miércoles, 21 de enero de 2009

Violencia: entrada al fraude electoral



No se resiste Chávez a aceptar que su propuesta de enmienda constitucional tiene un rechazo que traspasa con creces los 15 puntos, y por eso, a medida que se acerca al 15 de febrero, promueve la violencia a lo largo y ancho del territorio nacional. Temeridad con la cual, de una parte, intenta intimidar a los votantes de la oposición para que no se activen contra su presidencia vitalicia, pero de la otra, trata de sembrar entre su seguidores la idea de que, suceda lo que suceda, seguirá siendo presidente de Venezuela y cuantas veces le de la gana.
O sea, que pueden delinquir a sus anchas, asaltar y saquear alcaldías y gobernaciones de la oposición sin temor a que puedan ser llamados algún día por los órganos del Poder Público a dar cuenta de sus actos, y entrarle a saco a sus bienes, estropear, herir y hasta matar, porque para eso tienen al capo mayor alzándose con el botín supremo, la presidencia de la República, sin que nadie pueda impedirlo.

Un estado de impunidad generalizado, total e incontrolable que tiene por fuerza que situarnos ante la perspectiva de que, un jefe de Estado que ha llegado a tal grado de demencia e ilegalidad, no está dispuesto a aceptar de "puro democrático" los resultados del 15-F. Ya lo vimos en las transgresiones monstruosas que ha perpetrado y obligado a perpetrar para que se convoque y efectúe un referendo que no está permisado por la Ley, y que es un anticipo de lo que puede seguir, ya que si es capaz de convertir la Carta Magna en letra muerta, también lo es el de atreverse a gobernar con su prescindencia absoluta.

En otras palabras: que Venezuela debe prepararse para ver a un Chávez que se niegue a aceptar el resultado de la consulta, o, lo que es peor, que lo acepte de palabra mientras lo rechaza en los hechos y proceda con sus hordas a asolar al país, tal estamos viendo hacen algunos de sus seguidores con las alcaldías y gobernaciones de la oposición.

De modo que, sea que acepte un resulta-do adverso, o que lo acepte a su manera, o que cometa un gigantesco fraude, no habrá paz ni normalización de la política nacional después del referendo, pues de lo que se trata es de obligar a los venezolanos a presenciar los cohechos de un psicópata que utiliza la presidencia de la República para dejar testimonio de sus peores aberraciones. Un espectáculo que sólo se atrevieron a escenificar en el siglo XX dictadores del tipo Idi Amín Dadá, Mobuto y el "emperador" Bokassa, y el en el XXI, los dictadores sin rostros de Miammar, o las bandas de fascinerosos que arrasan al Congo y Somalia.

Y tolerado por presidentes y jefes de Es- tado de América latina por el poder que significó para Chávez estar al frente de una economía petrolera, que hasta hace muy poco contó con precios de hasta 128 dólares el barril, y los cuales, por interés, complicidad o pura y simple malandrería aplaudieron a Chávez a cambio de participar en el festín. Hoy el petróleo está a 30 dólares el barril con tendencia a la baja, el tesoro venezolano exhausto, y la capacidad de pago interna y externa del país en alarmante colapso, pero nada que restringa a Chávez en sus afanes totalitarios, quien promete rematar lo que queda en las reservas internacionales en clientes como Lula, los esposos Kirchner, los hermanos Castro, y gente del tipo Ortega, Correa y Morales quienes ya hacen cola para ver lo que les toca en los despojos.

Con toda una escenografía, guión, acto- res y extras para continuar la tragedia, Chávez se prepara a representarla, y es mi impresión que no lo detendrá siquiera la catastrófica derrota que le reservan los venezolanos para que el 15 de febrero. Difícil predecirlo, pues es un caudillo que ya no imita siquiera a los tiranos sin rostro de Miammar, sino a los piratas terrestres y marítimos del Congo y Somalia.

El Mundo
Manuel Malaver




Más gas del bueno en la USB



Los estudiantes de la USB fueron reprimidos por la GN. Luego de unos minutos encerrados por los efectivos militares en su casa de estudio, los jóvenes volvieron pacíficamente a la calle.

Los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar estaban protestando pacíficamente frente a su casa de estudios cuando los efectivos de la Guardia Nacional dispararon contra la multitud bombas lacrimógenas. Los universitarios no consiguieron refugio dentro de su Universidad porque los efectivos militares están lanzando gases dentro del claustro. Además, la ballena de la Polícía Metropolitana también les lanzó agua.
La manifestación fue disuelta. Sin embargo, la Guardia Nacional tardó unos minutos en restituir el paso vehicular porque una tanqueta y dos ballenas estuvieron frente a la reja de la Simón Bolívar para impedir que los estudiantes volvieran a la calle.

Los bomberos universitarios están atendiendo a los afectados por los gases. Según los estudiantes presentes en la manifestación, los funcionarios militares lanzaban a quemarropa las bombas contra los jóvenes.

Cuando el piquete militar se replegó, los estudiantes salieron de sus instalaciones y se encuentran bajo el arco de la USB.

Tal Cual
Mate González




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