.600, de los cuales dos centenares se encuentran en estado grave, según cifras del Ministerio de Sanidad en Gaza.
EFE
De la sorpresa a la destrucción
- 'Tras ocho años sufriendo ataques de cohetes, no hemos tenido más remedio que actuar'
- La misión es que Hamas vea que 'Israel se ha vuelto loco', como en el Líbano
FONTRERA ENTRE ISRAEL Y GAZA.- ¿Por qué Israel ha lanzado ahora su ofensiva más devastadora contra la Franja de Gaza desde que la ocupó en 1967 tras la guerra de los Seis Dias? ¿Por qué ha iniciado una mortífera campaña militar que se puede extender en varios frentes como en el norte con el grupo chii Hizbulá y en Cisjordania donde se encienden a fuego lento los enfrentamientos, enterrando las negociaciones con el presidente palestino, Abu Mazen y los contactos indirectos con Siria?
Aunque el sueño del Gobierno israelí es la total desaparición del regimen del grupo islamista Hamas en Gaza -que lo ve como "una prolongación de Irán a pocos metros de la frontera"- las bombas de hoy no buscan inicialmente ese objetivo. Tras afirmar de forma arrogante en la guerra del 2006 en el Líbano que "los dos objetivos son devolver a los soldados secuestrados y acabar con el grupo Hizbulá", el primer ministro Ehud Olmert no habla ahora de "acabar con Hamas".
"Tras ocho años sufriendo ataques constantes de cohetes y misiles contra el sur del país, no hemos tenido más remedio que actuar para cambiar la situación de forma radical. Solo un golpe tan duro como este puede hacerles ver a Hamas que no les conviene atacarnos como sucedió con Hizbulá en la guerra del 2006", dice el ministro israelí Beniamin Ben Eliezer.
Aunque lo que es "tan duro" en palabras de un ministro en Jerusalén se convierte en "aplastante" en la cabina de un avión F-16 y en "una matanza" en las calles de Gaza. En otras palabras, la misión es que Hamas vea que "Israel se ha vuelto loco" y como en el Líbano puede provocar mucha destrucción en la ya bloqueada Franja de Gaza. Hasta que la comunidad internacional cocine una tregua. Y, ya saben, estamos en Navidades con todos los lideres de vacaciones.
Una "locura" que no hubiera sido posible sin el consentimiento de Estados Unidos y el silencio de algunos países árabes. "Se merecen un buen golpe", dijo hace una semana el todopoderoso general egipcio Omar Suleiman a sus homólogos israelíes.
Algunos analistas palestinos, al margen de condenar "la brutalidad y crimen de guerra israelíes", hablan también del error de cálculo de Hamas que nunca imaginó que Israel lanzaría una ofensiva de estas proporciones (desproporciones) en plena campaña electoral. También se fió demasiado en el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, defensor a ultranza de una tregua en Gaza pese a las críticas de sus compañeros de partido, coalición y Parlamento. Hasta el pasado miércoles cuando cayeron 100 cohetes de Hamas en el sur.
Los analistas israelíes, por su parte, hablan del "éxito en el ataque inicial" afirmando que gran parte de las víctimas eran policías, militantes y dirigentes de Hamas aunque "por el camino" murieran muchos civiles. Nada sorprendente teniendo en cuenta que los ataques de los 64 aviones y helicópteros en tan solo 3 minutos y 48 segundos se centraron ayer en comisarias, centros de mando, ministerios y cuarteles de Hamás, situados en plenos barrios superpoblados. La Franja es con sus casi 1,5 millones de habitantes, la zona más densamente poblada del mundo. Y es que en Gaza escasean muchos productos básicos y medicinas pero no personas.
Con una inminente incursión terrestre y los tanques acercándose a la frontera, ahora mismo la tregua está lejana y como es normal todas las facciones palestinas intentan devolver el devastador golpe con sus dos únicas armas: los misiles contra el sur de Israel y ataques en todo el país. En Gaza, donde compiten los que entierran víctimas con los que cuentan nuevos muertos, la reanudación de acciones suicidas es visto "como un paso legítimo y necesario". La gran pregunta es que pasará con los palestinos de Cisjordania. Si se limitaran a las protestas y lanzamientos de piedras de rigor que vemos desde el sábado o iniciarán como exige el líder de Hamas en Siria, Jaled Mashal, "una Tercera Intifada".
Pese a su espectacular rearme, Hamas sigue siendo infinitamente inferior respecto al ejército más poderoso de Oriente Próximo pero considerará "una gran victoria" si es capaz de lanzar cohetes hasta el último segundo de la ofensiva. Como Hizbulá en la guerra del Líbano, querer demostrar que, pese a todo, sus milicianos no se han rendido.
Israel, por su parte, ataca a Hamas pero con sus bombardeos masivos envía un mensaje de advertencia a Irán y Siria. Una vez llegada a la conclusión que atacarían a Hamas, tenía que elegir entre dos opciones:
- Ataques puntuales contra lanzaderas de Qassams y milicianos de Hamas.
- Masiva ofensiva contra Hamas a todos los niveles y por todos los sitios. "Si Sderot no puede dormir, Gaza debe temblar", es lo que decían los ministros.
La primera opción era considerada como "más de lo mismo" un escenario donde tras el ataque israelí, habría una respuesta palestina y vuelta a empezar. Eligieron la segunda. El día, sábado. La hora la marcó el oficial de Inteligencia que recibió informes de que los nuevos agentes de la Policía de Hamas se estaban congregando en la comisaria central en Gaza. Y que en la ceremonia estaban varios lideres de la fuerza policial y armada de Hamas. La orden la dio Barak desde el búnker de operaciones en Tel Aviv y en escasos minutos los aviones despegaron de las bases del norte en dirección a Gaza.
Hamas reconoce que "la sorpresa fue total". Israel sorprendió al brazo político y militar de Hamas. Al primero con dos decisiones que parecían dar una oportunidad a la mediación egipcia para una tregua: anunciar el viernes más reuniones sobre la eventual operación el domingo y abrir los pasos fronterizos de gaza. El aparato militar de Hamas, que sigue todos lo movimientos israelíes en la frontera, vio como muchos soldados abandonaban la zona tras recibir varios días de fiesta. Por eso, no vaciaron sus edificios, sedes y cuarteles manteniendo la ceremonia de graduación de los nuevos efectivos policiales. Decenas de ellos murieron aplastados por las bombas.
Mientras moviliza reservistas, intensifica sus raids y amenaza con una campaña "larga", Israel ya ha empezado a buscar canales para una nueva tregua imponiendo sus condiciones, como por ejemplo el soldado Guilad Shalit, en manos de Hamas desde junio del 2006. Algo que el liderazgo islamista, tras los bombardeos, destrucción y horror que vive Gaza, no aceptará. Como dijo uno de sus portavoces, "lucharemos hasta la última gota de sangre".
El Mundo, España
http://www.elmundo.es/elmundo/2008/12/28/internacional/1230479135.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario