Entrevista // Michael Shifter, Viceppresidente Diálogo Interamericano
"En Venezuela hay una acumulación de poder en un presidente que toma las decisiones y eso, al final, afecta la gobernabilidad"
Hombre sereno, Michael Shifter no se desacomoda ante preguntas que, por lo general, pueden sacarlo de la corrección académica que lo caracteriza. Profesor la Universidad de Georgetown en temas latinoamericanos y también Vicepresidente del Diálogo Interamericano, un think thank de Washington dedicado a la materia, advierte que a Obama no se le puede aplicar los criterios tradicionales utilizados para cuestionar las políticas de EEUU hacia América Latina. Sihfter, quien también colabora con los más importantes diarios de EEUU, estuvo en Caracas la semana pasada participando en diversos foros y seminarios.
-¿Cómo se ve a nuestro país desde Washington?
-En Venezuela hay una acumulación de poder en manos de un presidente que toma todas las decisiones importantes y esto ha reducido cualquier tipo de límite a las actuaciones del Ejecutivo. Esto no encaja en el concepto de democracia liberal y representativa, con equilibrio de poderes y garantías al estado de derecho. Se trata de un proceso que se ha venido desarrollando en los últimos casi once años y la tendencia manifiesta es a hacerse más autocrática.
-¿No son tolerados este tipo de regímenes si hacen su tarea con eficacia? -El tema es que a la larga no funcionan. Una estructura de gobierno donde una persona toma las decisiones claves no resuelve los problemas en un mundo globalizado y complejo como éste en el cual vivimos.
-No resuelve los problemas pero se mantiene en el poder. -No resuelve los problemas y al final produce vulnerabilidades importantes que afectan su capacidad de mantenerse en el poder. Si no se hace obra, si no hay resultados ante los problemas planteados a las grandes mayorías, que son los más pobres, es posible recurrir a otros métodos, control, carisma, pero al final el modelo se hace insostenible y él mismo genera su propia destrucción. Eso se refleja en el descenso de los niveles de apoyo al gobierno que muestran las encuestas.
-Esa autodestrucción debe generar un cambio, pero, ¿qué tipo de cambio y en qué circunstancias? -Reconozco que la situación es difícil pero la salida debe ser en el marco democrático. Hay que aprovechar las debilidades, organizarse y plantear alternativas, por muy difícil que sea, porque las otras opciones son peores. No estoy diciendo que sea una opción fácil, pero plantearse otras, distintas a las democráticas, puede traer peores consecuencias.
-Chávez dice que Obama es un buen hombre, pero que en casos como el golpe de Nicaragua, los militares y los diplomáticos actuaron sin consultarlo. ¿Cree usted que el hombre más poderoso del mundo pueda ser baypaseado de esa manera? -El presidente Obama lleva sólo lleva nueve meses en el poder y es poco lo que se puede hacer en ese tiempo. El está definiendo su agenda, pero la burocracia no se puede cambiar de una día para otro. No obstante están empezando a sentirse los cambios. Ahora, el discurso del presidente Chávez no es nuevo. Lo hemos visto en otros momentos. De Clinton se decía que era un hombre simpático pero que tenía por detrás al Pentágono.Eso refleja una falta de comprensión. Obama es el presidente de los EEUU, un país con intereses nacionales y él tiene el deber de defenderlos. Puede que en otro tono, con un estilo distinto al del presidente Bush, pero en el fondo él está defendiendo los intereses de su país.
¿Quiere decir, entonces, que Obama participó en lo ocurrido en Honduras? -No, aunque mucha gente lo puede creer en América Latina. Se trata de un reflejo histórico sin asidero en la realidad. Lo que pasó en Honduras es producto de una situación interna en la que EEUU no tenía nada que ver
-¿Cree que se trataba sólo de una situación interna, considerando que Chávez tenía intereses allí y el objetivo que perseguía Zelaya era la repetición de la fórmula aplicada en Ecuador y Bolivia? -El presidente Zelaya estaba desafiando las decisiones de la Corte y del Congreso y él es responsable de eso. El hecho de que sea aliado del presidente Chávez no significa que no sea responsable de sus propias acciones. Luego vino un golpe de estado injustificable y eso provocó una reacción a nivel hemisférico. Tal vez hubo influencia del presidente Chávez, pero Zelaya es el responsable por su intención de acumular poder, lo cual produjo una reacción interna.
-Pase lo pase en Honduras, lo cierto es que los objetivos de Chávez están descartados. _Sí. El intento del presidente Zelaya quizás no sea posible, pero el método de enfrentarlo no fue el adecuado porque había mecanismos constitucionales que debían haber sido utilizados para manejar el problema.
-Según eso Chávez no es considerado por el Departamento de Estado factor de perturbación por su política de expansión en la región. -Está claro que lo consideran preocupante. Pero la pregunta fundamental es ¿qué hacer?. Hay distintas maneras. Eso no significa, sin embargo, que apoyen el golpe en Honduras o apliquen políticas que tengan un efecto contraproducente.
-En todo caso, Chávez quedó fuera de juego. -Por eso, se tomó la posición correcta. Más allá de mantener el principio del respeto a las normas democráticas, como debe ser, fue muy inteligente neutralizar a Chávez, quien siempre acusa a los EEUU de estar detrás de los golpes. En eso Obama ha sido muy firme y consistente en su posición.
Tan firme y tan consistente que hizo algo que se podía esperar de él y no de Bush: el incremento de la presencia militar en bases colombianas. -Eso planes se venían trabajando durante el gobierno de Bush y fueron aplicados por funcionarios del gobierno de Obama. Creo, sí, que el tema no ha sido bien manejado ni por Colombia ni por los EEUU. La controversia pudo haber sido evitada con un mejor manejo. En todo caso, la decisión no tiene las implicaciones que el presidente Chávez y otros le han asignado. Ha habido un uso político porque no se trata de ningún tipo de amenaza contra la soberanía de nadie, ni un giro en la política de los EEUU. -
Entonces Obama le da continuidad a la política de Bush. -En esa materia sí. Hasta ahora la administración Obama no ha planteado una política distinta en el tema del narcotráfico, las FARC y del apoyo al gobierno colombiano.
-El objetivo de esa política es combatir al narcotráfico y a la guerrilla. -Claro, en Colombia.
-Entonces, ¿no tiene Chávez razón en oponerse a una política que combate a sus aliados colombianos? -Para mi no hay ninguna señal, intención o propósito de ir más allá de las fronteras de Colombia. De manera que Venezuela no sería afectada. Otra cosa es si el presidente Chávez considera como un problema que el gobierno colombiano defienda a sus ciudadanos contra las acciones de las FARC. Creo que con ese criterio no va ganar muchas simpatías. El estado colombiano tiene derecho a defender a su gente y a su territorio. Las FARC están en la lista de terroristas y creo que se debe mejorar la capacidad del gobierno colombiano para combatirlas. Eso es completamente legítimo.
-Las FARC es un grupo tenarcoterrorista que perdió cualquier tipo de justificación ideológica y sin embargo Chávez, quien ha expresado su apoyo a esa organización, no ha sido investigado ni sancionado. ¿No hay allí una suerte de complicidad injustificable? -Uno de los elementos que explica esto es la imagen que tenía la administración Bush. El presidente Chávez fue visto como alguien que desafió a Bush, mientras Uribe era un aliado estrecho de éste. En política, nos guste o no, muchos gobiernos no cuestionan a alguien que está contra Washington o Bogotá, cuya ideología no comparten.
-Pero más allá de las coincidencias o diferencias ideológicas, Chávez está apoyando a un grupo terrorista y la complicidad es un delito. -Sí, es un delito. Habría que tener las evidencias claras porque se trata de una acusación muy grave.
-¿No hay suficientes evidencias en las computadoras de Reyes? -Eso ha sido autenticado por Interpol pero el contenido de las computadoras de Reyes debe ser verificado. Se trata de un tema serio que debe ser tratado de manera seria. Evidentemente el asunto no huele bien, pero no estoy tan seguro de que se pueda demostrar una relación orgánica entre Chávez y las FARC.
-Obama basa su política internacional en el multilateralismo antes que en unilateralismo. ¿En esa dirección no se ha convertido Brasil en una suerte de subimperialismo, acordado con EEUU, considerando su protagonismo en Honduras? -No creo que Brasil haya asumido el protagonismo en Honduras porque Zelaya llegó por casualidad a su embajada. Sí creo que ha asumido posiciones protagónicas en temas como Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia. Está claro, es el gigante del sur y el reto para el presidente Obama es cómo tener una alianza importante con Brasil, reconociendo su papel en América del Sur, pero sin dejar en sus manos la política de los EEUU. Hay que encontrar un punto de equilibrio en ese sentido.
Roberto Giusti
EL UNIVERSAL
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