Montevideo.- El presidente de Costa Rica, Oscar Arias, que fue mediador en la crisis hondureña, afirmó que reconocerá al ganador de las elecciones del domingo en Honduras y animó a otros países a hacerlo, en declaraciones a CNN difundidas este viernes.
"¿Para qué vamos a castigarlos con un segundo huracán Mitch, que (es lo que) sería no reconocer al nuevo gobierno, aislarlo, quitarle la cooperación?", se preguntó Arias, abogando por el levantamiento de las sanciones a Honduras si los comicios transcurren limpiamente.
"Al final tiene que reinar la cordura y la cordura dice que, si todo transcurre bien, normalmente" en la jornada electoral del domingo, "la gran mayoría de los países del mundo deben reconocerlos" (los comicios), pidió el Premio Nobel de la paz.
Arias medió entre el gobierno depuesto de Manuel Zelaya y el régimen de facto de Roberto Micheletti tras el golpe de Estado del 28 de junio, llegando a poner sobre la mesa una propuesta de solución conocida como el Acuerdo de San José, que preveía la restitución del primero y que nunca se aplicó, reseñó AFP.
De este modo, Costa Rica se suma a Estados Unidos como unos de los pocos países que anunciaron que reconocerán los comicios en los que Porfirio Lobo, el candidato del Partido Nacional (PN, derecha), aparece como el favorito.
Unos 4,6 millones de hondureños están convocados a las urnas el domingo para elegir al nuevo presidente, a los diputados del Congreso Nacional y a las autoridades municipales para el período 2010-2014.
El Universal
Idi Amín y la "Internacional Escuálida"
En el fondo, el Presidente adelanta el diseño de sus alegatos...
Nos hemos quedado cortos. Chávez no sólo desea reescribir la historia de Venezuela. Si por él fuera, re-elaboraría la memoria completa de la humanidad, adulterada -según cree- por la "tenebrosa derecha reaccionaria del mundo"... Si estuviera a su alcance, recompondría aquellas páginas estelarizadas por canallas de todo pelaje, con quienes el Presidente muestra una creciente e impúdica empatía& El nervio de esa afinidad no es otro que la compartida adicción al poder, por cuyo mantenimiento estos monstruos, sus "hermanos del alma", lograron garantizarse un sitio en el ranking universal de la barbaridad.
Sí: la insolencia con que Chávez acaba de dudar de las atrocidades cometidas por Idi Amín en la Uganda de los años `70 es una extravagancia más que se suma a su prontuario de excentricidades descocadas. Pero si le vemos desde el prisma de las tentaciones ante las que pudiera sucumbir, si se consolidara el riesgo de perder el poder, los elogios dirigidos al "carnicero de Kampala" representan una advertencia preñada de símbolos sobre el modelo al que admira y una amenaza contra los venezolanos.
Ya no debe extrañarnos que, en cualquier momento, el comandante decida acompañar a su amigo Ahmadinejad en la negación del holocausto. Tampoco será una sorpresa si, de pronto, decidiera sincerarse anunciándole al país el colofón de esta crónica que ha confeccionado poco a poco, donde los personajes más despreciables de la historia reciente son presentados como incomprendidos "héroes nacionalistas", sentenciados "injustamente" por la humanidad como criminales enfermos por el poder. El temor podría arrastrar a Chávez a cualquier locura: a una ruptura definitiva con las imitaciones democráticas y a la emulación de los procederes del grupo de patanes que convocan su admiración.
Poner en tela de juicio el instinto asesino de estos animales describe las inquietudes que Chávez posee respecto de su propio futuro. Convencido de que le espera el juicio de la historia, el hiperlíder procura descalificar anticipadamente su propia sentencia, del mismo modo que hoy descalifica el fallo universal contra Idi Amín, quien -igual que él, ¡pobre!- sería otra víctima de las "mentiras mediáticas" globalizadas por una supuesta "Internacional Escuálida".
Las dudas que Chávez tiene sobre la naturaleza asesina de Idi Amín no son producto de su ignorancia: en la historia reescrita por el comandante, este tipejo despiadado fue un genuino titán revolucionario de su tiempo, a quien "la necesidad de consolidar la descolonización de su país" le exigió el sacrificio de un baño de sangre: toda una homilía premeditada, en la cual el comandante se proyecta a sí mismo como un incomprendido de esta época. En el fondo, el Presidente adelanta el diseño de sus alegatos, a sabiendas de que esta truculenta aventura suya tendrá algún día el oscuro final de donde partirá a su estrado en el ranking de los impresentables.
Argelia.rios@gmail.com
Argelia Ríos
El Universal
Ministro colombiano ratifica denuncia de presencia de jefe de las FARC en Venezuela
El ministro de Defensa colombiano, Gabriel Silva, ratificó este viernes la denuncia de que al menos un alto jefe de las FARC se encuentra en Venezuela y admitió que Bogotá ha "medio perdido" la disputa regional por explicar que no hay bases de Estados Unidos en territorio colombiano.
Ya en agosto pasado, en una cumbre presidencial de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) realizada en Argentina, el presidente Alvaro Uribe por primera vez denunció públicamente que dos altos jefes de las FARC, Luciano Marín Arango, alias "Iván Márquez", y Rodrigo Londoño, alias "Timochenko" o "Timoleón Jiménez" estaban en Venezuela.
Uribe no dio detalles en aquella ocasión, como tampoco lo hizo su ministro de Defensa en la jornada, sobre cómo tenían esa información, que además involucraba la presencia en el vecino país de al menos tres jefes del rebelde Ejército de Liberación Nacional (ELN) que no mencionó.
El ministro Silva dijo que "todos sabemos y es una verdad de a puño que cabecillas del ELN...están escondidos en Venezuela.
Sabemos que Iván Márquez está en Venezuela".
"No es una novedad, es una verdad de a puño, que saben las autoridades de ese país", aseguró Silva en una entrevista con la cadena radial Caracol.
El gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, ha negado reiteradamente dar protección o que en su territorio estén bajo su amparo miembros de las guerrillas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El ministro dijo que "el problema no es que exista la utilización del territorio" de un país por parte de un grupo ilegal "sino la voluntad de combatirlos'', y dijo que por ejemplo "con Ecuador tenemos, afortunadamente una relación creciente, cada vez más normal" tras más de 20 meses de distanciamiento, precisamente ocasionado por un ataque militar colombiano, en marzo del 2008, a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano.
Silva descartó que un ataque como aquel del marzo del 2008 se repitiera.
Sobre las críticas regionales al acuerdo de cooperación militar firmado en octubre entre Bogotá y Washington, el ministro de Defensa admitió que "no hemos sido buenos comunicadores".
"Semánticamente esa batalla la tenemos medio perdida, pero no son bases, y vale la pena repetirlo", dijo Silva al referirse a que en la región se habla comúnmente de "bases americanas" en Colombia, cuando tanto Washington como Bogotá han explicado que es un convenio que permite acceso de militares estadounidenses a bases colombianas ya existentes y que incluso esa cooperación se da desde hace varios años.
Además destacó que Bogotá hizo público el texto completo del convenio, contrario a otros países de la región. "Yo quiero ver dónde están publicados los acuerdos entre Venezuela e Irán, por ejemplo. O los acuerdos entre Venezuela y Rusia. O los acuerdos, para ser más precisos, entre Brasil y Francia".
AP - El Nacional
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