lunes, 10 de agosto de 2009
Urosa Savino: Proyecto de ley de Educación mata a la religión en las aulas
Caracas.- El cardenal Jorge Urosa Savino rechazó el proyecto de Ley de Educación ya que éste suprime la religión en las aulas de clase.
Señaló que en el proyecto de ley se omite el estado laico, el cual no obliga a practicar la religión, pero permite la libertad religiosa.
"Una cosa es que el Estado no promueva una practica o religión especifica y una cosa es que sea enseñada. Se da un paso de una afirmación positiva a suprimir la religión de las escuelas sin favorecer a una específica."
Explicó que en el aspecto legal se pasa de tener en la ley la afirmación de que la educación es laica a omitir lo que estaba previsto en el ordenamiento jurídico.
"Se omite la posibilidad de que se den dos horas de religión por semana a los niños cuyos padres lo soliciten. Al eliminar eso y con la premisa anterior se está suprimiendo la religión".
Respecto a los colegios católicos como el Don Bosco o María Auxiliadora aseveró que ellos podrán dar religión, de aprobarse la ley, pero fuera del horario escolar.
"Es incomodo, impractico, es una especie de discriminación contra los muchachos. Los que quieran recibir clases tendrían que quedarse una o dos horas más. Eso es matar la religión".
Carolina Contreras A. El Universal
La gran pantomima
Los hombres imbuidos en un desmedido poder – y Chávez lo personifica a cabalidad - no piden consejos: ordenan y mandan.
Hay una excepción, Fidel: el susurro indisoluble en el oído del inquilino de Miraflores al que obedece con una lealtad inconmensurable.
Es sabido que cuando el ex teniente coronel - una vez conmutado su presidio en Yare por la libertad - llegó por vez primera a La Habana y Castro lo esperaba en la escalerilla del avión confiriéndole honores de jefe de Estado, la parafernalia, boato y lisonjas lo dejaron impresionado, siendo en ese instante cuando conoció el sabor de la gloria. A partir de tal exhalación indescriptible en la pista del aeropuerto José Martí, juro buscar la magna dádiva y no soltarla jamás.
El Comandante isleño, conocedor del ego humano, supo ver en el pichón venezolano el próximo gobernante sentado sobre un mar de petróleo, y no dudó que los halagos ofrecidos al asustadizo muchacho barinés, repercutirían más tarde en copiosas prebendas.
El resabiado de la barba bermeja jugó la mejor baza de su galopada y acertó. Tanto, que hoy Chávez cree ser su “heredero espiritual”.
Ayer, cuando a Fidel en su lecho mortecino le informaron – antes auscultaba algunos enunciados de “Aló, Presidente”, pero hoy le parecen arengas latosas y repetitivas - sobre la decisión de su pupilo de ordenar reducir al máximo las relaciones comerciales con Colombia y romper el convenio petrolero por el cual Ecopetrol compra a Pdvsa unos 4,5 millones de galones de gasolina mensuales, destinados a los mercados de Cúcuta y la Guajira, pensó para sus adentros: “Se esta dejando llevar por la irritación”.
“Sigue - masculló entre dientes – sin entender los enredos de la política; espero no irme al otro mundo sin antes dejarlo en condiciones, de lo contrario su revolución y la mía se harán añicos”.
Ciertamente tal monólogo es imaginario, aunque no falso. Si uno ha seguido a Fidel durante años, y leído si bien una sola vez la famosísima larga entrevista realizada por el italiano Gianni Miná en junio de 1877 – duró quince horas – advertirá que su pensamiento no ha cambiado y sigue siendo un maestro del maquiavélico arte de la astucia.
Intentar ahogar a una nación, más si le une irrompibles parentescos, es un error y no lleva a nada sensato. Si cree Chávez que aplastará a Uribe, yerra; es posible que más tarde pague las consecuencias, pero ahora, por orgullo, dignidad y coraje, los neogranadinos formarán una piña a su alrededor.
¡Por Dios! Alguien le lea Chávez las memorias apócrifas del emperador Adriano. Vería en ellas cómo la sensatez sigue siendo la mejor arma de guerra. También lo recalca su admirado Sun Tzu.
En medio del problema una pregunta: ¿Por qué no deja ya de venderle petróleo a los Estados Unidos, el gran Satán, culpable, según él, de la tirantez con Colombia?
Sin duda, en la política chavista convive un doble rasero o una gran pantomima.
Rafael del Naranco
Cadena Global
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